miércoles, 12 de marzo de 2008

Iglesia electrónica, marketing de la fe...

Religión electrónica y predicación protestante
Dr. Pablo A. Jiménez

(Publicado en la revista Pasos #13, Segunda Época, Septiembre 1987, pp. 10-13)1

Bosquejo:
1. Introducción
2. La Iglesia electrónica: una reseña critica
3. Religión electrónica y predicación protestante
4. Conclusión
5. Notas bibliográficas


1. Introducción

En los últimos años nuestra América Latina se ha visto invadida por programas religiosos en la radio y en la televisión. La religión electrónica se ha vuelto parte integral de la experiencia cristiana evangélica latinoamericana.

Sin embargo, el fenómeno de la Iglesia electrónica sólo está comenzando a estudiarse en nuestro medio.

Sólo recientemente se ha empezado a caminar en la investigación del tema. Uno de los primeros pasos en esta investigación lo constituye el libro La Iglesia electrónica y su impacto en América Latina de Hugo Assmann.2

Las reflexiones que presentamos a continuación nacieron con motivo de la presentación del libro de Hugo Assmann en el Seminario Bíblico Latinoamericano. Las mismas se dividen en dos partes. En la primera presentamos una breve reseña crítica del libro. En la segunda, presentamos algunas ideas germinales sobre la relación entre la religión electrónica y la predicación protestante. En todo esto, nuestro esfuerzo no es otro que el de aportar algunos elementos para el avance de la discusión del tema.

2. La Iglesia electrónica: una reseña critica

Nuestros comentarios sobre el libro se estructurarán a base de una serie de preguntas guías que, regularmente, usamos en nuestras clases en el Seminario. Las mismas exploran la tesis y el objetivo del material; la metodología empleada por el autor; sus presuposiciones teológicas, filosóficas y hermenéuticas; su reacción a posturas diferentes; los logros del escrito y una evaluación crítica del mismo.

2.1. Tesis y objetivo

La tesis de Hugo Assmann en su libro es la siguiente: Para comprender el fenómeno de la religión electrónica debemos ver su función socio-política e ideológica. Es necesario verla en su globalidad como parte del avance de las sectas y como parte de los diversos fetichismos que se utilizan para legitimar el sistema imperante. En fin, hay que verla como parte del proceso global que hoy vive América Latina.

El objetivo de Hugo Assmann es sacarnos de la mera denuncia personalista de los tele o radio evangelistas, llevándonos a ver el problema en su amplio marco social.

Es interesante notar que el libro no se desgasta en ataques personalistas sino que analiza el problema sin descartar la religión electrónica. Esta última ha sido, hasta cierto punto, la posición protestante en los últimos años. Sin embargo, el libro nos llama a transformar la religión electrónica. Debemos notar que el libro no es tímido en apuntar la manipulación del pobre que llevan a cabo estos medios. Sin embargo, Hugo Assmann reconoce que la Iglesia Electrónica tiene algunas funciones positivas. Esta le ofrece al oyente sueños de vida, por eso apela en especial a los pobres y a los marginados. A pesar de su carácter ultra-terreno e individualista, la religión electrónica cumple cierta función consoladora en medio de la situación en que vivimos.

2.2. Metodología

Assmann combina el análisis socio-político con la presentación resumida -- y a veces anecdótica-- de algunos movimientos que componen la Iglesia electrónica. Como buen teólogo latinoamericano, Assmann parte del análisis de la realidad para esbozar teorías e hipótesis sobre el problema. En este sentido, los primeros tres capítulos están dedicados básicamente a ese análisis de la realidad tanto en EE.UU. como en América Latina -- sobre todo en Brasil, tomando en cuenta estudios que se han hecho recientemente, en particular el del CELEP.3 Los últimos dos capítulos presentan pistas y pautas para la reflexión.

Cabe notar que el libro se define a sí mismo como un estudio preliminar,4 invitando así “a la continuación del diálogo y de la reflexión.”

2.3. Presuposiciones

Los supuestos del libro son claros. Hugo Assmann trabaja dentro del marco de la teología latinoamericana de la liberación. Cabe decirlo claramente: El libro no es neutral. Dentro de la mejor tradición latinoamericana, el autor presenta claramente sus supuestos teológicos, filosóficos y hermenéuticos.

2.4. Reacción ante posturas diferentes

Sin embargo, esto no quiere decir que el libro está cerrado a otras posiciones o análisis sobre el tema. En varios momentos se emplean materiales bibliográficos de personas con posturas diferentes. Hugo Assmann los emplea con gran provecho, señalando con honestidad sus reservas con respecto a la posición ideológica de los demás autores.

2.5. Logros

En general, el libro logra ampliamente su objetivo. La evidencia sobre el uso ideológico de la religión electrónica por la nueva derecha de los EE.UU. es contundente. Una y otra vez vemos retratadas en el libro las prácticas manipuladoras de las transnacionales de la religión.

Sin embargo, el libro nos ayuda a salir de la mera denuncia personalista. No son Robertson, Falwell o Swaggart el problema;5 el problema viene a ser la nueva ofensiva ideológica. Estos personajes son sólo instrumentos de esta ofensiva. La solución no está en hacer caer a estos individuos sino en transformar el sistema.

Además, el libro logra su objetivo de hacemos respetar la religiosidad del pueblo. Es fácil tomar una actitud pedante y menospreciar a las ancianitas que envían sus ofrendas esperando un pañuelo o una rosa ungida. Estos elementos que para nosotros no son más que fetiches, para la ancianita son sueños de vida: de un esposo recuperado del alcoholismo; de un hijo fuera de la drogadicción; de un matrimonio feliz para su hija; de una vida mejor; en fin, son sueños de oraciones contestadas.

2.6. Evaluación crítica

A nivel positivo, afirmamos:

a. La importancia de la investigación.
b. El tratamiento del tema en su contexto socio-político.
c. La sospecha ideológica del libro.
d. El llamado a soluciones integrales.
e. El respeto por la religiosidad del pueblo.

Algunos elementos que necesitan más trabajo son:

a. El carácter tentativo de la investigación.
b. La necesidad de algún excurso donde se defina mejor el fundamentalismo, sus características y su relación con la nueva derecha norteamericana.
c. Un análisis más profundo de la relevancia que tiene en especial la radio en la piedad, la educación, la predicación y el cuidado pastoral de la audiencia.
d. Y, su restricción más importante, la ausencia de un estudio como éste de aquellos programas que más influyen en el pueblo evangélico hispano parlante.

En resumen, lo que quiero decir es que el libro despierta el deseo de saber más sobre el problema. El libro nos desafía a continuar investigando.

3. Religión electrónica y predicación protestante

En esta sección, trataremos brevemente el tema de la relación entre la Iglesia electrónica y la predicación protestante. A continuación veremos tres niveles del problema: el práctico, el comunicativo y el teológico.

3.1. Nivel práctico

Es necesario reconocer que las Iglesias "Históricas” protestantes acostumbran "abandonar”, es decir, no trabajar, áreas completas de la teología y la práctica pastoral. Estas son, entonces, trabajadas por los movimientos fundamentalistas. Ejemplo de esto son la escatología y la pneumatología. Estas áreas habían sido trabajadas casi exclusivamente por los grupos fundamentalistas hasta que en los últimos años la teología latinoamericana de la liberación ha comenzado a desarrollar el tema del Reino y la espiritualidad. El uso de los medios de comunicación masiva, es una de estas áreas que ha sido dejada a los grupos fundamentalistas.

Otra verdad que debemos reconocer es que no son los seminarios ni las casas editoras quienes capacitan el liderazgo evangélico de América Latina. En las últimas décadas, la religión electrónica ha provisto los contenidos y los modelos para la predicación del pueblo evangélico latinoamericano. Nuestra gente aprende a predicar con la radio; nuestra gente aprende qué decir con la radio. Desde que terminó aquella primera etapa de Evangelismo a Fondo no hay modelos autóctonos que sean conocidos en toda la región. En las ultimas décadas, los modelos han sido Graham y Swaggart.6

3.2. Nivel comunicativo

Existen algunos principios comunicativos7 que nos ayudan a entender mejor el impacto de la religión electrónica. Estos son:

a. La audiencia es más influida por la forma que por el contenido de un mensaje; la gente es más influida por lo dramático que por lo lógico. Así un predicador dinámico se comunica mejor que uno inseguro.
b. La audiencia tiende a creer lo que oye por radio y televisión; la gente tiende a creer a quien escucha por estos medios. Esto se debe a que estos medios transmiten las noticias, las cuales se consideran regularmente fidedignas.

En este sentido no es sorprendente que un “importante predicador electrónico" tenga más credibilidad que un pastor local.

3.3. Nivel teológico

Este es el nivel más importante para comprender el éxito de la predicación tele-radial. Permítanme jugar el papel de abogado del diablo. Voy a hablar en blanco y negro --aunque la realidad es gris-- señalando algunos elementos teológicos que hacen tan llamativa la religión electrónica

3.3.1. La teología fundamentalista8

La teología fundamentalista es clara y simple. El tema de la Biblia es Jesucristo, aún del Antiguo Testamento. La predicación es la exposición de las escrituras y, por lo tanto, de Jesucristo.

Su lógica es clara. Hay sólo dos caminos: el cielo o el infierno. La función del sermón es sencilla: presentar el desafío del evangelio.

Su énfasis individualista apela a las necesidades inmediatas del oyente. Y. a veces, produce cambios radicales en la gente.

El estilo de predicación es narrativo, episódico e inductivo. Utilizan imágenes, ilustraciones e historias. No se parte de un bosquejo o de una idea central, sino que se "descubre a Cristo en el texto en la dinámica de la exposición.”

3.3.2. La teología protestante

La Iglesia protestante ha sostenido varias teologías, muchas contradictorias entre sí, durante el siglo XX.

Predicamos la iniciativa divina con Barth, el existencialismo con Bultmann y Tillich, el compromiso con Bonhoeffer, el liberalismo con Fosdick, la muerte de Dios con Robinson, a Dios en la historia con Von Rad, la esperanza en la historia con Moltmann y Pannenberg, y ahora hemos descubierto la dimensión liberadora.

Con Bultmann desmitologizamos el mensaje. Las imágenes bíblicas eran "criaturales"; eran la corteza que envolvía el Kerigma. Había que descartarlas. ¡Lo importante es el contenido, no la forma! Cayendo, así, en una especie de maniqueísmo estético.

En las últimas décadas recuperamos el carácter narrativo y literario de la Biblia. Rechazamos la idea de que la revelación es proposicional.

Descubrimos que el mensaje bíblico es más bien narrativo e inductivo. Esto nos ha llevado a la teología inductiva por excelencia: la teología latinoamericana de la liberación. Ahora partimos de la realidad; la teoría es un segundo paso.

Sin embargo, mantenemos un estilo homilético contrario a nuestra teología. Seguimos usando el sistema homilético del racionalismo inglés. Lo hemos aprendido con Spurgeon, Broadus, Crane, Stott y también Costas. Esta predicación proposicional, racionalista y monológica contradice nuestra teología inductiva y comunitaria. En consecuencia, algunos han pensado que el problema está en la disciplina: la predicación no es efectiva. Pero la Iglesia electrónica nos sigue probando la efectividad de la predicación. El problema no está en la disciplina; está en nosotros.


4. Conclusiones

Tanto el libro como la situación de nuestras Iglesias nos presentan varios desafíos. De estos, quisiera indicar tres que, a mi entender, presentan una agenda de trabajo para el liderazgo teológico y pastoral en América Latina.

En primer lugar, se presenta el desafío de la investigación. Es necesario continuar la misma, haciendo estudios tanto analíticos como técnicos.

Segundo, se presenta el desafío pastoral. Es necesario desarrollar un acompañamiento pastora! que cultive la confianza y la credibilidad.9

Finalmente, se presenta el desafío de la comunicación del mensaje. Es necesario encontrar formas mas efectivas para la comunicación del evangelio, usando eficazmente tanto los métodos tradicionales --por ejemplo la predicación-- como los medios de comunicación masiva. La Iglesia electrónica no nos llama a imitar sus métodos, sino que nos desafía a ser mejores comunicadores.


5. Notas bibliográficas

1. El 23 de septiembre de 1987 se realizó una mesa redonda sobre el libro "La Iglesia electrónica y su impacto en América Latina". En la mesa, de izquierda a derecha el Dr. Guillermo Cook, el Dr. Hugo Assmann, el Dr. Carmelo Álvarez y el Rev. Pablo A. Jiménez.
2. Hugo Assmann, La Iglesia electrónica y su impacto en América Latina (San José: DEI,1987).
3. Adolfo Ruiz y Dennis Smith, "Impacto de la programación religiosa difundida por los medios electrónicos en la población cristiana activa de América Central", Pastoralia 18 (Julio 1987): 129-161.
4. Hugo Assmann, op. cit., página 13.
5. Aunque no todos tienen plena conciencia de su papel en la lucha ideológica, algunos expresan abiertamente sus proyectos políticos. Véanse, por ejemplo, las declaraciones de Falwell y Robertson en las revistas Time del 2 de noviembre de 1985 y del 17 de febrero de 1986, respectivamente.
6. Esto ha sido señalado anteriormente. Véase, por ejemplo, el artículo de Cecilio Arrastía, "Billy Graham y sus imitadores", Pastoralia 9 (Diciembre 1982): 36-39.
7. Lo siguiente está tomado de Myron R. Chartier, Preaching as Communication: An Interpersonal Perspective (Nashville: Abingdon, 1981), páginas 51-59, passim.
8. Sobre la teología fundamentalista de la predicación véase el capítulo llamado "Fundamentalism: The Evangelists" (págs. 64-79), en Roben M. Duke, The Sermon as God's Word: Theologies for Preaching (Nashville :Abingdon, 1980).
9. Este llamado ha sido expresado en el “Comunicado de la consulta de obispos de América Latina y el Caribe a nuestras Iglesias", Pasos 10, DEI (1987): 16-20.



El lado oscuro de Dios, según el entropólogo peruano Marín González

Bush encarna "la guerra santa" del fundamentalismo cristiano
por Ernesto Carmona*

George Bush encarna una ideología guerrera inspirada en el fundamentalismo de la religión protestante que en el siglo 17 dispersó hacia América del Norte a los disidentes más radicales de la Reforma de Juan Calvino y Martín Lutero, aseguró el antropólogo peruano José Marín González, docente e investigador radicado en Ginebra. Por la fuerza de las armas -más que por sus ideas- los extremistas religiosos, auto erigidos en "verdadero pueblo elegido", están apoderándose hoy del petróleo y del gas del mundo islámico en su propio beneficio y de la "tierra prometida", es decir, EEUU.

El pretexto "civilizador" de una "religión superior" es el disfraz ideológico del afán de rapiña imperial. Según el académico Marín González, el fundamentalismo protestante es la base ideológica de toda la expansión geopolítica actual de EEUU. Todos los jefes del poder estadounidense están impregnados de una ideología que antes inspiró el exterminio indígena de América del Norte, para anexar sus tierras ancestrales, y arrebató después gran parte del territorio de México.

José Marín González se doctoró en antropología en la Universidad de La Sorbonne, cursó postgrados en el Instituto de Altos Estudios de América Latina (IHEAL) de París, en el Instituto Universitario de Estudios del Desarrollo (IUED) y en la Academia Internacional del Medio Ambiente de la Universidad de Ginebra, donde enseña desde 1989. Es investigador de la Red Internacional Universitaria de Ginebra (RUIG), trabajó en África con la Unesco y colabora con instituciones y publicaciones de Europa y América Latina.

Para el académico peruano, la principal base social del partido Republicano de George Bush está en el movimiento evangélico fundamentalista más conservador de EEUU. "Ese partido está asociado a los llamados tele-evangelistas, que son los grandes predicadores del sistema de televisión, conectados -además- a toda una red de publicidad y marketing que procura optimizar la manipulación del pueblo estadounidense", aseveró el docente peruano. "Todo ese integrismo está confrontado hoy a lo que ellos llaman "fundamentalismo islámico", que reacciona resistiendo al terrorismo de Estado que se impone a nivel planetario. No podemos hablar de terrorismo en términos singulares, hay que hablar de terrorismo en términos plurales", dijo Marín González, en esta estrevista en Bruselas.

El gobierno de EEUU monopoliza el terrorismo de Estado controlando las posibilidades militares, policiales y judiciales de coerción sobre sus ciudadanos. "Estamos presenciando que este fundamentalismo religioso estadounidense está aliado a la violencia militar que en estos días maltrata a la humanidad entera", afirmó Marín. En otras palabras, "estamos ante la confrontación de dos fundamentalismos", dijo. "Un poco en broma y un poco en serio se dice que existen talibanes al sur, pero también existen ‘talibushs’ en el norte", añadió.

Para el estudioso peruano, el fundamentalismo protestante estadounidense está hoy prácticamente en alianza con el sionismo, en una entente de "pueblos elegidos" o predestinados, aún cuando ambos fundamentalismos imaginan que posteriormente todos comprenderán su verdad y aceptarán la luz de su Dios: esto sella una serie de alianzas", manifestó el antropólogo. La condición de "pueblo elegido" habitando una "tierra prometida" está entronizada en la ideología religiosa fundamentalista estadounidense. "La expansión de Estados Unidos hacia Texas, Nuevo México y California en el siglo 19 estuvo inspirada en la llamada doctrina del ‘destino manifiesto’... Estamos hablando de lo mismo: ‘no es nuestra culpa, Dios nos escogió’... Así, no quedaba más que someterse a los designios divinos", dijo Marín.

Telepredicadores influyentes
A los pocos días de ser re-elegido, Bush recibió a los principales predicadores teleevangelistas, una cofradía de grandes controladores de opinión pública con acceso a millones estadounidenses a través de un sistema de televisión similar al que controlan hoy los pentecostales del Brasil. "Son capaces de ocupar grandes espacios de TV durante toda la semana y sobre todo en fin de semana", afirmó.

Los predicadores bombardean constantemente a la población con mensajes ideológicos. Precisamente, Pat Robertson, un catequizador que fue candidato presidencial republicano en 1988, llamó a asesinar al Presidente de Venezuela Hugo Chávez, durante una prédica transmitida el 22 de agosto de 2005 por la Christian Broadcasting Network, una red estadounidense de radio y televisión evangélica.

En la fanatizada visión religiosa fundamentalista de Robertson, el jefe de Estado de Venezuela es "un elemento diabólico" que debe ser eliminado. Marín afirmó que "los orígenes de este fundamentalismo, expresado como ideología del poder, provienen del siglo 17, pero en los tiempos actuales están más marcados en el partido Republicano, que se identifica plenamente con el programa evangelista.

Hollywood mostró por décadas a los indígenas estadounidenses personificando "el mal". Los cuáqueros, mormones y demás blancos fundamentalistas calvinistas —que en definitiva se quedaron con sus territorios— disfrutaron del derecho de matar, en acciones tácitamente aprobadas por Dios. Así, los "elegidos" terminaron por instalarse en una tierra "prometida"... pero ajena.

Línea directa con... Dios "Ronald Reagan (1981-1989) contrapuso ‘el imperio del mal’ (Unión Soviética) al ‘imperio del bien’ (EEUU). Y bajo ese principio, las iglesias contribuyeron a financiar mercenarios que masacraron sandinistas, porque según esa teoría Satán estaba invadiendo ‘la tierra prometida’, el imperio del bien. La respuesta militar llegó a Nicaragua con los llamados ‘soldados de la libertad’, mercenarios y asesinos profesionales financiados por el gobierno de Reagan cuando el padre del actual presidente dirigía la CIA", dijo Marín.

"Reagan y Bush aseguraron estar en contacto con Dios. El difunto mandatario pretendía obedecer la inspiración divina, ya que no se consideraba un político común y corriente. Al contrario, hasta sus primeros encuentros con los soviéticos en Suiza, dijo tener un contacto privilegiado para servir los designios divinos de una manera honesta y fiel", señaló el académico. Suiza fue el escenario de las primeras negociaciones de las dos super-potencias, entre Reagan y Mijail Gorbachov, en la década de los ’80.

"En algunos momentos hubo fricciones entre la emigración judía y los fundamentalistas cristianos, pero en su segundo período, Reagan —hablando ante los periodistas invitados a la Casa Blanca para celebrar la re-elección— afirmó estar casi seguro de que su generación llegaría al Argamedón, el lugar mítico donde se enfrentan el bien y el mal, según San Juan del Apocalipsis. Y dijo a los periodistas: ‘Dios ya escogió a sus aliados’", añadió el académico.

Primero oración, después café
"Bush asegura que hoy existe un ‘eje del mal’ y que ataca a los países de Oriente por mandato expreso de Dios. La oración matinal se convirtió en la primera actividad oficial cotidiana de casi todos los servidores públicos, incluida gran parte de los militares del estado mayor que acataron hasta en las oficinas del Pentágono la norma impuesta por el entonces ministro de Justicia John Ascroft. El trabajo del día debía comenzar con la oración religiosa, después que Ascroft hizo cubrir las estatuas griegas que atentaban contra este pensamiento moral", dijo Marín.

"El presidente proclamó sus propios encuentros con Dios. Bush pretendió obedecer a una predestinación de Dios para enviar sus ejércitos a Irak a cumplir el pacto de civilizar al mundo islámico, llevarle la verdad ...y la democracia. El concepto de que EEUU encarna a la civilización encontró respaldo teórico en el mundo académico. El profesor Samuel Hungtington, de la Universidad de Harvard, inventó una teoría del "choque de las civilizaciones", afirmando que el mundo islámico no está en capacidad de vivir la democracia "made in USA", sostuvo Marín. "Así, apoderarse del petróleo y del gas en ‘guerras preventivas’ tiene también una justificación religiosa".

