jueves, 31 de enero de 2008

miércoles, 30 de enero de 2008

Sociedad, medios y globalización...

Los medios son el aparato ideológico de la globalización

Ignacio Ramonet
Prensared


El intelectual y periodista Ignacio Ramonet clausuró la Bienal Iberoamericana de Comunicación realizada en Córdoba (Argentina) del 26 al 29 de septiembre de 2007. Fue presentado por María Inés Loyola. Lo precedió en el uso de la palabra el investigador cordobés Héctor Schmucler.

"No puedo empezar esta charla, esta reflexión, sin rendir homenaje a la extraordinaria reflexión que acaba de proponer mi amigo, maestro, Héctor Schmucler con mucha valentía. Esta exposición, este testimonio personal es también la historia de la comunicación contemporánea y el itinerario intelectual que merece mucha reflexión para todos nosotros que hemos conocido y acompañado una parte de esa experiencia. También agradecer a las organizadoras Marijo Villa y Susana Morales y a todo el cuerpo docente por haber organizado esta bienal. Me siento muy honrado que se me haya confiado la clausura ante tantos especialistas como hay en la sala y estudiantes y estudiosos de los temas de la comunicación.

Quisiera presentar una serie de apuntes porque creo que estamos todos deseando pasar a una nueva etapa y sacar la lección de todo lo que hemos aprendido en estos tres días. Algunos apuntes, quizá, en prolongación de este itinerario histórico que había propuesto Shmucler y con la idea de decir en qué momento estamos hoy – en mi opinión-, de esta historia mediática y comunicacional. Pienso que los medios, en general, aparecen -quizá por la cultura mediática que hemos adquirido en los últimos decenios y como consecuencia de los trabajos realizados por los departamentos de ciencias de la comunicación. Todo ese saber que se ha desarrollado, relativamente nuevo, no existía masivamente hace 50 años y que se ha extendido ahora-, como un problema de la democracia. Si los medios son la condición para la democracia, en la medida en que la ausencia de democracia se caracteriza precisamente por la ausencia de libertad de expresión y de una pluralidad que exprese la riqueza y la diversidad de la sociedad. Hoy, curiosamente, se produce en nuestras sociedades primero un sentimiento difuso: que los medios no funcionan.

Medios y mentiras

No sólo porque a veces se les pilla en flagrante ejercicio de mentira, como lo vimos en momentos trágicos, en particular en la víspera a la invasión de Irak, cuando se avanzó desde las posiciones de autoridad tan importantes como la presidencia de los EE.UU o algunos de los medios más respetados hasta entonces como el New York Times, o el Washington Post; se pudo afirmar que Irak poseía armas de destrucción masiva o que Irak y el presidente Sadam Husseim habían participado de las organizaciones de los atentados del 11 de septiembre.

Dos evidentes mentiras, hoy demostradas. No sólo por eso estas mentiras se acumulan. Pero, en la historia mediática también han habido otras mentiras. Por ejemplo, cuando estudiamos la comunicación nos damos cuenta que desde la resistencia salvaje y popular a una comprensión política, a una dictadura, a un autoritarismo, precisamente, en una sociedad donde no se permite la libertad de expresión, la sociedad va a emitir una serie de mensajes anónimos que circulan por y para subvertir el orden existente. Es característico de las dictaduras.

En las dictaduras, hay muchos rumores. Si el dictador y el sistema dictatorial afirman algo, aunque todo el aparato mediático del poder insistan en repetir esa verdad oficial, la sociedad no se lo cree y difunde automáticamente rumores que descalifican la palabra del poder.

La otra manifestación salvaje de resistencia popular a la voluntad de imponer un discurso, por ejemplo, es el chiste. Nunca se han producido tantas historias que se burlan del poder, que hacen reír, como en los sistemas autoritarios. Y estos dos aspectos, curiosamente el chiste, la broma y el rumor a expensas del poder para descreibilizar la palabra del poder, son dos manifestaciones características de las dictaduras. Pero si nosotros observamos lo que pasa en nuestras democracias desarrolladas hoy ¿qué es lo que vemos? En la mayoría de los países – no sé si es el caso en Argentina- se han desarrollado ediciones cómicas que tienen vocación por hacer reír en el que el sistema público es el telediario, y los periodistas son los personajes más payasos de la sociedad. Es el caso en Francia, de España y de muchos países donde sistemas de marionetas o de animación sofisticados presentan precisamente el marco de la información como lo más caricatural del funcionamiento de las sociedades contemporáneas.

En nuestras sociedades democráticas, donde hay una pluralidad de medios, una sobreabundancia de medios, es donde más se manifiestan los rumores. Por ejemplo, del 11 de septiembre, existen decenas de miles de sitios en Internet donde se demuestra matemáticamente que ese atentado no ha tenido lugar. Sobre todo, el de Washington y donde se demuestra de que, exactamente, esto no fue así porque hay un complot detrás que dice que los responsables de Estados Unidos han organizado este atentado. Estos ejemplos indican que en situación de democracia hoy significan que la información está funcionando como en una dictadura o como en sistemas de opresión. Hoy existe en nuestras sociedades, una sensibilidad muy particular hacia el funcionamiento mediático. Y hay una insatisfacción, justa o no justa, justificada o no, sobre el funcionamiento mediático.

El profesor Shmucler, acaba de dar un ejemplo sobre la cuestión de la inflación en Argentina, muy interesante, porque es una cifra que se calcula mediante mecanismos matemáticos. Sin embargo, nos explicaba que existe una desconfianza muy extendida hacia la verdad de esa cifra. Es otra demostración, que lo mismo ocurre aquí, sobre otros temas. Lo que dice la autoridad política o mediática no es automáticamente creído. Estamos, por consiguiente, en un sistema de desconfianza generalizada, de crisis de credibilidad, y tenemos cada vez más conciencia de que nos encontramos en una situación a la que yo califico de inseguridad informacional.

Existen otras inseguridades, en términos de trabajo, de salud, de seguridad estricta frente a la violencia pero también en una sociedad de inseguridad informacional. Si recibo una información hoy, no estoy seguro que sea buena y el cuerpo social está desarrollando una serie de mecanismos de alerta que hace que frente a algunas informaciones la postura más higiénica, más sana, consiste en desconfiar primero y creer después. Así, hasta hemos visto situaciones que parecían sólidas, que podríamos calificar de insurrecciones mediáticas.

Insurrección mediática

Hemos visto sociedades sublevarse utilizando los mecanismos mediáticos individuales de los que cada uno de nosotros dispone hoy: los teléfonos celulares y ordenadores para difundir masivamente de individuo a individuo y no de un punto a la masa de ir transmitiendo como un virus una contrainformación frente a la información oficial y fue lo que pasó en España con el atentado en Madrid y que las autoridades oficiales trataron de presentar a un culpable oficial y el cuerpo social no lo aceptó.

Desde otro punto de vista, lo que pasó el año pasado en Hungría. En una conversación que parecía no tener gran importancia el jefe de gobierno admitió que le había mentido a la sociedad para ganar las elecciones, y se sublevó la población de Budapest durante varios días y semanas. También es una insurrección mediática. La idea es de que todo el cuerpo social, la sociedad, los ciudadanos primero desconfían de los medios y segundo están dispuestos a movilizarse si constatan que les engañan. Entonces, esta cuestión de los medios se ha transformado hoy, en muchos países, en el principal problema de la democracia. Evidentemente, hay una especie de paradójico fracaso de los medios. Por una parte, triunfan porque nunca han tenido tal dispositivo tecnológico a su disposición. Pero, por otra parte, hay un fracaso fundamental en la medida que esa credibilidad no está funcionando.

La sociedad está convencida de que los medios, no sólo tratan de engañarlo por razones políticas etc. sino que esencialmente no están funcionado como un elemento masivo de educación cívica para construir sociedad; sino que funcionan según otros criterios. Y en sociedades como las nuestras, donde tantas instituciones que se mantenían como pilares (familia, iglesia, educación, servicio militar) se han derrumbado; en algunos sectores donde las sociedades están en busca de su identidad contemporánea, existe la idea de que los medios constituyen la argamasa que va a constituir cuerpo social. Y los medios no lo están asumiendo.