Para el profesor Marín, este movimiento político no se limita a la política exterior o a su expansión geopolítica, sino que también tiene muy graves consecuencias en la vida cotidiana doméstica de los estadounidenses. El oscurantismo del sector gubernamental protestante se irroga el rol de "mayoría moral", manifestándose contra el aborto, los homosexuales y la presencia de la mujer en el trabajo económico fuera de casa. Los fundamentalistas cristianos preferirían a las mujeres de regreso en sus hogares, mientras -a nivel escolar- prohiben enseñar la teoría evolucionista de Charles Darwin sobre la evolución de las especies, ya reemplazada en casi todos los colegios por la teoría creacionista -Dios creó al hombre-. "En muchos estados, el pobre Charlie Darwin ha sido procesado y excomulgado del programa académico", aseguró Marín.

Según el académico peruano, "esta historia de ‘mayoría moral’ lleva prácticamente a un regreso a las cavernas, a un conservadurismo bastante primario y rudimentario que irroga sufrimientos a grandes sectores de la población". La alianza del fundamentalismo religioso con el patrioterismo extremista engendró la llamada ley "Acta Patriótica", que permite al Estado investigar la vida privada de los ciudadanos y seguir electrónicamente sus lecturas hasta en las bibliotecas municipales (The Patriot Act I & II). "Es una mezcla vil de patrioterismo, moralismo religioso y puritanismo...", sentenció el antropólogo.

Más racismo que antes
—Si Ascroft sólo fue ministro de Justicia, ¿cómo pudo tapar las estatutas griegas e imponer los círculos de oración incluso en el Pentágono, que es el ministerio de Defensa?
— Es que ésa es la tendencia general entre toda gran mayoría de los altos jefes del gobierno... No llegas a ser un cuadro clave en la administración Bush si no formas parte del movimiento religioso... No hay grandes inconvenientes en imponer comportamientos religiosos al interior del aparato del Estado.

La emergencia del fundamentalismoreligioso norteamericano como sustento ideológico de su expansión geopolítica amenaza con reproducir todos los monstruos que han asolado a la humanidad, principalmente el nacionalismo que alcanzó sus clímaxs con la experiencia turca frente al pueblo armenio, con el holocausto de más de seis millones de judíos o con las 500.000 víctimas del pueblo gitano masacradas por esta doctrina.

En el siglo 20 resurgieron el nacionalismo y el racismo, con la aparición del apartheid en Africa del Sur y el segregacionismo en EEUU. Reapareció toda una proposición dogmática sin ningún tipo de tolerancia, en la que no hubo espacio para la diversidad. La "Patriotic Act" es hoy la expresión de este regreso a la caverna. No estamos mejor... si se compara la "Patriotic Act" con la política interna de espionaje familiar que desarrollaron los nazis en la Alemania de Hitler.

Y el mega proyecto de control llamado Echelon busca espiar a la ciudadanía planetaria a través de Internet, del fax, del teléfono y hasta del tipo de lectura que uno realiza durante sus viajes... Echelon fue propuesto incluso para ser aplicado en las agencias de viaje...

— Al comienzo, Echelon fue resistido por Europa...
— El gran estratega de Echelon fue Donald Rumsfeld, quien trabajó como 20 años en el montaje del proyecto. —Y todo este fundamentalismo se inserta en una sociedad mercantil ... donde no todos pueden acceder al mercado...
—...No todos, porque muchos han sido llamados, pero pocos son los escogidos. Y como en el fundamentalismo hay un principio de "predestinación", tampoco existe un problema de "mala conciencia". Debería comprenderse a un banquero suizo, protestante y calvinista, que se va un martes a Buenos Aires, especula en la bolsa, destruye 20.000 puestos de trabajo, levanta 14 millones de dólares y el fin de semana está tranquilamente de regreso en su casa bebiendo champaña... sin ninguna culpabilidad porque está dentro de su ética. La ética protestante es el espíritu del capitalismo financiero. Lo afirmaba Max Weber cuando dijo: "Si estos son miserables, es porque Él lo sabe’".

— Entonces, no sólo es chiste que la sociedad de mercado es como el paraíso: ¡no es para todos!
—Para acceder a los puestos más importantes de los bancos en Suiza había que jurar ante la biblia. Allí es dónde entran las alianzas: son pactos con el poder divino. Alguien no se convierte en rico porque trabajó mucho... Hay una predestinación: "el Supremo está contigo". Si no, no podrían dormir.

En mis reflexiones relaciono siempre el tráfico de esclavos -físico y directo- con la presencia de las mejores colecciones de arte africano en un país mediterráneo como Suiza, que no tuvo ninguna actividad marítima. Esa riqueza artística se debe a que los banqueros suizos financiaron a los comerciantes de esclavos, quienes a su regreso devolvían el dinero, pero también traían "recuerdos de los salvajes", máscaras y atuendos, que terminaron en las bóvedas de los bancos... A la muerte de estos señores, algunas familias donaron esos objetos a los museos. Hoy el desplazamiento de exposiciones y muestras de arte que salen de países latinoamericanos también encubre fugas de patrimonio de esas naciones, al igual que las corridas bancarias al exterior del capital financiero".


Ernesto Carmona es consejero nacional del Colegio de Periodistas de Chile y secretario ejecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (Ciap) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap).



¡Descíframe, o...!
Campo religioso versus espacios mediáticos

PEDRO GILBERTO GOMES, SJ1
ANTÔNIO FAUSTO NETO2

Desde el desarrollo de los medios electrónicos, a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, las Iglesias en general y la Iglesia Católica en particular se han preocupado por utilizarlos en la actividad pastoral. En este trabajo, nuestro objetivo es reflexionar sobre la relación de la Iglesia Católica con los medios electrónicos, buscando identificar cuáles son los problemas y cuál es la concepción que orienta a la Iglesia Católica en el uso de esos medios. Según nuestra visión, la adopción de los medios electrónicos para la evangelización supone una enorme cantidad de retos a la Iglesia.


PALABRAS CLAVE: medios, iglesia electrónica, teleevangelización, procesos mediáticos.


Desde el desarrollo de los medios electrónicos, a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, las Iglesias en general y la Iglesia Católica en particular se han preocupado por utilizarlos en la actividad pastoral. La tradición de la Iglesia Católica con relación al uso de los medios de comunicación es muy grande, y se remonta a la prensa escrita. Sin embargo, desde la aparición de la radio, en la década de los años veinte, se viene luchando por dimensionar correctamente su relación con los medios electrónicos. Si, de una manera general, la técnica de los medios impresos fue privilegiada por la Iglesia, no se puede decir lo mismo en lo que se refiere a la electrónica, especialmente radio y televisión. Por eso, hoy, dando los primeros pasos en el tercer milenio, la Iglesia Católica aún se debate en una relación de amor y odio con los medios de comunicación electrónicos. En este trabajo, nuestro objetivo es reflexionar sobre esa relación, buscando identificar cuáles son los problemas y cuál es la concepción que orienta a la Iglesia Católica en el uso de los medios de comunicación.
Sin embargo, para que se entiendan los desafíos actuales enfrentados por la Iglesia Católica en sus experiencias de comunicación en Brasil, situamos aquí algunas referencias sobre el uso de la televisión por parte de las Iglesias Pentecostales. Se cree que esta alusión es bastante relevante, pues el mercado religioso en el Brasil contemporáneo reúne una serie de características posteriores a la entrada en escena de los procesos mediáticos.
De forma general, es bueno tener presente que no es unívoca la cuestión de la evangelización y los medios. Cuando se aborda el asunto, por lo menos tres aspectos deben ser considerados: evangelización por, en y a través de los medios. Cada uno de esos aspectos posee sus características y acarrea problemas específicos.

LA HISTORIA

Para esbozar algún tipo de encuadre del problema es prudente, en primer lugar, realizar un recorrido histórico de la relación de la Iglesia Católica con los medios de comunicación. La posición de la Iglesia sobre la comunicación social sufrió profundos cambios a través de los tiempos.3 A su vez, las manifestaciones eclesiales siempre estuvieron unidas a una preocupación pastoral. No obstante se haya manifestado desde los inicios de la prensa, esa preocupación se volvió más aguda con el desarrollo de los medios electrónicos.4
Tal preocupación siempre se movió dentro del marco de la educación, en este caso, la educación del sentido crítico. Por lo tanto, la comprensión de lo que se puede y se debe realizar en este campo siempre estuvo unida al concepto de educación. En determinado momento se privilegió el Saber, en otro el Hacer y, más recientemente, el Pensar. No obstante, ésta es una larga historia y un arduo camino –sin concluir– por el pensamiento y acción eclesiales.
Un primer tipo de educación pone énfasis en los contenidos, corresponde a la educación tradicional basada en la transmisión de conocimientos y valores de una generación a otra. Según la concepción de Paulo Freire, es la Educación Bancaria. Lo importante para este tipo de educación es el SABER.
En este modelo, la comunicación es comprendida como transmisión de informaciones. Existe un Emisor (E) que envía un Mensaje (M) a un Receptor (R). Como se puede ver, es un monólogo. Una sola vía. Un proceso unidireccional.
De esta forma, la Pastoral de la Comunicación se preocupó, en un primer momento, por la calidad de los mensajes que los medios de Comunicación transmitían para las personas. Se identificaban en estos mensajes las ideas que contrariaban la moral y las buenas costumbres, así como el pensamiento cristiano sobre el mundo, las personas y las cosas. Pío XI afirma, en la encíclica Vigilanti Cura, que la producción cinematográfica “estaba rebajando el sentido moral de los espectadores e hi- riendo la ley natural y humana”.5 Su preocupación estaba centrada en los efectos que el cine tenía sobre las conciencias más jóvenes, en las cuales “el sentido moral está en formación, cuando se desarrollan las nociones y los sentimientos de justicia y rectitud de los deberes y de las obligaciones, del ideal de vida” (ibid:25). De esta posición adviene la valoración moral de las películas, las centrales católicas de cine (CCC). La preocupación era formar, enseñar el correcto uso de los medios.

También en la línea de la formación crítica, de la enseñanza para utilizar mejor los medios, se sitúa la encíclica Miranda Prorsus, de Pío XII. Dice el Papa que “formar para asistir a los espectáculos de manera consciente y no pasiva hará disminuir los peligros morales, permitiéndole, al cristiano, aprovechar al mismo tiempo todos los conocimientos nuevos del mundo para elevar el espíritu hasta la meditación de las gran- des verdades de Dios” .6 El fundamento de Pío XII para su proyecto es una preocupación moral; el proyecto admite varios frentes, siendo el principal la formación del usuario a partir de normas morales; el contenido programático de la formación pasaba por las propias normas y por el estudio del lenguaje de cada uno de los medios modernos.
Por lo tanto, en la Pastoral de la Comunicación, lo importante en esa perspectiva es enseñar para que los usuarios sepan cómo actuar frente a los mensajes de los medios. Sabiendo la verdadera doctrina, las verdades morales y cristianas, los fieles podrían defenderse contra los peligros de los nuevos medios.
Un segundo modelo de educación es aquél que pone su énfasis en los efectos. Corresponde a la llamada Ingeniería del Comportamiento y consiste esencialmente en modelar la conducta de las personas con objetivos previamente establecidos. Puede ser comprendido como una Educación Manipuladora, donde se valoriza sobremanera el HACER.
Aquí, la comunicación es comprendida como persuasiva. Un Emisor envía un Mensaje a un Receptor que da una respuesta o reacción, denominada Retroalimentación, que es recogida por el Emisor. Lo importante son los efectos a ser conseguidos. Ocurre una falsa participación, una vez que la retroalimentación es una concesión del Emisor al Receptor.
De acuerdo con ese segundo modelo, la Pastoral de la Comunicación se preocupó por el uso de los medios. Ya estamos en la fase del Concilio Vaticano II. Una de las maravillas del mundo moderno son los medios de comunicación social. El Documento Conciliar Inter Mirífica – aunque aún permanezca preocupado con la moral– alaba estos medios como maravillas del ingenio humano. “Entre los admirables inventos de la técnica que, con auxilio de Dios, de modo particular en los tiempos actuales, el ingenio humano extrajo de las cosas creadas, la Madre Iglesia con especial solicitud acepta y hace progresar aquéllas que de preferencia se refieren al espíritu humano, que abrieron caminos nuevos de comunicación fácil de toda suerte de informaciones, pensamientos y determinaciones de la voluntad”.7 Siguiendo esta línea continúa. “Entre estos inventos, sin embargo, se destacan aquellos medios que no sólo por su naturaleza son capaces de alcanzar, mover a los individuos, sino a las propias multitudes y a la sociedad humana entera, como la prensa, el cine, la radio, la televisión y otros de este género, que por eso pueden ser llamados con razón Instrumentos de la Comunicación Social” (Idem).
Un documento posterior, emanado de la Pontificia Comisión de los Medios de Comunicación Social bajo orientación del Concilio, dará a los medios de comunicación el objetivo de promover la Comunión y el Progreso en la sociedad. “La comunión y el progreso de la convivencia humana son los fines primordiales de la comunicación social y de los medios que emplea, como sean: la prensa, el cine, la radio y la televisión. El desarrollo técnico de los medios aumenta y facilita el acceso a un mayor número de personas, así como el grado de penetración e in- fluencia” .8
Aquí, la actitud ya no es de simple condenación. Al contrario, la Iglesia descubre el valor de los medios. Sin embargo, ésta es una opción también para otras confesiones religiosas. Los fenómenos discursivos religiosos, a ejemplo de otros producidos por otras instituciones, están, hoy, atravesados por las nuevas configuraciones que constituyen la moderna esfera pública, circunstancia en que la mediatización, su cultura y sus procesos se constituyen en un nuevo orden estratégico en la estructura de sentidos. El recurso a las estrategias mediáticas como forma de actualizar la dimensión religiosa en la sociedad no supone, por lo tanto, un fenómeno exclusivamente religioso. Gracias a los procesos de mediatización de los medios, y de acuerdo con la forma para organizar la acción de los campos y modos, a través de los cuales éstos enuncian sus intereses, cada vez más, los diversos campos sociales se conectan entre sí para producir sentido

A partir de ahí, la Pastoral de la Comunicación va a acentuar el HACER. Los medios pueden ser un instrumento adecuado para alcanzar a las personas, moldearles la personalidad, modificarles el comporta- miento. De aquí que la preocupación sea utilizar los medios para alcanzar la finalidad que la Iglesia se propone: transmitir el mensaje evangélico a todos los rincones de la tierra. Lo que se mide es la eficacia de los medios. Si se cambia el comportamiento de la persona, se estará realizando una buena comunicación. Si ello no ocurre, el error reside en la manera de utilizar los medios que, en sí, son buenos instrumentos de comunicación y de progreso humano.
EL tercer modelo de educación pone énfasis en el proceso. Es decir, destaca el proceso de transformación de la persona y de las comunidades. Se preocupa más por la interacción dialéctica entre las personas y su realidad; se preocupa por el desarrollo de sus capacidades intelectuales y de una conciencia social. Se vale del método Acción-Reflexión-Acción, se comprende como Educación de la reflexión del problema y valoriza el PENSAR.
En esta visión, el ser humano es al mismo tiempo Emisor y Receptor. En un neologismo creado por Clotier, es un EMIREC. Comunicación es la relación comunitaria humana que consiste en la emisión/recepción de mensajes entre interlocutores en estado de total reciprocidad, según la comprensión de Antônio Pasquali. A su vez, en la explicación de Luis Ramiro Beltrán, es el proceso de interacción social democrática basado en el intercambio de signos por los cuales los seres humanos comparten, voluntariamente, experiencias bajo condiciones libres e igualitarias de acceso, diálogo y participación.
Con el tiempo, la Iglesia evolucionó hacia una comprensión más amplia de la comunicación. Así como la educación puso énfasis en el proceso, destacando la transformación de la persona y de las comunidades, de la misma forma la Pastoral de la Comunicación va a preocuparse por el proceso de comunicación que se establece entre las personas y en la sociedad en general.
La gran preocupación de la Pastoral de la Comunicación va a residir en valorizar el PENSAR. Es decir, comprender los mecanismos socia- les que impiden que los individuos y las comunidades sean sujetos activos de su comunicación.

Para llegar a esto, la reflexión eclesial se basó en la realidad de Amé- rica Latina. Por eso, la Iglesia constata, en Medellín (documento 16, núm. 2), que “muchos de estos medios están vinculados a grupos económicos y políticos nacionales y extranjeros, interesados en mantener el status quo social”.9 No obstante, fue en Puebla donde esta conciencia afloró con más vigor. Ya en un documento preparatorio, la CELAM decía que:

la comunicación social en América Latina se encuentra sumamente condicionada por esta realidad socio-cultural. Aún más, constituye uno de los factores determinantes que mantienen dicha situación.10

Más adelante, refuerza que:

la comunicación social, (...) al mismo tiempo en que vincula al hombre con un universo más amplio, lo coloca frente al riesgo de aislarse de su comunidad más inmediata. Se recurre frecuentemente a la manipulación y a la persuasión que acarrea la despersonalización del hombre, inculcándole falsos papeles sociales y modelos de comportamiento frente a lo social, a lo económico, a lo moral y a lo religioso (ídem).

Por otro lado, constata que:

la comunicación social es uno de los factores en juego en la situación de conflicto social que vive América Latina. Los grupos de poder, político y económico, que dominan los medios, obstaculizan la comunicación de los sectores marginados y crean dificultades para la expresión de los comunicadores responsables. Eso se manifiesta en la constante violación de los derechos humanos, la aplicación de la censura, las arbitrariedades y los abusos económicos a los que se vienen sometiendo tanto las instituciones como los profesionales de la comunicación social, comprometidos con la causa de la justicia (Ibid.:173-174).

El Documento de Puebla se apoya en este documento para reflexionar sobre la comunicación social. Por eso denuncia el control sufrido por los medios y “la manipulación ideológica ejercida por los poderes políticos y económicos que se empeñan en mantener el status quo y en crear un orden de dependencia-dominación o, por lo contrario, en subvertir este orden para crear otro contrapuesto”. 11

Denuncia, del mismo modo,

el monopolio de la información ejercido tanto por los gobiernos como por los intereses privados. Este monopolio permite el uso arbitrario de los medios de información y la manipulación de los mensajes de acuerdo con intereses sectoriales”.12

La comprensión de la comunicación, a partir del proceso establecido en la sociedad, para el caso brasileño, fue explicitado tanto en la Carta a los Comunicadores4 como en el texto-base de la Campaña de la Fraternidad de 1989. A partir de todas estos presupuestos, el trabajo pastoral en el campo de la comunicación tiene como objetivo que todos conozcan, compren- dan y experimenten la realidad de la comunicación social. El trabajo, de este modo, se concentra en crear condiciones para que las personas construyan la experiencia del proceso de comunicación que ocurre en el interior de las comunidades. A su vez, relaciona este proceso con el macroorganismo de la comunicación de la sociedad, identificando el autoritarismo, la verticalidad y la unidireccionalidad de la comunicación.
Consecuentemente, la Pastoral de la Comunicación se concentra en realizar una educación para la comunicación, donde cada individuo, grupo o comunidad, ejerza su derecho fundamental a la comunicación. Este derecho, fundamental y primario, se identifica con el derecho de ser. Aun cuando se ejecuta un trabajo a través de los medios de comunicación, se tiene en mente crear condiciones para que la palabra de la comunidad fluya viva y libre. En otras palabras, la Pastoral de la Comunicación tiene como objetivo que el ser humano sea un Emisor/receptor. De este modo, se busca crear condiciones para el establecimiento de una comunicación dialógica.


LOS AÑOS NOVENTA

Las diferentes fases de comprensión de la comunicación por parte de la Iglesia coexisten hasta nuestros días. Una fase se sobrepone a la otra, conviviendo dialécticamente. Sin embargo, en algunos momentos hay un predominio de la primera postura, más preocupada en adoctrinar. Eso aparece en los diversos textos producidos por la jerarquía católica en este período. Tal es el caso del Catecismo de la Iglesia Católica, que vincula la realidad de la comunicación social con el respeto a la ver- dad, al mismo tiempo que presenta una preocupación por el correcto uso de los medios de comunicación social. El texto aborda la preocupación pastoral acerca de los peligros y los desvíos en el uso de los medios.
La Conferencia del Episcopado Latino-Americano de Santo Do- mingo, por su parte, también trata sobre la comunicación. La parte específica sobre comunicación se sitúa en la línea de los documentos anteriores, sin agregar ninguna novedad. No obstante, el documento que de ella emana innova cuando, en las Perspectivas Pastorales para Amé- rica Latina, la comunicación es colocada como una prioridad. En él, las Conferencias Episcopales poseen una base oficial para dar prioridad a la comunicación en sus planos pastorales.
EL documento Aetatis Novae, publicado por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, en 1992, realiza una reflexión que parte de la realidad, iluminándola, para seguir con la doctrina. Eso es una novedad. Para ese documento, lo importante es el proceso, superando el mero uso de los medios de comunicación. Mucho más que hacer, se debe pensar.
Por último, una serie de documentos de la Iglesia aborda aspectos particulares. En 1996, la Congregación para la Educación Católica publicó un estudio dando orientaciones para la formación de los futuros sacerdotes acerca de los instrumentos de la comunicación social. Aquí, el documento enfatiza la formación para el uso de los medios, no obstante no entra ni desea entrar en las especificaciones técnicas sobre tales medios. Lo ideal es instrumentar a aquéllos que trabajan en la comunicación social. Un apéndice, publicado en aquella época, trae un resumen de los principales documentos eclesiales sobre el asunto.