Desde ese punto de vista, hay como una gran decepción frente a esa responsabilidad no asumida por los medios. Por otra parte, existe la sospecha de que si no funcionan como elemento masivo de educación cívica en realidad están funcionando sencillamente como una mercancía.

Ciudadanos en venta

La información está circulando como una mercancía, no según las leyes de la información, sino según las leyes de la oferta y la demanda y para mejor funcionar están cambiando su naturaleza y se están adaptando para venderse mejor, se adaptan a las leyes retóricas, no de la información, sino las dominantes de la esfera de la cultura de masas. Es decir: efectos de emisión, simplicidad, espectacularidad, maniqueísmo, velocidad, urgencia como decía Shmucler, instantaneidad que es el régimen de la velocidad natural, normal, en tiempo real, que ha suprimido el espacio, que hace que efectivamente para las comunicaciones de hoy el espacio no exista. Tuve la sorpresa el otro día cuando dí la conferencia de prensa aquí que ya estaba en YouTube y alguien ya me la había enviado.

Esa idea del tiempo real ha destruido el periodo necesario para la elaboración de la noticia y, por consiguiente, ha creado toda una urgencia en su elaboración que, en la mayoría de los casos, se resume en transmitir (mecanismo propiamente técnico) y no a seguir una cultura periodística en la manera de elaborar la información.

Por otra parte, los propios mecanismos comerciales de la información hoy día están perturbados con la aparición de los "gratuitos". La gratuidad es la cultura de Internet, pero el NYT ya ni siquiera pide a cambio una pequeña suma de dinero para poner a disposición de los usuarios todos los archivos históricos y editoriales. La consulta es gratuita. ¿Por qué? Porque el mecanismo económico de la información es otro. Hasta ahora podríamos pensar que el mecanismo económico de la información consiste en vender información a los ciudadanos. Pero, cada vez más -como la decisión que acaba de tomar el NYT-, el negocio consiste en vender ciudadanos a los anunciantes. Nosotros somos vendidos. Lo que quiere el NYT, los periódicos gratuitos y la televisión es que seamos numerosos. Cuanto más seamos, más caros van a vender los segundos la publicidad y la información es gratuita. Estos cambios, esta necesidad de que la información sea la más sencilla posible, para que el número de consumidores sea el más amplio posible, sin que haya un obstáculo para este consumo, estaba modificando el funcionamiento estructural de la información. Entonces, un parámetro como el de la verdad -eminentemente subjetivo, en función del punto de vista que se adopta-, tiene cada vez menos pertinencia y no se considera demasiado importante que la información que se difunde refleje realmente lo que ha ocurrido.

Medios y poderes

¿Por qué? Precisamente, porque por una parte se han dispuesto las leyes del entretenimiento y por otra parte, las leyes de la oferta y la demanda. Esta nueva situación del funcionamiento mediático en general arruina el concepto del Cuarto Poder. Pienso que hoy, ya lo expresé en otros trabajos, globalmente no se puede decir que los medios constituyan el cuarto poder. A menos que no sepamos cuál es el origen de esta expresión. Les recuerdo que la idea de que la democracia o la república para ser tales debían descansar sobre tres poderes, es una idea de la ilustración francesa, precisamente de Montesquieu quien desarrolla estas ideas en el libro “El espíritu de las leyes”. Desarrolla la idea para que una sociedad funcione de manera armoniosa, sin ninguna autoridad superior, sino para que se autogobierne, tiene que haber tres poderes.

Un poder que representa a la sociedad y que elabora las leyes que luego van a articular y organizar la sociedad, que es el poder legislativo. Por consiguiente, el poder legislativo era como una maqueta, un modelo reducido de la sociedad donde están representados un conjunto los ciudadanos; un poder ejecutivo que tiene la función de hacer cumplir las leyes y el poder judicial que por definición debe permanecer aislado de los otros dos poderes porque debe hacerse sin ningún tipo de presiones: políticas, religiosas, militares etc.

Estos tres poderes son los que efectivamente las primeras sociedades democráticas van a desarrollar como principios, antes de que existieran las comunicaciones de masa propiamente dichas, que solo existen cuando las técnicas de reproducción masiva lo permiten. Se inventa la rotativa, la linotipia, que permiten editar centenares de miles de periódicos en una noche y también cuando las sociedades están alfabetizadas para poder leer ese medio colectivo.

Cuando empieza a haber medios de masa en la democracias, antes de la Primera Guerra Mundial, se contaban con los dedos de la mano. Cuando comienzan a desarrollarse los medios masivos de comunicación, en una sociedad alfabetizada y democrática, aparece un concepto y un actor colectivo que es la opinión pública. Con esta idea hay un debate sobre el tema. Nuestro amigo Pierre Bordieu decía que no existía y que era un invento de los sociólogos norteamericanos, porque era el reflejo de los medios masivos. Si no hay MCM, no hay opinión pública. Retomando el ejemplo anterior del profesor Shmucler sobre la inflación, cuando decía que hay informaciones que uno puede verificar. Sobre eso, no necesito que los medios digan algo. Y si dicen algo en lo que no creo, dudo. En cambio, cuando los medios afirman algo de un territorio muy alejado de mí, del que no tengo por definición una experiencia concreta en mi vida material, cuanto más alejado esté de ese escenario de la información más dependo de los medios. Por ejemplo, lo que ocurre en Irak, Afganistán, en Teherán, no tenemos experiencia de lo que pasa. Es virtual, es mediática. Creo o no creo, dudo o creo en parte lo que dicen los medios; pero es función de los medios. Por consiguiente, la opinión pública, si hoy se hace un sondeo sobre qué piensan los argentinos de Irak, en general la encuesta va a revelar lo que los medios dicen. Entonces, el concepto de opinión pública va a permitir relativizar la legalidad de los tres poderes en la democracia. Porque la cuestión es la siguiente. Si, democráticamente en una democracia se toma una decisión de hacer una ley ¿qué es lo que moral o éticamente puede condenar esa ley? Si es democrática, se ha votado, es representativa, no ha habido fraude, la ley es legal y se impone. Pero a pesar de todo esto, una ley puede ser criminal.

Por ejemplo, en EE.UU, la primera democracia moderna, durante casi un siglo hubo leyes votadas democráticamente que autorizaban la esclavitud. Autorizaban la compra y la venta de seres humanos, conviertiéndolos en pura mercancía. O la discriminación racial, que era legal en muchos Estados hasta los años 50. En un país democrático como Francia o en Inglaterra con constitución democrática, democráticamente votaron leyes que autorizaron la colonización, es decir, la invasión, la conquista militar, la destrucción de culturas, la explotación de riquezas, de personas, democráticamente votadas.

En Francia, también la justicia ha podido condenar a un inocente como fue el caso del capitán Dreyfus que se le condena por traición pero en realidad se lo hace por antisemitismo. Los jueces se comportan como antisemitas para impedir que un judío ingrese al ejército y el pretexto es que ha traicionado al país frente a Alemania. Pero, precisamente, frente a estas leyes democráticas pero inicuas, criminales, va a surgir la utilización de la Opinión Pública. Ese sentimiento, esta utilización cívica de la prensa, y por ejemplo en el caso Dreyfus, surge la expresión Cuarto Poder que aparece en Francia y que utiliza frecuentemente la sociología norteamericana. Por la movilización de una serie de personalidades conocidas por su reputación artística como Emile Zolà que se va a movilizar a favor de Dreyfus y va a exigir que se revise el proceso. Surgen a la vez, el cuarto poder y el concepto de intelectual, movilizado, comprometido con una causa del pueblo.

Aparece entonces la idea de que una democracia por muy legal que sea, es incompleta si a los tres poderes no se le añade un cuarto poder, que es el de la sociedad, el de la opinión pública aliada a los medios de comunicación masiva para corregir los disfuncionamientos de los tres poderes.

Hablo de la democracia, es decir, que es un poder en manos de los ciudadanos y un poder que tiene en definitiva como objetivo el permitir, vigilar, corregir y garantizar el buen funcionamiento democrático y así se inventa la opinión pública que pasa a ser un elemento del pueblo democrático. Mi idea es que esa función de cuarto poder de los medios, no está funcionando.