A su vez, en 1989, el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales publica un documento que pretende dar una respuesta pastoral al fenómeno de la pornografía y de la violencia en las comunicaciones socia- les. El estudio indica como causa del fenómeno a la difusión de una moral permisiva. El documento está dirigido a las familias (no. 32), buscando suministrar subsidios para que ellas puedan realizar mejor su misión de educadoras en la fe. No existen informaciones sobre su aplicación práctica. En 1992, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó una instrucción sobre algunos aspectos del uso de los medios de comunica- ción social en la promoción de la doctrina de la fe. El tono aquí es jurídico. La responsabilidad en la difusión de la doctrina pertenece a todos. Siendo así, todos poseen el derecho de utilizar los medios para tales fines. Aunque fue escrita en el mismo año que Aetatis Novae, el punto de partida y el enfoque son diametralmente opuestos.
Observando esos últimos documentos, se ve que la Iglesia no posee una directriz clara con respecto a la comunicación social. Dependiendo de la Congregación o del Organismo de origen del documento, la visión y el juicio de la comunicación social cambian substancialmente. Muchas veces, las perspectivas son opuestas.
Como la realidad es compleja, nada sería más justo que aceptar tal complejidad en la relación de la Iglesia con los medios de comunicación. Diversos segmentos eclesiales, de acuerdo con su realidad, perspectiva y situación, explicitarían su visión sobre la comunicación social y la consecuente relación con la evangelización. Eso sería razonable pues todos, independientemente del origen y del color, estarían compro- metidos y preocupados con la misión evangelizadora, mandato de Jesús. No obstante, parece que la resolución del problema no es tan simple.
Se advierte, en el momento, un doble movimiento. Por un lado, existen acciones que demuestran un desplazamiento que privilegia el SABER. Se enfatiza, en diversos sectores pastorales, un juicio moralista de la televisión.13 En este sentido suman fuerza los proyectos, comunes en los años ochenta, de lectura crítica de la comunicación y de formación de la con- ciencia crítica. Por otro lado, grupos de Iglesia enfatizan el HACER. Se vuelve, de esta forma, al deslumbre frente a las potencialidades de los medios para la difusión del Evangelio y para la transmisión de los actos litúrgicos.14 Esos proyectos mediáticos, no obstante obtuvieron el apoyo de miembros de la jerarquía católica, fueron generados en el interior de movimientos laicos, en su mayoría vinculados a la Renovación Carismática Católica. La Rede Vida de Televisión fue iniciativa de un laico del interior del estado de São Paulo que, con apoyo del obispo local, creó un Instituto para gestionar un proyecto de evangelización vía medios de comunicación. Actualmente, su red se extiende por todo el territorio nacional, vía satélite, por cable y en UHF. La Rede Canção Nova fue creada por un grupo de jóvenes pertenecientes al movimiento de Renovación Carismática. Inició con una emisora de radio y hoy es una red de televisión, con emisiones en el territorio brasileño, en Portugal y en África. Para mantener el proyecto fue creada una Fundación. La Televisão Século XXI es un proyecto de la Associação do Senhor Jesus, también vinculado al movimiento carismático. Inició como una productora de video que transmitía sus productos en las emisoras laicas. Esas últimas dos experiencias se mantienen con un grupo de asociados que buscan dar su apoyo para que la Iglesia pueda evangelizar a través de los medios de comunicación.

PECULIAR INDUSTRIA CULTURAL

La recurrencia a la esfera de la mediatización en el campo religioso busca varios objetivos, como la reconfiguración del mercado religioso; la práctica de estrategias de captura de fieles y, específicamente, la presentación de la religión no como un fenómeno abstracto, y/o doctrinario, sino como un servicio de atención de demandas, en el régimen de lo que se llama “aquí y ahora”. Anteriormente dirigidas a varios campos socia- les, junto a los cuales no encuentran respuestas ni destino para sus cuestiones, tales demandas son absorbidas, ahora, en el ámbito de determinadas “políticas de reconocimiento” cuyo eje no es tomar en consideración la naturaleza propia de estas demandas, sino su subordinación a los intereses instrumentales de una religión movida por la ética del consumo y la prestación del servicio.
Tales “políticas de sentidos” se realizan según la dinámica de una peculiar industria cultural que reúne negocios de la religión mediática en el formato de varios proyectos y productos. Se concreta por la existencia de complejas redes de producción y de reproducción de imágenes televisivas, capitaneadas por emisoras católicas y evangélicas, envueltas en el manto del neo-pentecostalismo que va dando estructura al “brazo mediático” de la religión y que disputa el mercado al lado de otras redes y servicios, como emisoras de radio, grabadoras, periódicos, productoras de discos, editoras y otras formas de negocios dirigidas para el mercado de más de 100 millones de fieles dispersos en las diferentes mallas urbanas y rurales de Brasil. Para que se tenga una idea de la magnitud de esta industria cultural religiosa existen en el país 3 redes católicas que se despliegan en 19 estaciones generadoras, además de otras afiliadas. Se registra también la existencia de otras dos –TV Aparecida y TV Nazaré– que entrarán en funcionamiento y que abarcarán gran parte de los territorios de las regiones Sur y Norte del país. Del lado pentecostal, la Rede Record se destaca con 18 emisoras propias y 18 afiliadas, en la calidad de estaciones generadoras, sin hablar de otras redes específicas. Éstos son apenas algunos datos relativos al nicho televisivo de fondo confesional (Dos Santos, 2004).
Sin embargo, la trayectoria de la comunicación de la Iglesia Católica en Brasil no inició con esas experiencias en la televisión. Desde los inicios de la radio en el país, se invirtió en emisoras de radio. En este particular se destacan las iniciativas de los padres Paulinos, Capuchinos y Redentoristas. Los primeros tienen una red de radio en el centro del país. Los segundos poseen una red de emisoras de radio en el sur de Brasil. Fueron ellos los pioneros de la televisión a colores en Brasil.15
Los terceros, entre otras, son responsables por la Radio Aparecida, la más importante emisora de radio católica en Brasil. Están, ahora, con un proyecto de televisión. Además de esas congregaciones religiosas, un número considerable de diócesis, a lo largo del país, poseen emisoras de radio. Entretanto, el proyecto de radio adoptado, en la mayoría, no difie- re de las emisoras comerciales. La evangelización se daba de modo in- directo, con programas de cuño humano y de orientación cristiana.
Una experiencia intermediaria, representada por la Associação Palavra Viva,16 que producía programas religiosos con contenido más social, apoyada en la Biblia, no produjo los efectos deseados, no alcanzando la amplitud y la importancia esperada.
Lo que cambia, ahora, es el intento de grupos eclesiales de desarrollar experiencias mediáticas de cuño pentecostal, con el formato de la Iglesia Electrónica Norteamericana. El cambio ocurre en el ámbito del contenido y no de la forma. Dentro del proyecto neopentecostal comienzan a surgir los teleevangelistas católicos, con gran fuerza17 en los medios de comunicación.
Presionada por el crecimiento desmedido de las Iglesias Pentecostales y con la desenvoltura con que esas instituciones se mueven en el universo mediático, la Iglesia Católica comienza a repensar su actuación en los medios de comunicación.
Diferentes Iglesias “se desafían” según determinadas estrategias, buscando imponer “derrotas” entre sí u obtener victorias, a través de la “captura” de los fieles. Si en el aspecto doctrinario sus fundamentos son diferentes, vale decir que practican el combate con las mismas armas discursivas y mediáticas, incluso de modo más específico, según estrategias que pasan por operaciones enunciativas convergentes. Siendo dependientes de la misma matriz –la cultura mediática– sus estrategias se repiten, pues lo que sirve como “seña” identificadora de sus programas son los diferentes géneros que constituyen la programación televisiva como un continuum de oferta discursiva. Gracias al acceso a los soportes y habilidades discursivas, los programas tele-religiosos se estructuran con los mismos ingredientes, independientemente de ser evangélicos o católicos.
Su vida pasa en el palco donde misas, cultos, novenas, sesiones espirituales y otros oficios religiosos son intercalados y estructurados por va- rios géneros y formatos como: programa de auditorio, talk show, emisiones escolares, entrevistas, debates, documentales, publicitarios, no- velas, etc. Muchos de los programas, según determinadas posibilidades, son realizados involucrando incluso la participación del público, actualizando, de esta forma, también los formatos de talk show y reality show en nombre de la fe, de la cura y de la conversión. De este modo se cambia, de cierta manera, el signo, en la medida en que las formas permanecen, modificándose lo que podríamos llamar contenidos.
Algunas características de esta cultura mediática tratan de mezclar marcas identificadoras de diferentes campos sociales, como medio y religión, en un sólo significante. Esa cuestión tiene que ver con la complejidad del funcionamiento “del género infoentretenimiento”, cuyas lógicas someten intenciones de diferentes campos a mecanismos discursivos que tratan de no disociarlos cada vez más.
Sin embargo, no solamente la presencia en los medios se ha redimensionado. La forma de las celebraciones, el modelo pastoral y doctrinal comienzan a cambiar. La experiencia de las comunidades eclesiales de base, con una fuerte carga social, es sustituida, gradual- mente, por una comunidad más espiritualista, que valoriza los sentimientos, los gestos, el canto.

Con esa perspectiva, importantes segmentos católicos, con apoyo popular, se dirigen en el campo mediático.

CAMPO RELIGIOSO VERSUS ESPACIOS MEDIÁTICOS

Si una sociedad estructura sus discursos y sus creencias en torno a la conversación que en ella se mantiene, significa decir también que la producción y el funcionamiento discursivos emanan directamente de lo que algunos llamarían sentido común, o sea, aquello que resulta de experiencias compartidas. Es en esas condiciones que el trabajo enunciativo mediático sobre la religión no es un hecho aislado, porque los medios reúnen hoy singulares competencias discursivas que son convertidas en nuevos dispositivos de la mediación de la experiencia.
Este fenómeno de la apropiación de campos mediáticos por el espacio religioso va más allá de la experiencia tradicional de la Iglesia Católica, sugiere un análisis y un comentario de cuño interpretativo. O sea, cuando el campo religioso utiliza los espacios mediáticos como instancia de realización y actualización de la cuestión de la fe, ¿qué consecuencias puede tener para la comprensión y la vivencia de la religión? La consecuencia más inmediata es el desplazamiento del espacio tradicional, retraído y restricto de los templos, hacia un campo abierto y multidimensional. Aún más, la lógica del templo, directa y dialogal, es substituida por la lógica de los medios modernos, con un público anónimo, heterogéneo y disperso. De ese modo, las tácticas de los predicado- res, su oratoria y desempeño se dejan impregnar por las leyes de la comunicación de masas, principalmente de la radio y de la televisión.
Las mudanzas operadas son de dos órdenes: del ministro del culto y sus acólitos, por un lado, y de los fieles por otro. En el primer caso, el con- tenido del mensaje cede lugar a la postura corporal, a los gestos, al canto, a la danza. El mensaje religioso es adaptado a las exigencias mediáticas para que tenga eficacia y para que alcance a las personas directamente en sus sentimientos. Por lo tanto, la emoción toma el lugar de la razón.
En el segundo caso, los fieles dejan de ser los actores del evento religioso para volverse asistentes. Para utilizar un concepto de Maria Cristina Matta (1993), se pasa del palco a la platea. La comunidad de fe sale de escena, dando lugar al conjunto de telespectadores. La construcción de comunidades de fe es substituida por la creación de grupos de asistentes. De la comunidad se pasa al individuo; de la experiencia comunitaria se va al consumo individual de bienes religiosos.
El desplazamiento identificado parece tener una primera explicación en el desencanto moderno con las formas tradicionales de las Iglesias Históricas. Los cultos y acciones de las Iglesias, cada vez más, pierden espacio en el corazón del hombre contemporáneo. De ese modo se crean nuevas formas de llegar hasta ese hombre. Si las personas no vienen al templo, el templo se dirige a ellas. Entretanto, ese desplazarse del centro hacia la periferia, a través de procesos mediáticos, exige que se hagan concesiones a los patrones de comportamiento dictados por los medios de comunicación: tanto en lo que dice respecto a la lógica de producción de mensajes como en lo que se refiere al consumo de bienes culturales, en este caso, culturales religiosos.
La segunda explicación está en el intento de superar la antigua dicotomía entre masas y minorías, también aplicada a la Iglesia. Una comprensión más politizada de la fe admitía que la vivencia religiosa solamente sería auténtica en pequeños grupos, en un encuentro personal con Dios, compartido con la comunidad. Con la crisis del paradigma, diversas Iglesias (inicialmente las pentecostales, después las históricas) se volcaron hacia un público de masas. Se necesitaba movilizar multitudes, transformar el mundo, al final del milenio, en un gran palco para que Jesús Cristo pudiese reinar “urbe et orbe”. En este caso, mucho más importante que la adhesión del corazón es la participación por la emoción.
Sin dudar de las intenciones que alimentan los proyectos mediáticos de las instituciones religiosas, se debe recordar que ninguna Iglesia está efectivamente interesada en producir reconocimientos de aquéllos que con ella interactúan, en el ámbito de programas, llevando en consideración sus singularidades. En lugar de eso, lo que se produce como reconocimiento es justamente el tipo de pertinencia que tiene el caso de aquél que asciende a la emisión para los fines estratégicos, de mercado, etc., del programa. Siendo así, el acceso se da bajo ciertas condiciones. Es verdad que, en el campo de las nuevas modalidades de interacción televisiva, los programas religiosos se constituyen también en un espacio de escucha, de acogida y de atención para con aquéllos que constituyen esa demanda. No obstante, esas posibilidades de hablar solamente se conceden en la medida en que las posibilidades de sentido, en vez de estructurar las palabras por decir, son estructuradas en una lógica de “palabras prontas”.
O sea, la oferta de la escucha se hace a partir de las individualidades, es decir, de ciertas singularidades, pero son singularidades que traen características emblemáticas, en los términos según los cuales la historia da la demanda de quien tiene algo que decir; es apenas un pretexto para las razones instrumentales y de mercado en que se funda la emisión televisiva.


COMUNIDAD DE AGLOMERACIONES

Las emisiones televisivas religiosas estudiadas18 por nosotros son estructuras complejas, como lo son hoy los discursos mediáticos construidos por dimensiones volcadas para la emoción y que se estructuran en torno de una cierta catarsis o, mejor dicho, conmoción. Sin embargo, el ápice de esas situaciones se deshace en la medida en que se disuelven las propias circunstancias sobre las cuales se fundan las emisiones.
En el período del 1 de octubre al 7 de noviembre de 2004, de acuerdo con un levantamiento de programación en 13 emisoras confesionales (católicas y pentecostales, sean abiertas o por cable), se transmitieron cerca de 55,215 minutos, o sea, 2,300.62 horas semanales.19

En esta “comunidad de aglomeración” se viven muchas situaciones: la iglesia pedagógica, situaciones de tele-atención y de socorro espiritual, encuentros terapéuticos, prácticas de oficios religiosos, celebraciones como posibilidades de pose de los bienes sagrados, situaciones de tele marketing, el antiguo confesionario, los cultos de exhortación fundados en la religión guerrera, la cura del malestar como negocio.

Se vive, así, la experiencia de nuevas aglomeraciones que se estructuran en torno de multitudes que comparten algo, pero apenas en términos circunstanciales. Y para que se mantenga cohesionada, se movilizan las estrategias del “hacer–hacer”, en torno de técnicas de sugestibilidad, mediadas por la fuerza de los actores que, en la condición de personajes mediáticos, ponen en acción ciertas estrategias por las cuales las personas se enlazan identificándose con sus referencias. Tal vez, el ápice de la religión personalizada esté en el hecho de que su naturaleza, sus fuentes de inteligibilidad y las referencias de sus fundamentos pasen por la espesura de esta estructura mediadora, que toma forma en la figura, corporeidad y pragmática de los presentadores, cualesquiera que sean sus orígenes y propuestas confesionales.

El ejercicio del discurso religioso deja de hacerse según reglas inmanentes a los rituales inherentes y específicos de cada religión, y pasa a orientarse cada vez más por un conjunto diverso y complejo de diferentes referencias culturales, semánticas por los principios y operaciones mediáticas.
Argumentaciones relativas a las cuestiones de devoción, sobre las cuales se inspira una religión, son substituidas por otras tantas fundadas, por ejemplo, en una pragmática y/o en la magia de objetos (rosarios, cds, libros, plantas, agua, etc.) y de otros referentes, instituyéndose, así, determinados sincretismos, como es el caso de los programas pentecostales que se apoyan en las simbologías de las religiones afro-brasileras, para descalificarlas, pero también para convertir sus fundamentos en nuevos procesos de ritualización de los modos de captura de los posibles futuros fieles neopentecostales.
Solamente es posible comprender el compromiso de las Iglesias católicas y neopentecostales en ofertas tele-mediáticas si tenemos en cuenta las características del mercado religioso brasileño y algunas de sus manifestaciones. A lo largo de las cuatro décadas de 1970 a 2000, los católicos continúan siendo la mayor población religiosa, no obstante se observa disminución en sus contingentes: si en 1970 a ella correspondía el 91. 8% de la población religiosa, en 2002, estos porcentajes caen a 73.9%. En igual período, la población evangélica salta de 5.2% a 5.6%, lo que significa decir que, según datos censales de 2002, los católicos se constituyen en una población de 125 millones de fieles contra 26 millones de perfil pentecostal. Habitando la región urbana, donde está más del 80% de los domicilios del país, el neo pentecostalismo avanza justamente en aque- llos espacios hacia donde fueron echados, en las últimas 4 décadas, más de 40 millones de brasileños, que salieron en busca de vida más digna, transformándose en este fabuloso “ejército de reserva”, o blanco de las más diferentes políticas públicas, sociales, asistenciales y religiosas pues- tas en práctica por las instituciones (Atlas 2003:20).
La retirada de escena de agentes estratégicos, como en el caso del Estado, hace que el campo religioso sea convertido en un protagonista en la medida en que transforma estos escenarios en insumos para las estrategias que buscan capturar segmentos de poblaciones para las huestes de las diferentes religiones. Actuando sobre el vacío político-asistencial dejado por el Estado y otras instituciones, las Iglesias eligen peculiares “políticas de atención”, convirtiendo la cultura mediática en la esfera en la cual las demandas temporales de los individuos serán transformadas y/o capturadas para los fines instrumentales de las instituciones. La religión deja de ser una abstracción y se coloca en el lugar de contacto. Los horizontes de salvación dejan de tener como parámetros la vida después de la muerte, y una serie de nuevas “prácticas terapéuticas” son accionadas como respuestas a la problemática del “aquí y ahora”. En estas condiciones, las estrategias tele-religiosas proponen la estructuración de espacios de cura, según operaciones en enunciaciones y que también son trabajadas por las lecturas de los receptores. Los estudios sobre la recepción de las programaciones tele-religiosas apenas se inician. En este sentido está en curso la investigación20 que examina las condiciones de apropiación de los discursos tele religiosos, a partir de observaciones hechas junto a receptores de programas católicos y pentecostales. Para eso, algunos da- tos llaman la atención. Según una tipología realizada, existe una múltiple condición de receptores. Significa decir la no-existencia de un público homogéneo. De forma sociológica podemos hasta distinguirlo –católico y pentecostal– pero, en términos de estrategias de sentidos se constata la existencia de otra constitución de receptores. Tenemos el “receptor in- fiel” que anuncia vínculo con la religión, pero ve programas de otra; el “agregado”, que ve el programa por influencia de un miembro de la familia; el “puntual”, que argumenta la existencia de fines específicos para ver un determinado programa; el “inducido”, aquél que es convencido por alguien para ver el programa; “el mediático” que asiste por las motivaciones estimuladas por la propia televisión; el “doctrinario”, aquél que busca en las emisiones informaciones que ayuden en el desarrollo de su vínculo con la institución religiosa; y finalmente, el “ocasional”, aquél que tiene contacto con el programa de tiempo en tiempo.

En función de la naturaleza de esos tipos de audiencia, los receptores establecen varios vínculos con los programas, dejando claro que éstos no son meros mensajes decorativos. Por el contrario, tienen, de parte de los consumidores, varios sentidos que les son atribuidos. Estas informaciones permiten decir que la recepción realiza varias lecturas de los programas, dándoles varios destinos, sea en la vida personal o en la vida religiosa.
Sin embargo, como el consumo es individual y solitario, la persona debe dar muestras de que está enlazada, comprometida. La expresión del compromiso se da a través de la compra de los libros y objetos anunciados; se participa a través de las limosnas para que el programa pueda mantenerse en el aire.
Una nueva Iglesia es creada, universal y virtual. Los templos son los propios hogares; los púlpitos son los aparatos de televisión; la marca de pertenecer al grupo se expresa en el consumo. Solamente es fiel de esa Iglesia aquél que posee la capacidad de consumir algunos de los productos por ella vendidos. Se repite, en el campo religioso, lo que Canclini (1996) señala para el campo social y político: consumidores y ciudadanos. Aquí, consumidores y fieles.

En todo eso, lo más importante es el espectáculo. El culto pierde el misterio de lo sagrado para revestirse de la transparencia de los medios, donde la imagen es todo. Se repite, en las Iglesias, la lógica de la sociedad del espectáculo. La participación ocurre en el nivel de la imagen. Esto es, se asiste a un espectáculo, con sus lógicas, abdicándose de la participación activa en la comunidad.21
No existen mayores exigencias, a no ser la participación por el con- sumo de los bienes ofrecidos. Los bienes religiosos son ofrecidos en casa, a la carte, de acuerdo con la necesidad del cliente.
Aunque los inicios de esa llamada Iglesia Virtual encuentren sus raíces en la acción pentecostal, principalmente en los Estados Unidos de América, su rápido desarrollo en Brasil desafió a la Iglesia Católica en nuestro país. Olvidando su propia experiencia, arraigada en la tradición, sectores de la Iglesia enveredaron por los caminos pentecostales y se dejaron deslumbrar por los reflectores de los medios de comunicación.

Asumieron para sí la máxima del Velho Guerreiro, Chacrinha, que decía: Nada se crea, todo se copia. Por ese motivo, pasaron a copiar las fórmulas de éxito popular de los tele-evangelistas, nacionales e importados. Hoy, en la mayoría de los casos, la diferencia, la identidad, reside en el contenido y no en la fórmula. La Iglesia pasa a copiar fórmulas alienígenas en su relación con los medios.
Sin embargo, la utilización indiscriminada de los medios tiene su precio. Ésta posee lenguajes, leyes y procesos que deben ser observados para que los objetivos sean alcanzados. El desafío que se coloca hoy para todos aquéllos que se sirven macizamente de los medios en su trabajo pastoral es discernir si existen diferencias significativas entre los dos lenguajes y los dos procesos. Aún más, deben identificar el lenguaje y proceso dominante. En caso contrario, aunque piense que está utilizando los medios de comunicación para un trabajo serio de evangelización, el agente de pastoral será dominado por las leyes de la media y su objetivo no será alcanzado.
Sospechamos que los medios son semejantes al primer Anillo, de Tolkien (2001). Esto es, no se deja dominar, sino que domina a aquél que lo usa, principalmente cuando se pretende sacar algún provecho propio.22 De ese modo, su uso indiscriminado, principalmente para la celebración, puede traer, como consecuencia, una superficialidad del misterio y una banalidad a lo que se celebra. Vale recordar que ésa fue una pre- ocupación siempre presente en los debates entre comunicadores y liturgistas sobre liturgia de radio y televisión (CNBB, 1982; 1994). Ade- más, el tema central del VI Encuentro Nacional de Liturgia de Radio y Televisión fue Lenguaje Litúrgico X Lenguaje Televisivo (CNBB, 1994:9).

LOS DESAFÍOS

La presencia de la Iglesia en los medios, utilizando criterios, formas y procedimientos similares a las Iglesias Neopentecostales, trae consigo desafíos que deben ser enfrentados por los agentes de pastoral. No se puede olvidar que la dimensión televisiva, por ejemplo, exige que se vaya más allá de una consideración sobre el contenido de los programas. Ya en 1969, Marshall McLuhan advertía que la influencia de la televisión en la vida de las personas era ejercida por el simple hecho de asistirla. El medio es mensaje, señalaba el pensador canadiense (McLuhan, 2002).
Por lo tanto, el teleevangelista católico es llamado a tomar en cuenta otras variables en su relación con los medios, superando las visiones tradicionales con que la Iglesia Católica interpretaba el fenómeno: el contenido, la utilización y la reflexión sobre el proceso. Hoy, al utilizar cualquier vehículo para la evangelización, otra dimensión se presenta como desafiante: el proceso de encuadre practicado por la televisión.23
EL proyecto de la televisión debe ser buscado en el modo como ésta realiza el encuadre de su programación, desde la apertura hasta el cierre. De este modo, cuando un programa entra a formar parte de la barra de programación de un medio, independientemente de su contenido, estará contribuyendo para la construcción de sentidos éticos buscados y proyectados por ese mismo medio. Consecuentemente, el medio deja de ser neutro, como canal, dando al programa un sentido y una dirección que puede ser el opuesto al deseado por el presentador o realizador. En esa perspectiva, a pesar de lo que se pueda decir, cuando se participa en determinado programa, por ejemplo, la presencia de un agente de pastoral en el medio de comunicación adquiere un sentido ético más allá de su voluntad o deseo. Eso significa decir que la participación en el Programa de Xuxa, de Faustão, de Ratinho o de Gugu Liberato,24 posee un significado ético y una semántica que sobrepasan los límites de lo que entrevistado y entrevistador puedan decir y hacer. Lo mismo se debe inferir de la celebración litúrgica inserta en la barra de programación de una emisora de televisión.

Aunque se pueda decir que lo importante es aprovechar las brechas que abre el sistema para pasar el mensaje evangélico, lo que prevalece en el imaginario de las personas es el proyecto ético de la emisora que transmite el programa. Tal proyecto es mayor y posee más fuerza que la propuesta del agente de pastoral. Aun cuando se piensa que se está utilizando el canal como un medio para hacer llegar el mensaje del Evangelio a todas las personas, el efecto es el contrario. No se utiliza el canal, sino que se es utilizado por él.
El enigma que desafía a la persona que desea aventurarse en el campo de los medios para promover la evangelización es la correcta dimensión de su inserción en el medio. Es imperativo encontrar los límites de los dos procesos –de los medios y de la evangelización– para identificar los pasos que se pueden y deben dar. La tarea es substantiva, pues de ella dependen los destinos de los sinnúmeros de tele-evangelistas católicos, desde las estrellas hasta los menos cotizados.
Más apremiante es el desafío cuando, en la postura de la Iglesia Católica frente a los medios, se advierte la tendencia de bautizarlos. De ahí que se haga una acción genitiva, subrayándose siempre el calificativo católico como el más importante. Con todo, en el caso de los medios, el sustantivo posee más fuerza e imprime sus reglas y sus leyes. Tal hecho ya había sido constatado en 1972, en el I Encuentro Nacional de Liturgia de Radio y Televisión (CNBB 1994:9-ss). En aquella ocasión se afirmaba que siendo la liturgia la cumbre y la fuente de la vida de la iglesia (...), la Liturgia de Radio y TV debe tener como primer objetivo la formación de la Iglesia, alcanzando los varios niveles de participación, respondiendo al plano de pastoral orgánica de las diócesis (ibid.:10).

Recuerda que la participación está unida a la transmisión, debiéndose conjugar bien la imagen y el sonido al transmitir el mensaje. De ese modo, la “liturgia debe ser adaptada tanto al medio ambiente a que se dirige, (...) como al medio que la transmite” (idem). Se deduce de ahí que existen diferencias substanciales entre una asamblea litúrgica (u orante) presencial y las relaciones que se establecen a través de medios de comunicación social. Si, por un lado, toda la interacción entre personas se inscribe en el ámbito de la comunicación (en este caso, todo es comunicación), por otro lado, los medios de comunicación son artífices
de un modo muy particular de interacción. Para que realmente sean propulsores interactivos deben subordinarse a procesos y leyes que los distingan sustantivamente de las demás formas de interacción. Sobre todo, en virtud de su subordinación a órdenes políticos y económicos dominantes. Son, antes que cualquier cosa, empresas comerciales, cuyo eje motor es el lucro (ibid.: 11).
Es el momento en que se debe volver a la observación realizada en el inicio de este texto, cuando se distinguía entre evangelización de los medios, con los medios y a través de los medios. En el primer caso se incluye aquella actuación eclesial que procura trabajar con los profesionales de los medios de comunicación, con los profesionales de la media. Como son personas que interactúan directamente con la opinión pública, poseen una amplia exposición pública y su palabra es formadora de opinión, necesitan de una formación humana, ética y religiosa de calidad. La solicitud pastoral debe mirar con atención a esos profesionales. Eso involucra trabajar, desde los tiempos de su formación universitaria básica, buscando que se desarrollen integralmente como personas.

En el segundo caso está el aprovechamiento de los productos culturales para, a partir de ellos, llevar a cabo la acción evangelizadora. Aquí se exige una formación más acentuada del agente de pastoral, pues supone conocimiento de la lógica del producto y su posible utilización como momento disparador de la discusión crítica.25 En este caso se valoriza los productos culturales de los medios para desencadenar una acción pastoral. Los dos primeros casos, no obstante que exigen una formación sólida para quienes se dedican a ello, no ofrecen mayo- res problemas. Éstos surgen en el tercer caso, cuando se pretende utilizar las transmisiones de los medios como formas para aumentar el alcance de la voz, de la imagen, del mensaje evangélico. La formación exigida, en este caso, supera en mucho a aquélla que poseen la mayoría de los agentes de pastoral que actúan en los medios. Éstos involucran la conjugación de la formación técnica y profesional de alto nivel, formación teológica y humana arriba del promedio. No basta tener una buena apariencia, buena voz y saber cantar o danzar. Es necesario conocer profundamente los procesos mediáticos. Al mismo tiempo, el que se dice debe resistir los cuestionamientos del tiempo y estar en consonancia con las grandes preguntas que los hombres y las mujeres contemporáneos se hacen constantemente. El periódico, el micrófono, la cámara no son meros instrumentos de potenciación del antiguo púlpito. Un programa religioso, colocado en una barra de programación que carezca de mayor preocupación con la formación integral de la persona, estará justificando esa misma barra. Así, no basta el contenido del pro- grama para justificar su transmisión y difusión. Es necesario considerar el canal que él transmite y la sociedad que él asume al ser producido y presentado. La exigencia se torna más imperiosa cuando el programa producido y transmitido es la celebración litúrgica. No se puede ignorar la compañía que se tiene durante el resto de la programación de la emisora, que debe ser examinada en su totalidad. En este particular cobra sentido el dicho popular: dime con quién andas y te diré quién eres. Es la totalidad lo que da sentido ético a la parte. En tal caso, el programa religioso estará cumpliendo con una función a propósito de- signada, sobrepasando las intenciones de su autor o presentador. En el inicio de las actividades, bendice el que viene después; en el cierre de las transmisiones, justifica todo lo que fue hecho. El sentido de la parte es dado por el proyecto de la totalidad.
Lo que vale para las emisoras comerciales vale igualmente para las redes católicas, sea de radio o de televisión. El sentido ético de su existencia no es construido a partir de un único programa, sino por el conjunto de su programación y la totalidad de sus opciones.26
Eso sin contar con la ya mencionada necesidad de hacer concesiones al lenguaje específico de los medios, no siempre compatible con el lenguaje y procesos religiosos. La dinámica de los medios electrónicos se apropia de la figura del comunicador cristiano y lo devora con sus exigencias. Dentro del mundo de los olimpianos, 27 las mismas leyes que rigen las estrellas de los medios se aplican a la figura del sacerdote que en ella se aventura. Él es explorado como un astro, es promovido, admirado, siempre y cuando posea audiencia y venda productos. Cuando deja de ser novedad, sale de moda y es olvidado por los medios. Ésta es la lógica del capital y de la industria cultural. Muchas veces, con vistas a la preservación de su imagen, determinado astro o estrella de la televisión sale de escena. Otras veces, su figura es tan fuerte que eclipsa a todos los demás que con él aparecen.28 Por otro lado, el trabajo con las masas, con multitudes de aficionados que aplauden y se desmayan, corre el riesgo de conmover sólo a través de la emoción, sin una mayor consistencia en la opción religiosa. Sin negar la importancia de la emoción y del imaginario, es imperioso recordar que la comunidad de fe necesita de personas comprometidas con la práctica de la solidaridad y de la justicia, según el proyecto de Jesús Cristo. Por lo tanto, es necesario que ocurra una verdadera conversión del corazón y de la mente, que se da con el encuentro personal con Jesús Cristo.
El comunicador cristiano que no esté consciente de todos esos riesgos podrá confundir el elogio fácil con la aceptación del mensaje evangélico, motivo final de todo el trabajo religioso. Las masas son volubles y el compromiso de ellas dura mientras dure su encantamiento por el ídolo. Quien debe brillar en el corazón de las personas es Jesús Cristo y no su ministro. En el trabajo es importante que el ministro disminuya para que Cristo pueda crecer. Decididamente, ésa no es la lógica de la industria cultural ni la propuesta de sus agentes.
El enigma está colocado para todos los que trabajan con evangelización en los medios. En caso que no sea adecuadamente descifrado, devorará a quien se atreva a desafiarlo, sumergiéndolo en el torbellino triturador de tantos otros ídolos y estrellas del pasado.


1 Profesor investigador del Programa de Posgrado en Ciencias de la Comunica-
ción. Pró-Rector Académico. Universidade do Vale do Rio dos Sinos. São
Leopoldo-RS-Brasil.
Correo electrónico: pgomes@unisinos.br
2 Profesor investigador del Programa de Posgrado en Ciencias de la Comunicación. Universidade Vale do Ro dos Sinos. São Leopoldo-RS-Brasil.
Correo electrónico: fausto@unisinos.br
3 Para la evolución del pensamiento de la Iglesia Católica sobre el asunto se puede ver Soares, 1988.
4 Para mayor información ver nuestro estudio en Gomes, 2002:121-137.
5 Pio XI. Vigilanti Cura, nº 7.
6 Pio XII. Miranda Prorsus, nº 17.
7 Concilio Vaticano II. Inter Mirífica, nº 1.
8 Pontifícia comissão para os meios de comunicação social. Communio et
Progresio, nº 1.
9 Medellín, Documento 16, nº 2.
10 Nota de traducción: CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana).
11 Puebla, op. cit. nº 1069.
12 Emanada, en 1984, de la Equipe da Reflexão do Setor de Comunicação da
CNBB. São Paulo: Paulinas, 1984.
13 Por ejemplo, campañas que abogan por el acto de apagar la televisión como
forma de protesta contra los desmanes realizados por los medios de comunicación. O también, movimientos contra la pornografía y la baja calidad de programas de auditorio y telenovelas, reivindicando una actuación más decisiva del Congreso y del Gobierno en términos de una ley para la televisión.
14 Aquí merecen destacar tres experiencias, todas vinculadas a movimientos laicos: Rede Vida de Televisión, Rede Cancão Nova de Televisión y la Televisión Siglo XXI.
15 La experiencia ocurrió en 1972, en Porto Alegre, con la TV Difusora, Canal
10. Más tarde, esa emisora de televisión fue vendida para la Rede Bandeirantes.
16 Experiencia llevada a cabo por un grupo de congregaciones religiosas, con el apoyo de la Conferencia dos Religiosos do Brasil (CRB), con sede en la ciudad de São Paulo.
17 El más famoso, con inserciones en todas las emisoras de televisión, es el P.
Marcelo Rossi. Además de la misa transmitida por la Rede Globo de Televisión, el P. Marcelo posee programas de la Rede Vida de Televisión, grava CDs
y publica libros. Su misa, en el Santuario del Rosario Bizantino, posee mucha demanda. En la esterilla del P. Marcelo, otros padres cantores surgieron en el resto del país. Su participación en programas de radio y de televisión inaugu- ran un nuevo modo de presencia de la Iglesia Católica en los medios.
18 “Processos Midiáticos e a Construçaõ de Novas Religiosidades: As Dimensões
Discursivas” PPGCC. Unisinos. São Leopoldo. 2002. Investigación coordina- da por el profesor Antônio Fausto Neto.
19 Sobre este asunto, el P. Zezinho (2004:35) hace referencia que, en apenas tres años (no menciona cuales), tres emisoras de televisión católicas emitían 2,700 horas de programación por mes. Existen varias informaciones de diferentes fuentes sobre la programación de las emisoras confesionales; datos, entretanto, que no están consolidados de forma segura.
20 “Processos Midiáticos e a Construção de Novas Religiosidades: As Estratégias
de Recepção” PPGCC. Unisinos. São Leopoldo. 2004. Investigación coordinada por el profesor Antônio Fausto Neto.
21 Éste es el fenómeno de los shopping centers, donde las personas van más para
mirar que para comprar. Se participa por la asistencia.
22 En el libro, el personaje Frodo, aún estando con el anillo sin ningún interés de
poder, llevándolo para ser destruido, en el final de la trama estaba totalmente poseído por él, sin condiciones objetivas de cumplir con la misión.
23 Conforme reflexión desarrollada por Kilpp (2002).
24 Los dos primeros poseen programas en la Rede Globo de Televisión. Los dos últimos poseen sus programas en el Sistema Brasileiro de Televisão (SBT). Xuxa, por demás conocida en la América Latina, es responsable por progra- mas infantiles en la Rede Globo. Fausto Silva (Faustão) presenta un progra- ma de variedades los domingos de tarde en la Rede Globo. Gugu Liberato compite con Fausto Silva en las tardes de domingo en el SBT. El presentador Ratinho posee un programa en el SBT mezcla de variedad y policial.
25 Por ejemplo, cuando el agente de pastoral se sirve de programas de televisión
conocidos, de películas que tocan profundamente en temas existenciales etc., para, a partir de ellos, discutir los asuntos esenciales de la fe y de la existencia humana. En ese particular están las películas: Minority Report, Cidade de Deus, Inteligencia Artificial, entre otros.
26 Eso significa decir que, al participar de la programación de una emisora identificada con un movimiento, el agente de pastoral, agente de comunicación, estará asumiendo las posiciones y visiones de mundo y teológicas de aquéllos que dirigen esa misma emisora.
27 Según expresión de Morin (1970).
28 Éste es el caso del P. Marcelo Rosi. Cuando él está presente en una celebra- ción transmitida por la televisión, todos los demás se tornan acólitos y asu- men un papel secundario. Es lo que ocurre constantemente con su obispo diocesano.


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Fecha de recepción: 8/06/2004. Aceptación: 15/11/2004.



ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS

"God bless America"
Enrique Soto*

La reciente campaña electoral en Estados Unidos (de resultado incierto al cierre de este número) se enmarcó en profundos procesos que han ido conformando la matriz ideológica sobre la que se sustente la sociedad norteamericana. La conformación de un nacionalismo político-religioso a partir de la identificación de la nación con las raíces anglosajonas y protestantes de los primero colonos no es ajena a jugadas políticas contemporáneas como la designación de los candidatos a Vicepresidente en los partidos mayoritarios. Por su innegable importancia hegemónica en el concierto internacional, así como por las características que imprime en las producciones culturales que se irradian al resto del mundo convendría detenerse a profundizar en algunas de las claves ideológicas predominantes del sistema político estadounidense. Más allá del registro anecdotario de la campaña electoral en donde George Bush hijo en algún momento pareció acumular el mayor número de imprecisiones que lo llevaron a una tendencia descendente en las encuestas, interesa reflexionar ­sin dogmatismo ni preconceptos- acerca del trasfondo ideológico sobre el que se levanta su candidatura, como marco referencial para aproximarnos a lo que está en juego en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos.

A grandes rasgos, podríamos considerar el marco ideológico estadounidense dentro de la tradición liberal europea; el texto de Declaración de la Independencia y la propia Constitución parten sobre todo de John Locke. Esta matriz ideológica ha sido a lo largo de los años modificada en diverso grado por diferentes tendencias en donde confluyen intereses económicos, políticos, religiosos y militares, llegando en determinados casos a contradecir los principios básicos del liberalismo. La más importante de estas tendencias se concreta en el "fundamentalismo", esa forma de conservadurismo político-religioso, en el que la religión predominante ­ el protestantismo- se ha transformado en una verdadera ideología autolegitimadora. Para un sector considerable de la población blanco-protestante americana, Estados Unidos ha sido una nación bendecida por Dios. En esta perspectiva la historia estadounidense se ha identificado con las raíces anglosajonas y protestantes de los primeros colonos, edificando a lo largo de los años un nacionalismo político-religioso y demonizando a quienes pueden significar un peligro para sus intereses. Víctimas de ese discurso paranoico, moralizante y puritano desde una visión prejuiciada del texto bíblico, han desfilado los positivistas, masones, judíos, católicos, comunistas, homosexuales y feministas, entre otros. A pesar de la explícita separación entre la iglesia y el estado proclamada en los textos fundacionales, la religión se vive con características muy particulares y el índice de agnósticos y ateos es uno de los más bajos del mundo. Estados Unidos nunca ha tenido un presidente agnóstico ni ateo. En todas las campañas preelectorales se refleja un alto grado de compromiso religioso, se hace referencia permanente a Dios, los candidatos aparecen siempre rodeados de asesores morales y religiosos. Las condiciones de "blanco" y "protestante", están dentro de aquellas que viabilizan el acceso al sillón presidencial. Todos los discursos terminan con: "Dios bendiga América" (God bless America). John Kennedy fue el único presidente católico y esta condición lo obligó a sortear una larga cadena de dificultades para llegar a la Casa Blanca.
Esta impregnación religiosa de la clase política se acompaña por la permanente acción de los teleevangelistas que terminan convocando a la exaltación del público. El fundamentalismo de principios del siglo XX es el eje ideológico a partir del cual se vertebra gran parte del conservadurismo político-religioso actual. Esta particular lectura de la Biblia se transforma en la única referencia ética, política y cultural en contraposición a las teorías darwinistas y al avance del marxismo en Europa, impuesto por los cambios que se sucedían a partir de la sociedad industrial.

Entre 1915 y 1920, Lyman Stwart, un millonario del sur de California, editó una publicación de doce volúmenes con el nombre de "Los Fundamentales". Allí se recogía la visión de un importante número de teólogos conservadores, logrando una amplia difusión y aceptación en vastos sectores de la sociedad estadounidense. A partir de allí surge el término "fundamentalismo", que comienza a ser visto con simpatía, especialmente entre los miembros del Partido Republicano. Este término es retomado en la década de los setenta por la prensa estadounidense para referirse a los sectores más conservadores de los países islámicos. El "fundamentalismo" es el antecedente ideológico de uno de los fenómenos más influyentes de la historia contemporánea de los Estados Unidos: la Nueva Derecha político-religiosa o también llamada Nueva Derecha Cristiana. Esta nueva versión del "fundamentalismo" surge en respuesta a los movimientos de liberación de los años sesenta y setenta. Aparece con un gigantesco poder mediático consecuencia a su vez de un importante poderío económico que abarca desde grandes empresas, universidades y hospitales hasta cadenas de televisión. Según diferentes estudios su incidencia es mayor en las comunidades culturalmente más aisladas.

La Nueva Derecha Cristiana parte de los siguientes preconceptos:
a) la sociedad está en decadencia;
b) se deben recortar los derechos que están contra los designios de Dios y la tradición estadounidense (homosexualidad, aborto, feminismo, pornografía, drogas, humanismo);
c) reafirmación de la Biblia como referencia a seguir.

Su metodología de acción está cargada de un maniqueísmo que divide a la sociedad en buenos y malos, blancos y negros. Sus discursos son eufóricos, recordando el estilo seguido por muchos regímenes totalitarios. Esta concepción se indentifica más radicalmente con los sectores mayoritarios del Partido Republicano, que han dado cobijo institucional a estos sectores dentro de la estructura partidaria. En el año 1980 diseñaron una agresiva campaña publicitaria convocando a votar por Ronald Reagan y acusando a Carter de defender el derecho de los homosexuales. Muchos líderes de la Nueva Derecha Cristiana ocuparon lugares claves de gobierno en la administración Reagan. Este período (1980-1988) se caracterizó por una fuerte reducción de los impuestos a la riqueza y de la asistencia social, simultánea con el aumento del gasto en defensa. Esta corriente político-religiosa ha generado diversas reacciones, particularmente en los sectores más progresistas de la sociedad que observan con preocupación la incidencia que la misma ha alcanzado en los círculos de poder. Varias comunidades protestantes han manifestado que no se sienten identificadas con las propuestas y la línea de acción que lleva adelante la Nueva Derecha Cristiana, abriendo así un flanco a la hegemonía "fundamentalista".
La comunidad judía mira con desconfianza la evolución de este fenómeno, pero sus sectores más religiosos y ortodoxos comparten los postulados referentes al aborto, la pornografía, la homosexualidad y la moral. Incluso algunos pretenden extender la "mayoría moral", abarcando a sectores de la sociedad que se extienden más allá de la Nueva Derecha Cristiana, incluyendo a las comunidades judías ortodoxas.

Más relevante que las figuras de los primeros candidatos a la presidencia, George Bush Jr. y Al Gore, cuyos discursos arriesgaron poco con el objetivo de no perder electorado por ninguna de las puntas, resulta la elección de los vicepresidentes. La trayectoria ­ más que el discurso ­ de los mismos, sintetiza los criterios que se valorizan a la hora de conformar el esquema de poder en los Estados Unidos. Dick Cheney, un petrolero millonario, fue el candidato a vicepresidente por el Partido Republicano. Se trata de un hombre identificado con los sectores más conservadores del Partido, que ha votado sistemáticamente en contra de todas las leyes sobre derechos civiles, control de armas, derecho al aborto ­aun en caso de violación -, en contra de la protección de los parques nacionales, en contra de cualquier ayuda a las minorías y sectores más pobres. Cheney estuvo entre quienes se negaron a apoyar la solicitud de liberación de Nelson Mandela. Se trata de un fiel representante del "fundamentalismo cristiano". Al Gore optó por Joe Liberman, el primer judío que ha sido designado para ocupar un cargo de esta naturaleza. Con esta designación el Partido Demócrata emitió dos claros mensajes electorales. Por un lado intentó captar las simpatías de las minorías ­étnicas, religiosas, inmigratorias- y por otra apostó a que su condición de judío ortodoxo resultase atractiva para los cristianos fundamentalistas, entrando en la denominada "mayoría moral", pero desde un posicionamiento más liberal en lo político. Fue de los más duros al criticar al presidente Bill Clinton por su "affaire" con Mónica Lewinsky, pero también ha sido de los más fieles en respaldar la política económica del mandatario.

Opacadas por el inesperado show de no conocerse el ganador a quince días de realizadas las elecciones, la campaña electoral puso de manifiesto el grado de incidencia de las fuertes corrientes inmigratorias que han modificado el mapa sociopolítico de los Estados Unidos, particularmente en los últimos veinte años. Las nuevas colonias de inmigrantes -en especial latinos y asiáticos- no suelen sentirse identificadas con la tradición norteamericana. Todo parece indicar que los demócratas captaron esta realidad con mayor habilidad electoral, aunque parece que eso no fue suficiente. Sin cortar los lazos con la "mayoría moral" pusieron su mirada en otros pueblos que conforman la sociedad norteamericana. Esto quedó de manifiesto en las características de los candidatos y en propuestas programáticas más moderadas. Los republicanos continuaron fieles a su esquema clásico, reeditando los perfiles del "fundamentalismo cristiano" como forma de salvar la tradición norteamericana. Apostaron a resucitar la maquinaria del poder de la era Reagan, poniendo en los sectores más conservadores de la humanidad el gobierno de la primer potencia. Me temo que les salió bien.


La revancha de Dios

En 1976 fue elegidoCarter como presidente de los Estados Unidos, en 1977 por primera vez ocupó el puesto de primer ministro elegido israelí una persona no perteneciente al laborismo sino a un partido religioso, en 1978 salió del cónclave como Papa Juan Pablo II y en 1979 regresó Jomeini a Irán. Si todos estos acontecimientos tienen un elemento común que los identifica, todavía es posible multiplicar los ejemplos para cubrir la totalidad del mundo e, incluso, hasta cierto punto la totalidad de las religiones. En fechas parecidas la aparición de los evangelismos en Hispanoamérica hicieron nacer un protestantismo de raíz carismática como competidor del catolicismo predominante en la región. En India, movido por una especie de complejo de inferioridad ante el activismo de la minoría musulmana, el hinduismo también adquiría un nuevo talante más competitivo e incluso agresivo. Los teleevangelistas norteamericanos, durante mucho tiempo un fenómeno anecdótico, aparecieron pronto asociados a la regeneración moral que necesitaba una sociedad. En Israel el movimiento Gush Emunim promovió la repoblación con colonos de nuevos asentamientos en zonas de población palestina por motivos fundamentalmente religiosos mientras que en la propia Jerusalén casi un tercio de los votos iban a los partidos religiosos fundamentalistas. Todos estos ejemplos aparecen en un libro de Gilles Kepel significativamente titulado "La revancha de Dios". La tesis principal del mismo es que, a mediados de los setenta, para sorpresa de muchos observadores, se hizo presente en todo el mundo una nueva y más estrecha relación entre religión y vida política. Los hechos citados responderían, por tanto, a una ola de fondo consistente en la reaparición de la religión como elemento vertebrador de la vida social. No cabe, por tanto, atribuirlos a una casualidad aunque también hay que constatar que en ellos se encerraban realidades muy plurales. Así sucedió en cada una de las religiones. Tomemos el caso del catolicismo presente en una sociedad que parecía estar más secularizada que nunca. Como afirmó el cardenal Lustiger, arzobispo de París, los católicos del fin de siglo eran conscientes de vivir en el inicio de la era cristiana en cuanto que el olvido de Dios sería, según él, culpable de los males de la sociedad de esta época. Lo significativo es que Lustiger procede del mundo judío polaco y se educó en la burguesía liberal parisina, es decir de medios poco tradicionalmente vinculados al catolicismo. Para él el ansia de recristianización se presentaba como una superación de la modernidad o un desencanto de lo laico. Pero fenómenos concomitantes se podían encontrar en el cardenal Ratzinger, siempre insistente a la hora de subrayar la especificidad de lo católico, en el grupo "Comunión y liberación", proclive a ver como ideal una recristianización directa de la acción política sin las mediaciones de la democracia cristiana, e incluso en el Papa Juan Pablo II, que parece haber considerado a Polonia como modelo de resistencia de una sociedad cristiana frente a una ideología atea o como laboratorio de recristianización. La idea de Juan Pablo I sobre la "nueva evangelización" no puede desligarse de una mentalidad generalizada en este último cuarto de siglo. En el cónclave de 1978 los cardenales decidieron un viraje histórico porque pensaron que los tiempos estaban maduros para ello. De esta manera se rompió con la norma secular que presuponía la necesidad perpetua de un Papa italiano eligiendo un Papa de una procedencia particularmente inesperada hasta parecer inconcebible. Pero lo más importante reside en que el largo pontificado de Juan Pablo II ha tenido unos rasgos muy marcados y significativos. Ha sido un pontificado polifacético que, por ello mismo, se encuentra, desde el punto de vista históriográfico, con el problema de recibir un enfoque adecuado. Ha resultado, además, muy controvertido de modo que si para el Dalai Lama Juan Pablo II ha sido un gran hombre para el historiador Le Goff ha significado una síntesis entre el medioevo y la televisión. Lo que parece evidente es que el Papa es un personaje poco conformista: a partir de él los Papas pueden hacer alpinismo o nadar, e incluso haber tenido novia y haber escrito poesía. Papa de una época individualista, Juan Pablo II utiliza el yo personal incluso en las encíclicas. A la hora de establecer un balance de urgencia sobre su persona hay que decir que se ha tratado de un Papa viajero que había realizado a fines de 1998 ochenta y cuatro viajes internacionales y que, en consecuencia, casi un año y medio de su pontificado lo había pasado fuera de Roma. Eso quiere decir que los asuntos ordinarios han quedado, quizá, en una proporción superior a épocas anteriores, en manos de la Curia. Los viajes, por otro lado, no tienen el contenido político de otros tiempos sino que son en mucho mayor grado evangelizadores. Pero eso no quiere decir que hayan carecido de trascendencia en aquel aspecto. Como se verá en capítulos posteriores, el pontífice ha jugado un papel de decisiva importancia en la caída del comunismo. La persecución religiosa en los países comunistas sirvió para descubrir los valores de la libertad e identificar con ella a la Iglesia católica. Pero, al mismo tiempo, el pontífice ha visto en los países salidos de la dictadura comunista muchos peligros como, por ejemplo, los derivados de la secularización galopante de una sociedad vinculada con valores cristianos en momentos de resistencia. Juan Pablo II ha proseguido, por otra parte, los esfuerzos ecuménicos pero encontrando respuestas muy variadas. Han sido más frías en el Norte de Europa y, en cambio, más dialogantes en la anglicana, hasta que han surgido problemas con el sacerdocio femenino. Ha tenido, por otra parte, una visión de Europa más completa que la de sus predecesores al nombrar copatronos de Europa a los santos Cirilo y Metodio, pero las relaciones con los países de religión ortodoxa por la vinculación con los nuevos regímenes políticos salidos del comunismo y por las dificultades puestas al apostolado católico. En lo que atañe más directamente a la vida social y política, la actitud Papal de fondo ha implicado una frecuente actitud crítica contra el capitalismo y el socialismo. Ambos, en efecto, fueron condenados en la Laborem exercens, quizá el documento más definitorio del pontificado. Esta encíclica insiste en la exigencia de justicia social y señala como objetivo la solidaridad que debe ser entendida como un compromiso de responsabilidad colectiva para el bien común. Pero si bien el Papa considera que la religión debe tener impacto en la vida social, además tiene la idea clara de que debe reorientar a la propia Iglesia. Juan Pablo II es un intelectual; no puede extrañar, por tanto, que una parte de sus preocupaciones se hayan dirigido a poner en relación la ciencia y la religión. Pero es también un pastor cuya labor no se dirige tanto a los paganos o los pertenecientes a otras religiones como a los que, siendo católicos, muestran un comportamiento cada vez más cercano a los indiferentes. El esfuerzo mayor de su pontificado quizá haya sido el dirigido a reconquistarlos. En este sentido su visión respecto a la familia se fundamenta en la moral tradicional. Considera, por ejemplo, a las uniones de hecho con un "desorden" y una de sus más decididas batallas ha sido en contra de la legalización del aborto en las sociedades avanzadas. Al mismo tiempo, ha canonizado y beatificado a más personas que todos los Papas de este siglo -280 canonizaciones y 800 beatificaciones- estableciendo unos modelos a imitar que remiten al pasado. La Iglesia católica de Juan Pablo II es, en definitiva, más homogénea, articulada y dirigida desde arriba que la del pasado. Esta unidad la convierte en más autoritaria y centralista, más desacomplejada, más directamente activa en la vida social o política y, al mismo tiempo, más tendente a situar en sordina algunas instituciones urgidas del Concilio Vaticano II. Por un lado, se muestra más próxima que nunca a autofinanciarse y capaz de aceptar la paridad de derechos con la mujer pero, al mismo tiempo, muy rígida a la hora de condenar al sacerdocio femenino o el matrimonio de los sacerdotes. La Iglesia católica, por otro lado, es cada vez menos occidental y europea y lo seguirá siendo gracias a que las vocaciones crecen sobre todo en África y Asia. En Occidente, en cambio, frente a una Iglesia que parece primar la catequesis y el sacramento de la confirmación, abundan los cristianos sin Iglesia o aquellos que hacen poco caso de las directrices eclesiales. Con respecto a esta propensión, es relativamente poco lo que ha logrado el pontificado de Juan Pablo II. Si nos trasladamos a Medio Oriente encontraremos un panorama muy distinto pero coincidente, en la manifestación del creciente papel de lo religioso en la vida política y en la organización y en el restablecimiento de valores tradicionales junto con el empleo de medios modernos para lograrlo. En el fundamentalismo religioso islámico han jugado un papel muy importante la "intelligentsia" y los jóvenes. Significa, a menudo, una ruptura con la tradición religiosa inmediata expresada de forma institucional y una descalificación de los fundamentos del orden social heredado considerado en realidad como un desorden ilegítimo por poco respetuoso con la tradición auténtica. En este sentido, supone también el fracaso político, económico y social de quienes han ejercido el poder hasta el momento. Su personificación no es tanto el salvaje primitivo como la mujer con velo que utiliza ordenador. Su tiempo histórico no es el de un retorno al pasado como el de las consecuencias de una modernización rápida. En todo ello existe una diferencia esencial de grado con el mundo occidental cristiano. No es posible imaginar un equivalente de la República islámica fuera de Medio Oriente o en el Norte de África. El fundamentalismo propiamente dicho no ha nacido hoy sino que sucedió al final del XIX. Su propósito inicial fue reconciliar al Islam con la ciencia y, además, lograr la unificación de todos los ritos musulmanes. Los primeros y los más influyentes movimientos integristas nacieron en zonas de colonización británica como Egipto y Pakistán. Pero todos estos no fueron más que antecedentes. Los años setenta constituyeron una década bisagra para todo lo relativo a las relaciones entre religión y política, pues si hasta entonces había dado la sensación de que triunfaba la secularización de las sociedades islámicas, en 1975 la situación empezó a cambiar y se volvió a los valores religiosos como fundamentadores de la organización de la sociedad. No se entiende el proceso sin tener en cuenta que los movimientos de reislamización tomaron el relevo de los grupos marxistas muy influyentes en el mundo árabe en torno a finales de los sesenta. Ese relevo era, entre otros motivos, posible porque el Corán contiene doctrinas directamente referentes a la organización social y política de la comunidad de creyentes. La visión fundamentalista del Islam consiste en considerar que al avance técnico occidental se puede contraponer la superioridad moral propia. Los escenarios sociales con los que siempre se encuentra el fundamentalismo remiten a un crecimiento demográfico fuerte y a un proceso acelerado de modernización con decisivo impacto en la urbanización de la sociedad. En 1976 el 70% de los iraníes tenían menos de 30 años mientras que los países del Magreb en el año 2025 tendrán más de cien millones de personas en esa edad. El fundamentalismo no es, por otro lado, una realidad característica del mundo tradicional sino de una modernización a ultranza acompañada de un régimen autoritario sea de mayoritario componente conservador (Irán) o revolucionario (Argelia). De cualquier modo actúa como un mecanismo de rechazo frente a una situación de desagregación de una sociedad provocada por esa rápida transformación. En el fondo ésta ya se ha secularizado -o, al menos, ha empezado a hacerlo- pero en ella queda un poso del pasado que es recordado de forma nostálgica y en buena parte reconstruido. La solidaridad en esta sociedad descompuesta es reconstruida gracias a un componente comunitario que nace de lo religioso. Los fundamentalistas han obtenido su éxito en buena medida gracias a sus organizaciones de apoyo, beneficencia social y solidaridad. El fundamentalismo ha logrado su impacto a través de dos procesos sucesivos: la islamización desde arriba mediante un proceso revolucionario pero también desde abajo gracias a la conversión de unas masas que actúan en una estructura política que no aceptan. La revolución de Irán ejemplifica la primera y el caso del escritor Rushdie, perseguido por sus escritos, es un buen testimonio de lo segundo con la peculiaridad de que en este caso el origen del fundamentalismo estuvo en la población emigrada en Gran Bretaña. No es un fenómeno que resulte excepcional porque también se han producido conflictos parecidos en el caso, por ejemplo, de la población musulmana residente en Francia y el empleo del velo en las escuelas públicas, juzgado como denigrante o, alternativamente, como signo de identidad. El fundamentalismo islámico hizo una aparición espectacular con la revolución en Irán (1979) pero, frente a los temores iniciales, pronto se demostró inexportable. Con posterioridad fue legalizado en Jordania y en Argelia; en Sudán se organizó en dos partidos distintos. No siempre, sin embargo ha sido aceptado en Medio Oriente. Siria se convirtió muy pronto en el bastión por excelencia de la laicización y fue el que protagonizó una más decidida represión del integrismo con decenas de miles de víctimas; Argelia, otro régimen nacionalista y de inspiración socialista, tuvo también una relación muy conflictiva con el fundamentalismo, que allí tuvo gran éxito porque implicaba un encuadramiento de la vida social cotidiana. Algo parecido sucedió en Egipto. De cualquier manera, en Medio Oriente el fundamentalismo, su aceptación o su rechazo, ha estado desde los setenta hasta la actualidad, con muchas oscilaciones, omnipresente. La "intifada", por ejemplo, nacida de un incidente laboral a fines de 1987, convertida en una realidad persistente que causó bastante más de mil muertos y definida por el rey Hussein de Jordania como "un estado de rabia en el que nadie puede controlar nada", no puede entenderse sin el caldo de cultivo del fundamentalismo aunque no coincida con él. Pero, descrito el ambiente en que ha nacido este fenómeno, es ahora preciso tratar de él en sus diversos escenarios.



Por ahora, Estados Unidos de América sigue siendo "una nación bajo Dios"

El lunes el 14 de junio de 2004, los E.E.U.U. perdieron una ocasión histórica para cambiar el Compromiso de Lealtad relacionado con la Constitución. Exactamente medio siglo detrás - el día de bandera, el 14 de junio de 1954 – durante la presidencia de Eisenhower, el Congreso, presionado por los grupos religiosos, decidía desde las alturas de la guerra fría distinguir los E.E.U.U. de los "comunistas ateos" insertando a Dios en el Compromiso de Lealtad. No se había mencionado a Dios en el original, escrito en 1892.

Cincuenta años más tarde, el lunes el 14 de junio de 2004, se esperaba que el Tribunal Supremo deshiciera esta decisión y pusiera el recitado diario del compromiso de miles de escolares norteamericanos en consonancia con la Primera Enmienda, que prohíbe a las escuelas públicas y a otras instituciones del gobierno "establecer" la religión. Pero el Tribunal Supremo eligió una salida fácil y rechazó el caso de Elk Grove Unified School District vs. Newdow por medio de tecnicismos. La cuestión constitucional permanece todavía en espera de una decisión. En junio de 2002, el 9o Tribunal del Circuito de Apelaciones de los E.E.U.U. reglamentó que la frase "bajo de Dios" era "un apoyo a Dios" y su mención en escuelas públicas contradecía la Primera Enmienda. El ateo Michael A. Newdow ganó el pleito que realizó a nombre de su hija, entonces de cinco años, contra las autoridades de la escuela por obligarla inconstitucionalmente a una postura religiosa. La decisión, bienvenida por los seculares, desató una tormenta de la condenas y de fervor religioso - particularmente entre las filas más altas del gobierno. Se generó un drama nacional, con el presidente Bush siguiendo personalmente el tema con pasión, y el Congreso aplicando todos los frenos legales para conseguir que el juicio fuera desechado. Este compromiso no era ningún ejercicio religioso, ni la posición oficial, ni un reconocimiento ceremonial de la herencia cristiana de la nación, etc. El gobierno intentó movilizar a la Corte de Apelaciones para que reconsiderara la decisión polémica de su panel, pero la Corte lo rechazó. El caso fue enviado al Tribunal Supremo. Atrapados en una situación incómoda, los ocho jueces bajo el Jefe de Justicia, Guillermo H Rehnquist, buscaron una puerta de escape y la encontraron: la demanda no tenía "ningún asidero legal". La orden de la custodia de una corte de California surgió a tiempo para certificar que el Dr. Newdow no tenía derecho al final de tomar decisiones sobre la educación de su hija. Este derecho estaba en manos de de la madre soltera de la niña. Una nota, obtenida de la señora, afirmaba no tener ninguna objeción en contra de que su hija recitara el compromiso, incluída la frase referida a Dios. Esta vuelta inesperada de acontecimientos terminó con todo lo embarazoso que, de otra manera, el caso habría podido crear en este año de elecciones.
Nigeria: Comisión de Radiodifusión prohibe "milagros" por la TV

La Comisión de Radiodifusión Nacional (CRN) de Nigeria ha prohibido la presentación de "milagros" y curaciones por fe en todos los programas de televisión. Las estaciones televisivas han sido advertidas de respetar estrictamente el edicto so pena de recibir multas, suspensión temporal e incluso pérdida de licencia. El director general de CRN, el Dr. Silas Yisa inició la erradicación masiva con el fin de detener las prácticas de los pastores y teleevangelistas milagrosos cristianos, quienes solían inundar los canales con afirmaciones dramáticas sobre los éxitos sensacionales de sus servicios sanadores. CRN tiene la misión de proteger los intereses de los Nigerianos contra tales fraudes, dijo el Dr. Yisa.

Las estaciones de TV están sufriendo pérdidas financieras sustanciales después de la desaparición de los programas de milagros. Ellas habían cosechado millones de las iglesias y los teleevangelistas. La radiodifusión de un programa de una hora, vía satélite, costaba US $ 10000; algunas de las iglesias solían patrocinar 20 horas por semana. Ahora los espacios en la programación son llenados con música no comercial y con documentales. Muchos nigerianos se sienten aliviados y felices por el cambio a programas de TV "libres de polución". Hay gran resentimiento en contra de las iglesias, que son percibidas en general como empresas de negocios escrupulosas. Algunos exigen que ellas paguen impuestos. Las iglesias cristianas se están movilizando en contra de la prohibición. Han tratado de movilizar el Senado en contra de ella, el cual ha comenzado una investigación oficial de la cuestión, pero hasta el momento no ha tomado ninguna posición. La "Embajada Cristiana", una de las iglesias más grandes de Nigeria, está retando la prohibición en la corte.


Estados Unidos: Plegarias en lugar de antibioticos

Rhianna Rose Schmidt murió el 19 de agosto de 2003. Tenía menos de dos días de edad. Infectada con sepsis puerperal al nacer, podría haber sido auxiliada con antibióticos. Pero sus padres, DeWayne y Maleta Schmidt no permitieron ningún tratamiento médico. Ellos, en lugar de eso, llamaron a los superiores de la Iglesia de los Primogénitos de Morgantown, de la cual son miembros, y les pidieron que rezaran por la bebé. Los 150 miembros de la iglesia “confiaron en Dios para curar la enfermedad” y rechazaron cualquier tratamiento médico.

Ahora un gran jurado en el Condado de Johnson, Indiana, investiga e caso para decidir si los Schmidts serán acusados por la muerte de la bebé. En casos similares en los años 80, muchos padres han sido condenados por negligencia infantil, homicidio involuntario u homicidio culposo. Los sucesos de muertes de niños causadas por fanatismo religioso de los padres no se han detenido desde entonces sino que a menudo pasan sin ser reportados, o se toman con ligereza por la policía y la justicia. Se conocen por lo menos dos casos más recientes que involucran a la pequeña comunidad de la Iglesia de los Primogénitos en Morgantown.



Carta al Dr. Navarro-Valls

NOTA con fecha 20 de Abril, 2003: Esta carta fue originalmente dirigida al Dr. Navarro-Valls, Portavoz del Vaticano y miembro clave del Opus Dei, indicándole que aparte del Opus Dei habían otras organizaciones/grupos tan serios y determinados como el Opus planeando la "Salvación del Mundo".

También le indicamos la futildad de dichos esfuerzos asi como exhortamos a abandonar tales planes.

Ahora bien, esta carta se aplica tanto a los "Salvadores" del Opus Dei como a los del Eje Mesiánico del Presidente Bush, como a los del Eje Verde de Gorbachev, como al grupo Islamista Fanático, etc. Por lo tanto, la publicamos como fue originalmente escrita hace ocho años y el lector puede aplicar el mensaje a todos los grupos "Salvadores".

Miguel de Portugal
[Carta Original publicada en Julio de 1995]

Asunto: Vuelva al Dios. Los planes cuidadosamente orquestados por el hombre para Salvar al Mundo fallarán.

Saludos y Buena Voluntad, Dr. Navarro-Valls:

Las Sagradas Escrituras, acentuadas por revelaciones Divinas, indican a dónde se dirige el mundo. Se sabe el resultado final. Nadie está siendo llamado por Dios para intentar pararlo. Sería tan satánicamente inspirado como Pedro intentando impedir que Jesús volviera a Jerusalén para ser crucificado. [Mateo 16:23]. Esta carta le es dirigida a usted y a sus colegas de la Prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei debido a las exigencias de Misericordia Divina. Matemáticamente hablando, lo que a Dios, Padre, le gustaría lograr a través de este contacto es reducir a un mínimo el sufrimiento que el mundo está padeciendo [el cual seguirá aumentando dramáticamente] dado el número de almas que tienen que ser salvadas antes del Final de Estos Tiempos. Ningún humano tiene el "poder" de salvar un alma; el poder humano sólo reside en reducir el nivel de sufrimiento que un alma tiene que soportar antes de que responda y regrese al camino en el que tiene que estar antes de que se separe del cuerpo.

En el marco de referencia del Tiempo se dice: "debemos salvar almas ". Desde la perspectiva Eterna lo que debería decirse es: "debemos cooperar con la Voluntad de Dios para realizar en el Tiempo lo que ya ha sido ordenado desde toda la Eternidad, sin violar la ley de Dios al hacerlo." Dr. Navarro-Valls, para facilitar nuestra comunicación, a continuación hay una lista de los grupos más importantes cuyo objetivo es "salvar al mundo".

Dentro de los escalones superiores de la Iglesia Católica
1. Los que abrazan ideologías Marxistas y sus derivados. Mejor ejemplificado por los que adoptan la Teología de Liberación en su forma literal y no en la forma teológicamente más pura.
2. Los super-Católicos que han programado su personalidad interior para: (a) persiguir el elitismo = egocentrismo colectivo; y (b) establecer una base de poder asentada en el dinero, a la vez que acomodan su aspecto para irradiar piedad.

Fuera de la Iglesia Católica
1. Los Judíos no orientados a Dios. Como aquellos que crucificaron a nuestro Señor.
2. Los super-Cristianos. Los TeleEvangelistas, predicadores apocalípticos, y aporreadores de Biblias. Su interés en la salvación de las almas sólo puede ser medido en dólares y en centavos.
3. Zhirinovsky y otros neofascistas/neonazis, y su socios entre bastidores.
4. El grupo de Un Orden Mundial. Ahora visiblemente encabezado por M. Gorbachev, Anthony Blair y el Ex-Presidente Bush (*).
5. Los Musulmanes no orientados a Dios. Los extremistas violentos.

[Ninguno de los poderes Mundiales Económicos y Militares está en la lista porque son controlados por uno o más de tales grupos.]

Dichos grupos trabajan para un mismo fin: salvar al mundo, según su forma de entender el problema. Todos ellos confian en el poder del dinero, y así, como consecuencia lógica y mística, dejan al Dios Vivo y Verdadero fuera de su solución. Como Ud debería saber, Dr. Navarro-Valls, "Nadie puede tener dos amos.... No puedes servir a Dios y mammon" [Mateo 6:24] aunque el Sr. Escrivá, mediante sus acciones, insinuó que tal aberración fuera posible. Los grupos citados en esa lista tienen directamente al dinero como amo, con el poder-derivado-del-dinero como corolario lógico, excepto los adeptos de la Teología de Liberación. El problema al que ellos se enfrentan es que en su "lucha de liberación" acaban usando los recursos de alguno de los otros seis grupos, por los cuales, en el análisis final, también serán controlados. Sí, Dr. Navarro-Valls, el mundo está en una situación que necesita la salvación. Filosóficamente y matemáticamente hablando, el mundo no puede seguir hundiéndose en la depravación moral, social y política, a un ritmo exponencial, sin destruirse. Precisamente por eso, el Dios Vivo y Verdadero tiene que intervenir directamente. Sólo Él puede sacar a la humanidad del agujero negro espiritual en el que se está hundiendo rápidamente. Cada grupo se considera a sí mismo Iluminado. Pretenden tener La Verdad. En Su más Sagrado Nombre se le pregunta a usted: ¿Qué Iluminación? ¿Qué Verdad? ¿Acaso usó Jesucristo o Sus Apóstoles un poder basado en el mundo material para establecer la Iglesia? ¿Se unió Mateo a los Apóstoles y siguió ganando grandes sumas de dinero para poder ser a un buen Apóstol y ayudar a los pobres? ¿Le dice Jesús al joven rico: "danos tu dinero para que podamos promover Mi mensaje, únete a nuestro grupo y luego vas a..."?

Dr. Navarro-Valls, eso es un "camino" bien conocido y muy transitado y no conduce en ninguna otra parte excepto al infierno. Ud y los miembros claves de otros grupos de la lista piensan que todos los planes cuidadosamente orquestados van a dar los resultados deseados. No, Dr. Navarro-Valls, no será así. Dios ha permitido a todos esos falsos planes salvíficos llegar tan lejos por la acción de Su Voluntad Pasiva. Es parte del Misterio de Iniquidad. No han llegado tan lejos porque Él esté de acuerdo ni porque no se haya dado cuenta. [El Capítulo 22, versículos 13-23 del Libro 1 de Reyes clarificará lo que significa Su Voluntad Pasiva.]

Por ejemplo, Dr. Navarro-Valls:
(A). Puesto que las Apariciones y Mensajes Marianos no se ajustaban a los planes de ciertos grupos, han sido adaptados de modo que incluso los "mensajes" actuales sean compatibles con sus proyectos. Han sido desprovistos de su urgencia y/o exactitud Apocalíptica. El mejor ejemplo de esto es la revelación de la supuesta Tercera Parte del Secreto de Fátima. Un esfuerzo realmente patético. ¿Acaso tal acción va a impedir al Cielo ejecutar Sus planes? El Opus Dei puede controlar las Apariciones Marianas pero ellos no controlan a Dios, el Dios Vivo y Verdadero que llevará a cabo las advertencias de Fátima y de posteriores Apariciones. Entonces, ¿qué es lo que Msgr. Luciano Guerra. [Rector del Santuario de Fátima] va a hacer con la reliquia del Muro de Berlín que ha construido en Fatima en conmemoración del llamado "Triunfo" del Inmaculado Corazón de María? Como consecuencia del trabajo de otros grupos, Fátima puede desplomarse y, con ello, todas las Apariciones Marianas y los Papas que las han aprobado. ¿En qué lugar deja todo esto a los proyectos del Opus Dei? Nosotros lo sabemos, pero, lo sabe realmente usted?

(B). Ahora que algunos piensan que "el problema de que Juan Paul II fuese el último Papa" ha sido resuelto de forma ingeniosa, ¿qué pasará cuando ocurran el Aviso, el Milagro y la Señal profetizados en un principio en San Sebastián de Garabandal? Se puede establecer paralelismos similares con los proyectos de los otros seis grupos. En este fútil juego de ajedrez el gran maestro, satán, hace que todos los peones (los grupos) sean movidos según sus planes destructivos, mientras que los grupos piensan individualmente que se están "adelantando a los otros". Una visión realmente patética. Dios, en Su Sabiduría Infinita, simplemente vigila hasta el tiempo designado, momento en que dirá: ¡Ya basta! y llevará esta farsa humana a una estruendosa conclusión.

En Conclusión

Con lógica, Ud. podría preguntar ahora: "Si vivimos en el Tiempo solamente para dar cumplimiento a los planes Eternos, y el Opus Dei (y otros grupos) sólo pueden intentar realizar sus planes hasta que fallen completamente, ¿por qué se me explica esto a mí y se nos exhorta a cambiar nuestro camino?" La Misericorida Divina lo exige. Cada individuo, frente al Trono de Justicia, no estará en una posición de alegar que no le dieron la oportunidad necesaria para intentar corregir su camino antes de la separación final cuerpo-alma (**), también conocida como "la muerte".

Hay mucha gente buena que ha sido cegada por doctrinas erróneas y que puede reconocer su error a tiempo. Si fuera posible llevar a los grupos "Salvadores del Mundo" hacia la Luz Divina y armoniosamente, rindiéndose a la Voluntad de Dios, alcanzar un entendimiento basado en el amor y resolver todas las diferencias, el Cielo no podía ser más feliz. Lamentablemente, el mundo ha alcanzado el punto de no retorno que nos conducirá al Final de Estos Tiempos. Sin embargo, Dios amplía Su invitación a tantos como sea posible para volver al Dios Vivo y Verdadero y reducir al mínimo el sufrimiento requerido para realizar el destino de cada alma sobre la tierra hasta el Final de Estos Tiempos.

Dirigiendole a usted la amonestación que Juan Pablo hace al mundo desde el comienzo de su Pontificado, "No tengáis miedo." La cuestión para Ud., Dr. Navarro-Valls, es: Si Ud. no estuviera en la aparente posición de control en la que se encuentra ahora, podía acaso decir con franqueza: "no tengo miedo"? Medite profundamente sobre esto, puede cambiarle completamente la perspectiva.
(*) Como resultado del último conflicto Iraqi-Estadounidense, este grupo se ha separado en dos sub-grupos de "Salvadores del Mundo"; uno encabezado por el Eje Mesiánico del Presidente Bush, hijo, y el otro por M. Gorbachev.
(**) Para los que no han oído el Evangelio (debido al fracaso de los que han sido cargados con esa responsabilidad), en el momento de su separación de alma y cuerpo el tiempo será distosionado y se les dará la oportunidad, en el más breve de los instantes (en el marco del Tiempo), de reconsiderar sus vidas a la luz del Evangelio infundido instantáneamente. Entonces, por decirlo así, pueden pasar de la antecámara a la Sala del Trono para el Juicio.

Esta versión corregida ha sido publicada el 11 de diciembre de 2001.
Corregido y Enlazado a nuevos documentos para clarificación el 19 de enero de 2003.

Derechos de autor 2001 - 2003 por The M+G+R Foundation. Reservados todos los derechos.




IGLESIA ELECTRONICA

Hace algunos años llamaban al televisor "la caja del diablo". Pero después se dieron cuenta de la gran utilidad de la televisión y la radio para hacer proselitismo, y se lanzaron sobre ellos en cuerpo y alma. Empezaron con invertir en estos medios de comunicación las ganancias de sus campañas y el cobro de sus diezmos y ahora son dueños de emisoras de radio y canales de televisión.

Normalmente son fundamentalistas. Cada pastor es jefe de su Iglesia e interpreta la Biblia a su modo. Por lo general, pertenecen a la línea pentecostal. Insisten en la acción del Espíritu Santo, el fin del mundo que se aproxima, los milagros de curación, el éxito económico para sus seguidores, la necesidad de enviar ayuda económica para hacer progresar la "obra de Dios". Como siempre, dinero y más dinero. ¡Una actitud tan diferente de la de Cristo y los apóstoles!.

"Apacienten el rebaño de Dios que les ha sido confiado, cuidándolo no a la fuerza, sino con gusto, a la manera de Dios. No piensen en alguna ganancia, sino háganlo con entrega generosa" (1 Pedro 5,2). Además, normalmente esos pastores tienen una fuerte actitud anticatólica, logrando poco a poco en los oyentes una mala imagen acerca de la Iglesia Católica y una buena imagen acerca de su manera de vivir el Evangelio.

La "Asociación Evangélica Billy Graham", el "Club 700" y "Visión Mundial", representan las más grandes transnacionales religiosas, que han hecho de los medios masivos de comunicación su arma fundamental de penetración.

He aquí lo que dice a este propósito Ben Amstrong, responsable ejecutivo de las Televisiones religiosas de Estados Unidos. Son palabras extraídas del video propagandístico, titulado: "El intento de conquistar América Latina para Cristo".

"Nuestra fuerza aérea es la T.V.; la infantería son todos los convertidos, que van de casa en casa...La nueva cruzada no se está llevando a cabo de forma aritmética, sino geométricamente, y las ondas de Radio suscitan cada día una nueva Iglesia. Anunciamos todo un mundo unido, en breve, vía satélite, como propone el Apocalipsis". Y nosotros, los hijos de la Luz, ¿qué estamos haciendo?, ¿no sería mejor en lugar de construir algún nuevo Santuario, dedicar más dinero, esfuerzo y tiempo al uso de los medios masivos de comunicación como medio para evangelizar? Un reto pendiente, en espera de una respuesta urgente.


Veinte años luchando contra las sectas

De vez en cuando, normalmente a raíz de sucesos trágicos o de procesos judiciales controvertidos, se suele hablar de las sectas, al intentar analizar el alcance y las causas de este fenómeno mundial. Desde el suicidio colectivo de Guyana, en 1978, donde murieron más de 900 seguidores de la secta El Templo del Pueblo, otros episodios trágicos protagonizados por sectas, hasta entonces desconocidas, se han convertido en una triste realidad. Hace medio año, en San Diego, 39 miembros de otra secta, la Puerta del Cielo, decidieron poner fin a su vida, convencidos de que nuestro planeta estaba a punto de ser reciclado con la llegada del cometa Hale-Bopp. Pero, curiosamente, cada vez que se intenta poner freno a las actividades de las sectas denominadas destructivas, aparece un gentío de defensores de la libertad, los cuales, amparándose en el incuestionable derecho a la libertad de asociación y de culto, atacan encarnizadamente las medidas legales que algunos estados adoptan contra determinadas sectas. El caso más clamoroso se produjo a principios de año, cuando 34 personalidades norteamericanas -Dustin Hoffman, Oliver Stone, Tom Cruise, Gore Vidal, etc.- acusaron a las autoridades alemanas de "persecución organizada" por haber prohibido las actividades de la Iglesia de la Cienciología, comparándola con el trato que recibieron los judíos por parte de los nazis.

Y es que pocas cuestiones generan tanta agresividad y ruido como la de las sectas. Además, a menudo, se confunden los términos y se acaba tildando, por ejemplo, a todo el mundo protestante o evangélico de sectario, cuando la realidad no es así. Hace pocos días se ha celebrado el I Congrés Protestant de Catalunya y, con toda la razón, sus responsables se han quejado de que hay una tendencia a identificarlos con las sectas. No hay duda de que, en especial en América Latina, se está llevando a cabo una penetración de las sectas fundamentalistas evangélicas, la misión de las cuales tiene una clara finalidad política, como contrapunto a la teología de la liberación y al posicionamiento de la Iglesia católica en favor de los pobres. El impacto de la que se ha denominado "iglesia electrónica" ha sido investigado por sociólogos, teólogos y otros estudiosos -Alfredo Silletta lo ha expuesto crudamente en su libro Multinacionales de la fe, Religión, sectas e iglesia electrónica (Ed. Contrapunto, Buenos Aires)-, los cuales han alertado sobre la invasión de programas religiosos difundidos desde los Estados Unidos. Los mencionados programas, controlados por las sectas, suelen transmitir mediante los famosos "telepredicadores", mensajes apologéticos con una carga ideológica radical que se sitúa en la órbita de la extrema derecha. El caso más paradigmático es el de la Fundación DeMoss, que desembarcó en el Estado español con una campaña publicitaria centrada en el libro Fuerza para vivir, y que se ha demostrado que tenía unos fuertes lazos con los escuadrones de la muerte de El Salvador. No es de extrañar, por tanto, que cada vez que el papa viaja a un país de América Latina, las sectas orquesten una campaña de desprestigio hacia la Iglesia católica, su principal enemigo. Según un reciente estudio, sólo en Brasil, el último país visitado por Juan Pablo II, entre 1980 i 1991 se fundaron 4.000 sectas, la más potente de las cuales -la Iglesia Universal- controla dos canales de televisión, 26 emisoras de radio i 2 revistas.

El fenómeno de las sectas, sin embargo, se extiende por todo el mundo. Es difícil establecer con precisión el número de personas enganchadas a las sectas; se calcula que sólo en el Estado español ya son más de trescientas mil personas. Para estudiar esta realidad, prevenir sus efectos y detener el goteo de personas captadas, se constituyó una comisión parlamentaria, presidida por Pilar Salarrullana. Sin embargo, las presiones que recibió obligaron a esta diputada a abandonar esta peligrosa labor y no dejó de expresar amargamente su frustración e impotencia. Así pues, los instrumentos existentes para luchar contra la pesadilla de las sectas, a causa de la falta de legislación clara i de la dudosa voluntad política para erradicarlas, parecen, cuando menos, escasos. A estas alturas, la única entidad existente que lucha por limitar la impunidad de las sectas es la asociación Asesoramiento e Información sobre Sectas (AIS), fundada inicialmente con el nombre de Asociación Pro-Juventud, para ofrecer apoyo a los padres de los jóvenes captados por la secta de los Niños de Dios. Gradualmente, el abanico de servicios se ha ido ampliando e, incluso, AIS ha organizado dos congresos internacionales sobre la influencia de las sectas en nuestra sociedad. En la actualidad, esta entidad desarrolla tareas de asesoramiento e información, de acogida de las familias afectadas y facilita rehabilitación terapéutica a los ex adeptos que consiguen salir. Una muestra de la importancia de su trabajo es el número de solicitudes de información atendidas: el año pasado, AIS atendió 1.892 demandas concretas, tanto de familiares de personas involucradas, como de instituciones públicas i órganos judiciales. Respecto a la asistencia terapéutica, des de que entró en funcionamiento, AIS ha ofrecido tratamiento a más de 400 personas, el 70% de las cuales ha obtenido un resultado satisfactorio; sólo el año pasado, comenzaron tratamiento 40 personas. Lógicamente, el trabajo que lleva a cabo AIS, ingente y pesado, ha sido objeto de persecuciones y ataques feroces, centrados, sobre todo, en la figura de su responsable, Maria Rosa Boladeras. A pesar de todo, la tenaz presidenta de AIS no piensa renunciar a continuar prestando este servicio público, aunque reclame, con toda la razón, más atención de la administración y una financiación que les garantice la continuidad de su obra, parecida a la que reciben asociaciones similares europeas.

Después de que el Parlamento de Cataluña aprobase la ley del menor, en la que se incluye una referencia a la necesidad de poner los medios para prevenir los efectos de las sectas, se debería dar un paso más. El año pasado, Los Mossos d'Esquadra detectaron el funcionamiento en nuestro país de 200 sectas. ¿Por qué no se crea una comisión de investigación en el Parlamento, tal como ha pedido con insistencia la asociación AIS? Podría ser una herramienta útil, conjuntamente con otras iniciativas y la potenciación de la información y la prevención, para limitar la impunidad con que actúan las sectas entre nosotros.



Marcel.lí Joan Alsinella
Periodista


Republica Fundamentalista Cristiana de America

Sobre la Republica Cristiana

"Estados Unidos es un país religioso. De sus 281 millones de habitantes, 168 millones forman parte de alguna iglesia y 158 se declaran cristianos. Más de 200 canales de televisión y unas 1.500 emisoras de radio basan su programación en la Biblia. Pero incluso en una sociedad tan rica en fe, las continuas invocaciones a Dios del presidente George W. Bush y sus vínculos ideológicos con los grupos teocráticos más extremistas empiezan a causar inquietud.

La religión se está mezclando con la política y la ultraderecha cristiana, núcleo del actual partido conservador, no es ajena a una estrategia para Oriente Próximo basada en la tradición bíblica apocalíptica. Bush simpatiza con esos grupos ultrarreligiosos, lo que permite preguntarse si Dios tiene algo que ver con la guerra en Irak.

"Bush sólo ha mencionado una vez la palabra 'cruzada', pero temo que las ideas subyacentes en ese término formen una parte importante del discurso del presidente, y creo que las tesis de Samuel Huntington en El choque de las civilizaciones (un ensayo de 1993) son esenciales en ese discurso", comenta Harry Heidi, profesor de Religión en la Universidad George Washington. Según la tesis de Huntington, el siglo XXI será el siglo del conflicto entre distintas tradiciones culturales y religiosas.Resumiendo, el choque del cristianismo y el islam. Esa idea ejerce gran influencia en el sector más laico de la actual Administración estadounidense. El sector más religioso de la Administración prefiere leer la Biblia y, de ella, los pasajes predilectos de las congregaciones evangélicas: los referidos a la batalla final, el Armaggedon. Esa batalla final ha provocado una extraña alianza entre los judíos conservadores y los cristianos ultraconservadores, ya que, según la tradición apocalíptica, la Segunda Venida del Mesías sólo ocurrirá cuando Israel recupere la plenitud. Tras el regreso de Cristo debe producirse la gran batalla entre el Bien y el Mal, paso previo al establecimiento del reinado directo de Dios sobre el mundo. Relacionar el Armaggedon con las formulaciones estratégicas de la superpotencia puede sonar a disparate. Hasta una revista tan laica, escéptica y proamericana como The Economist reconoce, sin embargo, que no debe descartarse que el apoyo sin matices de Estados Unidos al Israel expansivo de Ariel Sharon derive de las creencias apocalípticas.

La agresividad contra Sadam Husein y el uso de términos como "mal" o "maldad" para referirse a regímenes enemigos es una expresión más de las raíces religiosas de la cosmovisión de Bush. También ayuda que haya elegido a un teólogo, Michael Gerson, para que redacte sus discursos. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, admite que el "renacimiento religioso" del presidente, que le ayudó a dejar la bebida a los 40 años, "cambió su personalidad".

Cuando George W. Bush dice que "la fe ayudará a resolver los más graves problemas de la nación", cita al profeta Isaías para lamentar la catástrofe de la nave Columbia, abre las reuniones de su Gabinete con una oración o congrega al personal de la Casa Blanca en un hotel para realizar ejercicios espirituales, pocos estadounidenses se extrañan. Hasta los dólares llevan una invocación a Dios. Pero la estrecha relación de Bush con telepredicadores como Jerry Falwell o Pat Robertson resulta más inquietante.

"Dios sigue permitiendo que los enemigos de América nos den lo que seguramente nos merecemos", declaró Falwell dos días después de los atentados del 11-S. Robertson, fundador de la Coalición Cristiana, un grupo muy activo en las campañas electorales de Bush, fue más lejos: "Los paganos, los abortistas, las feministas, los gays, las lesbianas, la Unión Americana por las Libertades Civiles... Les señalo con el dedo y les digo: 'vosotros contribuisteis a que esto ocurriera". Según ambos telepredicadores, los atentados constituyeron un castigo de Dios. Falwell fue, sin embargo, uno de los invitados de honor de George W. Bush en el solemne funeral celebrado en la catedral de Washington por los 3.000 muertos."


Introducción al mundo de las sectas: De cuándo los políticos se enteraron de que existían sectas

(Fuente: Rodríguez, P. (1989). El poder de las sectas. Barcelona: Ediciones B., Introducción, pp. 15-25)

El día se había levantado gris y desapacible. Y al fantasma de una dracaena, antaño orgullosa de su verdor y ahora víctima de un excesivo celo en el riego, le gustaba tan poco como a mí. Sonó el teléfono por enésima vez en la mañana.

- Quisiera hablar con el señor Pepe Rodríguez.

La voz tenía el sello inconfundible de la secretaria profesional, incisiva pero cortés.

- ¿Quién lo llama? inquirí.

- Soy la secretaria del Vicepresidente del Senado, del señor Juan Carlos Guerra Zunzunegui. ¿Es usted el señor Rodríguez?

- Sí. Dígame usted.

- El señor Guerra Zunzunegui está muy interesado en hablar con usted sobre el problema de las sectas. Querría mantener una reunión privada con usted para estudiar que posibilidades de abordaje social y político tiene esta cuestión.

La proposición no me sorprendió, sabía ya que, desde meses atrás, el senador mallorquín Joaquín Ribas de Reina había empezado a recoger información sobre las sectas y que varias veces había intentado, infructuosamente, comunicarse conmigo. Pocos días después de la llamada, el 26-2-86, el Vicepresidente del Senado convocaba un almuerzo de trabajo en el restaurante del Congreso. En torno a un delicioso pescado, nos reunimos los senadores Guerra Zunzunegui (CP-PDP), Ribas de Reina (AP) y Joan Josep Martí i Ferrer (CiU-MC), que se apuntó a última hora, y Mercedes Montenegro, responsable de la delegación madrileña de la Asociación Pro Juventud. Una vez expuesto el núcleo básico de la problemática sectaria, se mostraron de acuerdo con mi proposición de que había que crear una comisión de investigación de las sectas que contara con el respaldo de todos los partidos políticos.

- Si la proponemos ahora -comentó Guerra Zunzunegui-, que estamos casi al final de esta legislatura, será un esfuerzo inútil. Vamos a esperar que pasen las próximas elecciones para pedir su creación.

No se solicitó jamás. Aunque creo que de haberlo hecho la mayoría gobernante (PSOE), nada sensibilizada a esta problemática por aquellos días, habría impedido el proyecto. Tuvieron que pasar dos años antes de que la diputada Pilar Salarrullana de Verda (CP-PDP, ahora transformado en DC-PP) desenterrara el proyecto en una interpelación urgente al Gobierno sobre la "situación de las sectas religiosas en España".

Medio año antes de presentar su interpelación, Pilar Salarrullana me escribía:
- Por informaciones que he recibido esta temporada veo que es algo urgente que exista una Ley que las regule [a las sectas religiosas] y después de leer su libro [se refiere a Las sectas hoy y aquí], aún estoy más decidida.

Personalmente y por carta, en diferentes ocasiones, le facilité a la diputada Salarrullana los datos que me solicitó pero, especialmente, intenté convencerla de dos puntos básicos: que no cabía pedir una Ley que regulara a las sectas ya que, como tales, eran sujeto pasivo de Derecho en la misma medida que cualquier otro ciudadano o colectivo y no podían ni debían ser sometidas a regulaciones específicas; para atajar el problema ya existía suficiente instrumental jurídico, sólo que nadie se encargaba de aplicarlo. Por otra parte, le insistí en que el calificativo de "religiosas" no era el más indicado para definir a las sectas que la preocupaban y que podría inducir a errores graves, al margen de que -tal como ocurrió- se daba un puente de plata para que sectas denunciables por sus comportamientos delictivos objetivos, se revolvieran como víctimas de una imaginaria "nueva Inquisición" y trasladaran el debate al campo ideológico en el que, al contrario del penal, sí son inatacables.

- Desde que la Prensa publicó que yo me preocupaba por las sectas -me comentaba Pilar Salarrullana- he caído en una espiral increíble. Recibo denuncias de afectados, llamadas anónimas de gente que dice tener miedo, amenazas de miembros de sectas que tienen la desfachatez de identificarse como tales, intentos de soborno y hasta veladas advertencias de compañeros políticos que me piden que no me meta en este tema. ¿Crees que es un mundo tan peligroso como aparenta?

Pilar, de trato llano y afable, a medida que conversábamos, frente a un café con leche, en la concurrida cafetería del madrileño hotel Convención, se me iba configurando como una gentil y complaciente profesora de instituto que, de repente, hubiese descubierto que puede ser el Cid Campeador. Se la veía convencida y presta a dar la gran batalla, pero aún no se había hecho con el control de la espada.

- Es un mundo que tiene sus reglas y sus riesgos -le contesté-, hay que tratar con fanáticos y enfrentarse a soterrados e importantes intereses económicos y políticos. Si entras en él no cabe tener miedo, pero tendrás que extremar la precaución. Llevas dos meses en contacto con este problema y te sientes ahogada en él. Es una especie de síndrome por el que pasan todos los que empiezan a descubrir el fondo de este tema. Es un asunto de matices muy complejos, yo llevo catorce años trabajando en él y aún no he tenido tiempo para aburrirme.

Cuando Pilar Salarrullana interpeló al Gobierno y fue contestada por el entonces Ministro de Justicia Fernando Ledesma Bartret, su semilla fue a caer en un terreno abonado ya de antemano. Desde un año antes, marzo de 1987, gracias al apoyo de Jordi Baget, asesor del ministro Ledesma, se había podido conformar un grupo de investigación sobre sectarismo en el seno de la Comisión Interministerial para la Juventud. Su nacimiento no había sido fácil debido a los grandes recelos que el tema despertaba entre algunos miembros de la Comisión. En una sesión plenaria de la Comisión, Andrés Canteras, experto en investigaciones sociológicas, y este autor, como experto en sectarismo, presentamos la problemática y el proyecto de investigación. Finalmente se dio luz verde al grupo de trabajo, que quedó conformado por diferentes técnicos de la Administración y por tres expertos (Canteras, Álvaro Rodríguez, psicólogo, que se incorporaría pocos meses después, y yo mismo). A la pregunta escrita por la que, en septiembre, Pilar Salarrullana se interesaba sobre la situación de las sectas religiosas en España, el Gobierno contestó con un escrito muy pulcro, pero que eludía deliberadamente el fondo del problema.

- Te envío la respuesta que me ha dado el Gobierno a la pregunta que ya te envié. A ver que te parece y qué se puede hacer -me escribió inmediatamente la diputada Salarrullana en una escueta nota.

Le recomendé que solicitara la formación de una comisión de investigación. El momento, a pesar de todo, parecía más propicio que en los días de Guerra Zunzunegui. La existencia del grupo de trabajo sobre sectas de la Comisión Interministerial era un antecedente importantísimo y había supuesto una notable sensibilización en el seno de la Administración y, particularmente, en el departamento del ministro Ledesma. Pero existió un factor aparentemente anecdótico que logró desnivelar la balanza del pasotismo histórico con el que el Gobierno, cualquiera de ellos, había encarado hasta la fecha el problema de las sectas y que facilitó que Salarrullana lograra triunfar parcialmente en su interpelación: fue el formidable impacto social y emocional que se derivó de la emisión (20-11-87) del programa televisivo "En Familia", dirigido por Iñaki Gabilondo. Desde el mismo momento en que me llamaron para colaborar y participar en este programa de máxima audiencia, intuí que era una oportunidad única no sólo para informar sobre un problema grave, sino para lograr que el Ejecutivo levantara, levemente al menos, su nariz hacia un problema que se venía denunciando con especial intensidad durante los últimos siete años. Millones de personas, de las que votan, quedaron impactadas por la dinámica del programa. El Gobierno debería estar obligado a manifestar interés, aunque fuera aparente, por conocer si las sectas denunciadas representaban o no un problema real. Con todo a su favor, Pilar Salarrullana no logró que se constituyese una comisión de investigación. Quizá porque las sacras paredes del poder aún estaban empapadas de la memez que, en 1979, se habían intercambiado el entonces Ministro de Interior y el de Cultura. A instancia del Ministro de Interior se había realizado un informe confidencial sobre la actuación (entonces ya muy conflictiva) de algunas sectas en España. El informe resultó desfavorable para las sectas, pero fue archivado y olvidado.

- Una acción sobre las sectas -opinaban al unísono los entonces responsables de Interior y Cultura-, aunque justificada, podría dejar malparada la imagen democrática de este país.

Muy débil debe de ser la democracia española cuando no se atreve a defender los derechos fundamentales de sus ciudadanos, pisoteados pública e impunemente por determinadas sectas. De todas formas, Salarrullana forzó la creación de una comisión de estudio que, si bien resultaba inoperante por propia definición (por sus límites de funcionamiento establecidos en el Reglamento que la regula), se preveía que podría ser un acercamiento útil del Ejecutivo hasta el mundo de las sectas. La Prensa, en demasiados casos con más buena voluntad que acierto y sentido común, se lanzó desde este momento a una espectacular campaña de información sobre "el peligro de las sectas". Apenas si se dijo nada nuevo a lo ya publicado en los últimos cuatro años pero, eso sí, se empezaron a manejar cifras de afectados y listados de sectas tan diversos e imaginativos que no sólo ofendían al sentido común sino que, mucho más grave, imponían una sensación de inquisición desatada que llegó a extremos lamentables. La Prensa convirtió la Comisión Parlamentaria de estudio de las sectas, cuyas máximas posibilidades operativas la limitaban a realizar una reflexión sobre la situación general del problema, en una de investigación, con omnímodas y agresivas atribuciones judiciales o casi. Esta caricatura de la realidad no sirvió más que para defraudar las esperanzas de los afectados y para soliviantar, de un modo gratuito, el gallinero de las sectas. Ante la Comisión Parlamentaria no han comparecido, pese a lo que algunas sectas han afirmado, ni sectarios ni antisectarios. Únicamente lo han hecho responsables de la Administración y expertos relacionados con el problema.

Una de las últimas comparecencias ante la Comisión parlamentaria de estudio fue la de la Comisión Interministerial para la Juventud. Todo se desarrolló dentro de la normalidad clásica de una sesión de este tipo, con una exposición personal de cada compareciente, un turno de preguntas de los diputados y el consiguiente turno de respuestas. En mi intervención me planteé el dimensionar el problema en su verdadera magnitud (importante, pero sin llegar a la caricatura tragicómica que había difundido cierta Prensa) y la centré casi exclusivamente en el aspecto jurídico de la problemática sectaria. Delimité el concepto y alcance de lo que debería entenderse por secta destructiva (SD), para poder diferenciarla de otras sectas no criticables, y entré a desglosar parte del instrumental jurídico aplicable a sus comportamientos. Defendí la evidencia de que hay base jurídica sobrada para protegerse de las actuaciones delictivas de las SD, pero que, ni desde las diversas Administraciones (central, autonómicas y locales), ni desde la Administración de Justicia (con especial responsabilidad del Ministerio Fiscal) había el menor interés en aplicar la legislación vigente. En unas ocasiones por exceso de trabajo y falta de medios, en otras por desidia e ignorancia y en algunas otras por interés en proteger a alguna secta en concreto. La caja de los truenos pareció quedar abierta y el diputado liberal Manuel Botella se lanzó a la carga.

- Señor Presidente -dijo Botella, dirigiéndose a Juan Manuel del Pozo con voz pausada y estudiada solemnidad-, el señor Rodríguez ha efectuado graves acusaciones. Haga el favor de requerirle para que aporte a esta Comisión los nombres de las personalidades que están en sectas y que las protegen.

- El señor Rodríguez -contestó del Pozo para establecer los derechos que tenía cada cual- comparece voluntariamente ante esta Comisión, por lo tanto, es muy libre de aportar o no los datos que crea convenientes.

Noté en el tono del diputado Botella, en la mayoría de las preguntas que me dirigió, una manifiesta animadversión y unas ganas de rizar el rizo realmente curiosas. Era una actitud que ya me esperaba. Aunque tenía un trato personal con los más relevantes miembros de la Comisión, para mantener una absoluta libertad y elegancia en las relaciones (ética innecesaria, ya que las sesiones eran públicas), jamás les había preguntado por el desarrollo de las sesiones o por el posicionamiento de sus diferentes miembros. En parte, también, porque desde el momento en que se formó la Comisión y supe su mecánica de trabajo, ya intuí, a grandes trazos, las líneas maestras de las conclusiones a las que llegarían. No me equivoqué. A pesar de no conocer al diputado Botella, me habían llegado datos sobre su actividad en el seno de la Comisión que lo definían como una especie de dinamitero del trabajo del grupo. Una actitud que me parecía razonable y necesaria siempre que sus críticas fuesen fundadas. Pero el comportamiento que presencié personalmente me dio a entender que Botella navegaba a la deriva por aguas que desbordaban su capacidad de marinero. Me pareció ridículo -y sumamente grave- que solicitara formalmente al Presidente de la Comisión el inicio de las gestiones oportunas para que fuera invitado a comparecer el juez José María Vázquez Honrubia a fin de que explicara los pormenores de su acción judicial a la Comisión. Al diputado del Pozo, hombre de gran cultura y pletórico de sentido común, no le pareció una idea digna de ser tenida en cuenta y le aleccionó elegantemente sobre la separación de poderes que existe en España y la independencia del Poder Judicial. Botella volvió a la carga a través de una cuestión de orden y, además, se mostró muy preocupado por el posible riesgo que podían correr sus señorías por hacer su trabajo. Insistió en que el juez Vázquez Honrubia había incautado un listado a la secta de la Cienciología en el que figuraban todos los enemigos de la secta y que había que solicitarlo para ver si ellos corrían peligro o no.

A un observador parcial -y a mi me había invitado a serlo en aquellos momentos- le podía parecer que el diputado Botella estaba mostrando la carta de los celos hacia su colega Salarrullana, a la que el Ministerio de Interior acababa de poner escolta policial. Botella, si es que en algún momento había pretendido ponerme entre la espada y la pared, me acababa de dar una divertida oportunidad para darle jaque mate.

Hacía días que tenía una copia del famoso listado de enemigos de Cienciología que, efectivamente, había sido encontrado por la policía en la memoria de un ordenador de la secta. Era uno de los típicos listados de su departamento de inteligencia OSA (Oficina de Asuntos Especiales) que actúa en España bajo la cobertura del Departamento 20 de la sede de Dianética. No era el primero, ni mucho menos, que había llegado a mis manos. No en balde yo encabezaba, con máxima puntuación, esta y otras listas de "enemigos" que la secta quería neutralizar. En el listado incautado figuraban algunos de los diputados de la Comisión, todos con una puntuación de 3 excepto Salarrullana que tenía 6. Y Botella que había pasado de tener un 3 a tener un asterisco (*). En la lista habían ocho asteriscos más, algunos correspondían a sectas como Hare Krisna, Meditación Trascendental y Nueva Acrópolis. ¿Que significaban tales asteriscos? Pues, sencillamente, que sus titulares ya habían sido abordados y se habían convertido en amigos y colaboradores de Cienciología y/o que ya estaban controlados y habían dejado de suponer un riesgo para la secta. Podría haberse generado una situación embarazosa para el diputado Botella, paladín de las libertades sectarias a ultranza. Pensé en su interés por interrogar al juez Vázquez Honrubia (la nueva bestia parda para los cienciólogos), en las opiniones, no transcribibles aquí, que de él tenían los directivos de esta secta (sin duda logradas a través de los informes facilitados por el hermano de un responsable de la secta, que trabaja en el Congreso). Tenía el documento en el portafolios. Hice un amago para alcanzarlo, pero me detuve inmediatamente.

- Ya tienes bastantes enemigos -musité para mí mismo- no te busques más de forma gratuita. Es posible que estés malinterpretando los hechos. Ya has comunicado previamente a tres diputados lo del asterisco. Es su problema. Punto.

Cuando me llegó el turno de respuestas, por riguroso orden, pasé a contestar, en segundo lugar, el bloque de preguntas que me había dirigido el diputado Botella. Estaba ya muy harto de policías, fiscales, políticos, periodistas, etcétera que no saben leer. Durante años he publicado decenas de investigaciones sobre sectas, dando nombres, hechos y pruebas. Pero nadie parece haberlas leído a juzgar por las preguntas que una y otra vez se me hacen. De vez en cuando alguien (especialmente políticos y periodistas) se pone medallas por "descubrir" algo que ya estaba publicado hacía años. Los únicos que las leen, al parecer, son la caterva de individuos que plagian los datos sin citar la fuente original y, lógicamente, fingiendo su paternidad. Estaba harto de un país en el que se procesa antes al periodista que denuncia un hecho que al delincuente que lo comete. Estaba harto, en fin, de hacer el imbécil y de ponerle los datos a huevo a los demás. El tiempo de espera, antes de contestar, había aumentado mi irritación. Pero creo que me contuve suficientemente.

- No tengo ningún inconveniente en dar los nombres que se a esta Comisión -afirmé-, yo sólo hablo de cosas que puedo probar, pero no tiene ningún sentido el hacerlo aquí, en una Comisión que no es operativa. Lo haré si se me reclama ante una comisión de investigación, o ante un juez o un fiscal, pero aquí es inútil ya que nada de lo que diga se va a investigar ni moverá a acción alguna.

Acto seguido me explayé en un malicioso sobrevuelo sobre un muestrario indicativo de casos de políticos, funcionarios, fiscales, etcétera que han cometido irregularidades conscientemente para beneficiar a sectas. Y mencioné que la nómina de casos en los que se había beneficiado a sectas por la ignorancia (injustificable) de funcionarios públicos era mucho más nutrida aún.

- Además, señor Botella, muchos de los nombres que a usted le interesan ya los he publicado hace tiempo. En mi último libro sobre la secta Moon, por ejemplo, doy más de un millar de nombres. Hay unos cuantos españoles ilustres entre ellos. Y doy pruebas. Como las que indican que se ha instrumentalizado la figura del Rey en beneficio de la secta Moon, por ejemplo. ¿No es eso un delito? Pues nadie está interesado en perseguirlo. El ex presidente de Venezuela Luis Herrera Campins, secretario general de la Internacional Demócrata Cristiana, es uno de los hombres asociados a Moon que ha posibilitado la innoble utilización de la figura del monarca español. El nombre de Herrera Campins cayó como un jarro de agua fría sobre un par de los diputados. Pero les había ahorrado enojos, otros nombres de políticos en activo les hubiesen sentado peor.

Tres meses después, el Pleno del Congreso aprobaba el dictamen presentado por la Comisión de Estudio de las sectas en España. El informe final, en resumen, daba el enterado sobre un problema que generaba malestar social; constataba la existencia de indicios de actuación delictiva en materia de atentados a la libertad y seguridad de las personas, de coacciones, amenazas, estafas, delitos laborales, etc.; y evidenciaba la suficiencia del marco jurídico actual, con la excepción del obsoleto régimen jurídico de entidades no lucrativas, para abordar el problema planteado. Entre las once propuestas de resolución presentadas por la Comisión, destacaremos: la de controlar la legalidad de los estatutos por los que se rigen los grupos y evitar los fraudes en su aplicación. Modificar el régimen jurídico de asociaciones. Racionalizar las inspecciones de Trabajo y Hacienda en grupos con movimientos económicos injustificados. Fijar criterios firmes para controlar los grupos que se dediquen a la rehabilitación de drogadictos y las subvenciones que reciben. Tratar, como medidas preventivas, de que el Poder Judicial reciba adecuada información sobre el síndrome disociativo atípico (generado por la dinámica de las sectas destructivas), de que el área sanitaria estudiase medidas de apoyo a las víctimas de las sectas, de que se promoviese la información policial sobre las actuaciones sectarias delictivas, y de que se mejorase la protección de los menores de edad. Una recomendación final, fundamental para la prevención del problema sectario, es que "a los jóvenes, en el ámbito cultural y educativo, se les difunda información acerca de aquellas actuaciones de tipo sectario que pudieran ser negativas para ejercer los legítimos derechos o libertades de asociación y de religión en el marco de tolerancia y de pleno respeto a la Constitución". La Comisión parlamentaria, con rigor y delicadeza de cirujano, llegó hasta la máxima cota de análisis y propuestas que le permitió el marco constitucional y sus limitaciones funcionales. La unanimidad de todos los grupos políticos en el apoyo de las conclusiones, caso infrecuente en el trabajo parlamentario, subraya aún más la realidad e importancia del problema generado por las sectas. Y, las propuestas de resolución, sin duda importantes, ponen marco político, por primera vez, a la incomprendida voz de alerta que venía denunciando el problema desde hace ya más de diez años. Más vale tarde que nunca. Ahora el Congreso de los Diputados ya tiene conciencia de que las sectas existen. Y Pilar Salarrullana, con energía inagotable, se va a encargar de refrescarle la memoria al Ejecutivo.

- No he de callar por más que con el dedo, ya tocando la boca, ya la frente, silencio avises o amenaces miedo -les recitó Pilar Salarrullana, parafraseando a Quevedo, a sus colegas diputados, para solicitar su apoyo más allá del ya aprobado, y extinguido, trabajo de la Comisión.

Diez días antes, mientras cenábamos, habíamos recordado la conversación, ya lejana, que mantuvimos en la cafetería del hotel Convención.

- La verdad es que no creía que este mundo de las sectas fuera tan peligroso como tu me habías advertido. Tengo una sensación extraña. Me siento vigilada, amenazada y, lo que es peor, me siento sola. Muchos de mis compañeros diputados aún no han comprendido nada sobre este problema. Pero voy a seguir adelante cueste lo que cueste.

Hacía muy poco que la Policía Judicial había incautado los dossiers que demostraban que la Iglesia de la Cienciología había estado investigando, con detectives, la vida privada de la diputada, del juez que instruye la causa contra la secta y la de este autor.

- ¡Pero es que tenían hasta extractos de las cuentas corrientes familiares y datos sobre los movimientos de mi marido y mis hijos! -me comentaba Pilar con indignación.

- Eso es absolutamente normal -le contesté-, esas son las técnicas habituales que usan para intentar presionar y acobardar a los que les denuncian. Ya te lo había advertido, tanto a ti como al juez. ¿Sabes que a los que dirigen el ataque contra nosotros les han incautado una cerbatana?

- ¿Que los cienciólogos tenían una cerbatana? -balbuceó Pilar, poniendo unos ojos como platos.

- Así es. Y es un arma altamente eficaz a una distancia media -le comenté-, es algo a tener en cuenta.

- ¿Pero es que estos tíos no sienten el menor respeto por la ley o que?

- Pilar, creo que no está de sobra la escolta policial que llevas.

Entonces yo aún no lo sabía, pero, pocos días después, también a mi me tocó empezar a acostumbrarme a vivir veinticuatro horas al día bajo escolta policial.



La inquietante alianza entre la derecha cristiana norteamericana y la derecha judía.

Ibrahim Warde

Tras un enfrentamiento de larga duración histórica, la derecha cristiana norteamericana y la derecha nacionalista judía se han aliado contra un enemigo común que constituye (según ambas) claramente la encarnación del mal: el Islam. La traducción política de la dimensión profética de las religiones cristiana y judía no haría más que agravar la perspectiva de un futuro convulso y sin esperanza de paz entre estas tres civilizaciones que rivalizan entre sí.

El dios del islam no es nuestro dios, y el islam es una religión muy dañina y perversa". De ésta manera se expresaba el reverendo Franklin Graham en octubre de 2001. Quiso el azar que, varias semanas después, el público descubriese que su padre, el reverendo Billy Graham, sin duda el predicador más respetado, acostumbraba a hacer declaraciones igualmente ofensivas sobre los judíos. La grabación de una conversación privada mantenida en 1972 con Richard Nixon en el despacho Oval de la Casa Blanca, acababa de hacerse pública. El pastor -que era amigo íntimo y consejero espiritual de todos los presidentes desde los años cincuenta- se quejaba (entre otras cosas) de la influencia de los judíos en los medios de comunicación: "Hay que acabar con esta esta influencia, si no el país está perdido". Bill Graham presentó sus "sinceras disculpas" por declaraciones "que no reflejaban en nada su pensamiento", y recordó que él siempre había apoyado sin reticencias al Estado de Israel. El heredero de su imperio de predicación no ha intentado atemperar sus declaraciones antimusulmanas. Al contrario, las ha acentuado.

El paso del antisemitismo a la islamofobia es más sorprendente aún en el caso del pastor Pat Robertson. en una obra publicada en 1960, se alzaba contra "los judío liberales que en estos cuarenta últimos años se han dedicado a reducir la influencia cristiana en la vida pública norteamericana". Desde entonces, el célebre telepredicador se ensaña sobre todo con los musulmanes: "Quieren coexistir hasta que puedan controlar, dominar y luego, si es necesario, destruir". En julio de 2002, el mismo Pat Robertson recibiía el premio de los amigos de Israel concedido por la Organización sionista de América.

Este interés por Oriente Próximo no es reciente. Desde el siglo XIX, la región era una tierra de misión para numerosas iglesias protestantes, algunas de la cuáles no habían visto con buenos ojos la creación del Estado hebreo. Sólo los grupos fundamentalistas --que hacían una lectura literal de los textos sagrados-- veían en la creación de Israel la realización de las profecías bíblicas. Y como en el caso del pastor Billy Graham, el "sionismo cristiano" podía coexistir tranquilamente con el antisemitismo, del que se nutría en ocasiones.


UNA ALIANZA ESTRATÉGICA

Es preciso remontarse a los años setenta para comprender el fuerte ascenso de la derecha cristiana y su alianza con Israel. Las convulsiones sociales, políticas y económicas de la época crearon el caldo de cultivo necesario para las agrupaciones religiosas reaccionarias como la Mayoría moral del pastor Jerry Falwell. En Israel, el Likud, partidario del "retorno" a toda la tierra Israel (Ertz Israel) bíblica, había accedido finalmente al poder. En 1978 y 1979, el reveréndo Falwell viajó a Tierra Santa, invitado por el ministro Menahem Begin. Fue tal la sintonía entre ambos que en 1980 el pastor fue honorado con la medalla Vladimir Jabotinsky (del nombre del fundador del sionismo "revisionista" y mentor de Begin).

Estos años estuvieron igualmente marcados por convulsiones en el seno de la comunidad judía norteamericana. Dos de sus principales representantes, Irving Bristol y Norman Podhretz, rompían con la tradición "liberal" (con el sentido norteamericano de progresista) en la que los intelectuales judíos se habían inscrito durante mucho tiempo. Tras haber militado por los derechos cívicos, la "discriminación positiva" y las buenas relaciones con la Unión Soviética, volvían a dar un nuevo giro espectacular, fundando de esta manera el movimiento neoconservador. Numerosos puntos en común --la crítica del Estado providencia, el retorno a los "valores tradicionales", el anticomunismo puro y duro, y el apoyo sin reservas al Likud-- los acercaban a partir de ese momento a la derecha cristiana.
La elección de Ronald Reagan en 1980 consagó esta alianza. Los neoconservadores ejercían entonces la función de intelectuales de la corte, mientras que el nuevo presidente designaba a su Gabinete de fundamentalistas militantes. El secretario del Interior James Watt explicaba que la polución del planeta no debía ser una preocupación pues "la vuelta del Señor está cerca". Y fue ante la Asociación nacional de grupos evangélicos donde el presidente pronunció su célebre discurso en el que calificaba a la Unión Soviética de "imperio del mal".

Durante la etapa de Bush padre y y de Clinton, el retroceso de estos grupos fue sólo aparente: aunque los neoconservadores y la derecha cristiana eran menos visibles, seguían influyendo en el panorama político e ideológico. en 1989, considerando su "misión cumplida", el revendo Falwell había abandonado a su Mayoría moral. Por otro lado, las iglesias fundamentalistas estaban debilitadas por el escándalo de los telepredicadores evangelistas, y el "lobby" israelí AIPAC (American Israel Public Affaire Comite) sufría una de sus raras derrotas. De hecho, el presidente Bush se había opuesto a garantizar un préstamo de 10.000 millones de dólares, mientras el primer ministro Ytzak Shamir continuase con su política de apoyo a las colonias en los territorios ocupados.

EL ENEMIGO COMUNISTA Y EL ENEMIGO ÁRABE

Además, la caída del comunismo restaba un argumento a los defensores de movimientos anticomunistas en América central (numerosos entre los fundamentalistas) así como al argumento geoestratégico en favor de Israel ("único estado democrático y estable en una región amenazada por la Unión Soviética"). El APAC se propuso ampliar su radio de acción: más que concentrar sus esfuerzos en estados de numerosa población judía (Nueva York, California, Florida, Illinois), el "lobby" proisraelí creaba entonces alianzas en todo el país, incluidos los lugares en que la población judía era casi inexistente. Durante la etapa de Clinton, las travesuras del presidente y sobre todo la batalla de "impeachment" unieron de nuevo a los neoconservadores y a la derecha fundamentalista en una liga por la virtud generosamente financiada y muy bien organizada.

Con la ayuda de la fiebre milenarista, las elecciones presidenciales de 2000 marcaron el gran retorno de dios al debate político. El candidato republica George W. Bush declaró que su filósofo político preferido era Jesucristo, mientras que su rival Al Gore anunciaba que antes de tomar una decisión difícil se preguntaba: "¿Qué habría hecho Jesús?". Al escoger como miembro de la misma candidatura al senador Joseph Lieberman, un judío ortodoxo conocido por su discurso moralizador, dio una alegría a todos los integristas.

Pero fueron sobre todo los atentados del 11 de septiembre de 2001 los que cimentaron la alianza de los neoconservadores y los fundamentalista, empeñados ambos en convertir el "choque de civilizaciones" en una profecía autorealizadora. El islam era considerado, de hecho, el nuevo imperio del mal. El discurso machacado hasta la saciedad por los medios de comunicación retomado por casi todos los parlamentarios norteamericanos adoptaba las tesis del Gobierno israelí: como Yasser Arafat es "el Ben Laden de Israel", los dos países están unidos en un mismo combate. Por otro lado, son los miembros de la línea dura cercanos a Israel (como el secretario adjunto de Defensa Paul Wolfowitz o el estratega del Pentágono Richard Perle) quienes han presidido la nueva puesta al día de la doctrina de defensa: en lo sucesivo, Estados Unidos procederá a ataques preventivos contra los países capaces de dotarse de armas nucleares, biológicas o químicas --de ahí la urgencia de un "cambio de régimen" en Iraq.

Todos los nombres importantes de la derecha cristiana --Ralph Reed, Gary Bauer, Paul Weyrich etc-- se han sumado a la nueva cruzada, a menudo teleguiada por Israel. De tal manera que ha sido el propio Ariel Sahron quien ha querido que el rabino Yechiel Eckstein, fundador del International Fellowiship of Christians and Jews, contratase al Ralph Reed, antiguo presidente de la Coalición cristiana para predicar la palabra de Dios: 250.000 cristianos han enviado de este modo 60 millones de dólares a Israel. Asimismo, la organización Christians for Israel/USA ha financiado la inmigración de 65.000 judíos, con el objetivo de realizar, al decir de su presidente, el reverendo James Hutchens, "la llamada de Dios que consiste en ayudar al pueblo judío a volver a reinstaurar el Estado de Israel".

"LOS QUE NO ESTÁN CON NOSOTROS ESTÁN CONTRA NOSOTROS"

La retórica del presidente Bush ("los que no están con nosotros están con los terroristas", "nosotros somos buenos", etc) ha favorecido un discurso binario y maniqueo que coincide con los esquemas del pensamiento de los integristas. Según un sondeo reciente de Time/CNN, el 59% de los norteamericanos piensan que los acontecimientos descritos en el Apocalipsis se van a producir, y el 25% cree que los atentados del 11 de septiembre estaban predichos en la Biblia. De ahí el gran éxito de la serie "left Behind" (50 millones de ejemplares vendidos): diez volúmenes a medio camino entre la novela de anticipación y la guía práctica para el fin de los tiempos, que pretenden ofrecer las claves de los misterios del Apocalipsis.

En algunos medios fundamentalistas, la intransigencia de Ariel Sharon y su espíritu guerrero son acogidos con exaltación. ¿No es esta visita --de pura provocación-- del 28 de septiembre de 2000 al monte del Templo (la explanada de las Mezquitas) la que desencadenó el ciclo de violencia cuyo fin parece no llegar nunca?. Ahora bien, según las Escrituras es sobre este lugar sagrado donde se erigirá el Tercer Templo, preludio de las sangrantes guerras escatológicas. En estas condiciones, una solución pacífica o concesiones territoriales podrían comprometer --o retardar-- la realización de las profecías. Como ha señalado el Pastor Hutchens: "No puede haber paz antes del advenimiento del Mesías".

A pesar de su aparente solidez, la alianza entre extremistas y fundamentalistas cristianos se basa en un malentendido. el teólogo Harvey Cox lo afirma: "Si yo estuviese en el lado isaraelí, sería extremamente prudente". De hecho, la cronología planteada por los fundamentalistas ofrece razones para la preocupación: en primer lugar las plagas, los sufrimientos y las guerra; luego la reconstrucción del Templi y la llegada del Anticristo; por último, el segundo advenimiento del Mesías y el combate final en Jerusalén entre el Bien y el Mal. Los Justos serán entonces conducidos en estado de arrobamiento al cielo. Las dos terceras partes de los Judíos serán convertidos, los otros serán eliminados o abocados a la condena. Para algunos, el fin del mundo está, además, más cerca de lo que parece. En enero de 1999, el reverendo Jerry Falwell declaraba que el advenimiento del Mesías podría producirse en los diez próximos años. También afirmaba que el Anticristo estaba ya entre nosotros, y que era "Judío y varón".

* Le Monde Diplomatique



V CONFERENCIA- SECTAS Y MEDIOS DE COMUNION SOCIAL

Una de las grandes preocupaciones de la Iglesia Católica en América Latina es sin duda el de las sectas fundamentalistas.

Este tema ocupará un espacio importante de reflexión durante la V Conferencia del Episcopado en Aparecida – Brasil

La reflexión sobre el problema de las sectas que van desangrando a la Comunidad Cristiana Católica en América Latina, tiene varias aristas: desde la financiación económica por potencias mundiales, hasta las razones geopolíticas de la expansión de dichas sectas en el continente que ha sido denominado el Continente de la Esperanza, porque se decía que más de la mitad de los cristianos católicos se encontraban en el Nuevo Mundo.

Aunque el término fundamentalista es usado por primera vez en la década de los 20 en Estados Unidos[2], es precisamente al inicio de la década de los 80 nace la fusión de los predicadores pentecostales y el uso inteligente de los medios masivos de comunicación (en aquel entonces la TV y la Radio, hoy en se ha sumado el uso de Internet como un formato en el que convergen todos los demás medios masivos de comunicación)

Lo cierto es que la Iglesia Católica – especialmente en América Latina – se vio invadida en las últimas décadas por grupos de predicadores evangelistas itinerantes, estaciones de radio y canales de televisión regionales y en red nacional, casas editoras que publican una gran variedad de revistas populares, libros religiosos, productos musicales, contactos con el público a través “cartas personales computarizadas”, universidades virtuales, sitios Web interactivos, centros de peregrinaje, parques de diversiones para familias, grupos de presión política, hospitales, etc.

Muchas de estas iniciativas son, hoy en día, autosostenibles por las insistentes campañas de donación de los adeptos a dichos movimientos y la administración de dichos medios está bajo la dirección de los mismos líderes protestantes, que han logrado crear estructuras independientes de cualquier jerarquía eclesiástica, ya que los miembros de estos grupos tienen la sensación de asegurar su salvación siguiendo la voluntad de Dios que les es indicada por el predicador.

La V Conferencia no puede no hablar de los Medios de Comunicación Social
Dejando a un lado las teorías comunicativas y los fundamentos teológicos de este fenómeno real para otros espacios de reflexión académica, es importante llamar la atención sobre el hecho de que el fenómeno de las sectas y la progresiva reproducción de dichos grupos pentecostales está íntimamente ligado al uso de los medios de comunicación que realizan. Más aún cuando, finalmente hemos tomado conciencia de que la sociedad está fuertemente condicionada por la irrupción de las nuevos modos de comunicar y por el acceso a los nuevos instrumentos de comunicación.

No se trata de entrar en una competencia tecnológica en el ámbito de la comunicación, sino de estar concientes del uso y la importancia que tienen los medios de comunicación en el ámbito, no sólo social, sino también eclesial, espiritual y en cada aspecto de la vida de la Iglesia.

Discípulos y misioneros de Jesucristo
De la Iglesia Católica, Comunidad de Comunidades, se espera excelencia y ejemplaridad en cada acción que humaniza más a la sociedad secularizada. Así pues, si hoy la Iglesia busca un espacio para dialogar con el Mundo, lo hará usando los medios y lenguajes actuales que utilizan las personas de nuestra época.

No se trata de encaramarse en la idea de que nuestro Mensaje de Salvación debe ser buscado por los demás, ya que si es cierto que nuestra misión es “ir y evangelizar todos los rincones de la tierra”, este mandato divino se traduce en ser discípulos que utilizan los instrumentos que la Divina Providencia ha puesto a nuestra disposición, así como lo haría el apóstol de las gentes: Pablo de Tarso.

“El Discipulado” ha sido precisamente el tema central de reflexión que han escogido los Pastores del Continente de la Esperanza.

No basta pues con ignorar el recto uso que se puede dar a los medios de comunicación social, que al fin y al cabo son sólo instrumentos, depende de nosotros el uso que queramos darle, sin olvidar que nos guste o no vivimos en un contexto fuertemente marcado y condicionado por la novedad de los espacios virtuales o reales que son productos de nuestra época.

P. Justo Ariel Beramendi
Comunicador SocialOficial para América Latina del PCCS[1]

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