Globalización

Esencialmente, porque estamos en un periodo que se llama globalización y que ha modificado todos los parámetros de funcionamiento económico y cultural de nuestra sociedad. La globalización es el fenómeno dominante de nuestro tiempo, es una evidencia repetirlo, pero es importante recordar que la palabra globalización equivoca porque quiere decir que se extiende al globo.

Por ejemplo, la patata de Perú se extendió al mundo y podríamos hablar de la globalización de la patata. Pero no es ese el significado. La globalización es un fenómeno específico de nuestro tiempo y al que además no podría existir, sin los cambios que se han producido en el campo de la comunicación. ¿Qué es la globalización? Es, esencialmente, la idea de que los capitales pueden circular en el planeta sin traba.

Lo único que en este planeta puede circular sin trabas, aparte de los vientos y son detenidos por la cordillera, es el dinero. Lo que más se compra y se vende en el mundo hoy es el dinero. No es el petróleo, la soja o el trigo y los alimentos. Lo que más se compra y se vende es el dinero. Se compran y venden euros, dólares, y toda clase de moneda y se llama el mercado de divisas el mercado de cambios.

Y el hecho de que el dinero circule hace que si usted es un capitalista y tiene centenares de millones de dólares tiene dos posibilidades: o crea una fábrica con trabajadores que fabrican productos y los venden en los mercados todo eso es muy complicado y le va a procurar un beneficio de entre un 4% o 5%, y eso en el mejor de los casos. Ahora si usted coloca ese dinero en el mercado financiero actualmente usted está seguro de obtener un crecimiento término medio de 20 a 25%.

Entonces, en el mejor de los casos, aquellas personas que quieren colocar dinero en una empresa van a exigir que esa empresa les produzca un beneficio de 15% para que esa brecha produzca esa cifra. Tiene que deslocalizarse e instalarse en países subdesarrollados donde la mano de obra es muy barata, sobreexplotada, no hay derechos sociales o se destruyen etc.

La liberalización de los capitales ha creado toda una situación que ha desencadenado la guerra principal de nuestro tiempo y es la guerra del mercado contra el Estado, del individuo contra el colectivo, la sociedad, de lo privado contra lo público. Y si el mercado de cambio se ha liberalizado es porque se ha desmaterializado. Si usted quiere comprar millones de euros no hace falta que lleve maletas.

El sistema utiliza las autopistas de la comunicación. Si no hubiese habido esta transformación tecnológica que signifique la revolución digital no estaríamos en un sistema que cada día, cada segundo, 24 horas, los 365 días al año está especulando con la moneda. ¿Para qué sirven las autopistas de la comunicación? No se han creado para que nosotros mandemos mensajes a nuestros amigos con mucho placer, se han creado para que transformen órdenes de compra y venta de valores financieros.

Por eso la globalización es ante todo un mecanismo financiero más que económico. Porque la economía supone la creación de productos, salarios y de sociedad. Y esto también es una empresa de tipo financiero. Entonces, esta lógica hace que en el mundo de la globalización, los actores principales están desmaterializados, no tienen territorios. Lo que tienen es la explotación de riquezas, mientras que los Estados son prisioneros aún de sus territorios. Y esta idea ha hecho que los actores principales de la globalización sean las grandes empresas.

Pero la revolución digital ha permitido que en el campo de la comunicación lo que antes era este sistema especializado en lo escrito, la imagen, el sonido, hoy día la tecnología es la misma para todo y ha creado un continente nuevo que es Internet. Hoy día las máquinas de comunicar especializadas, un poco lo decía Darwin de los animales demasiado especializados, están en vías de extinción. Porque todas las máquinas de comunicar actuales integran texto, imagen y sonido como los teléfonos.

Los ordenadores permiten todo: ver cine, escuchar música, ver fotografías, escribir. Todo. Este tipo de cambio hizo que las industrias que estaban especializadas en cada sector se unificaran. Por eso hemos visto aparecer, a lo largo de estos últimos 20 años, megarubros que no solo acumulan actividades de la comunicación y la información, unificando las tres esferas de la información, (comunicación, publicidad y de la cultura de masas), sino además integrando Internet. Y estos actores son los que dominan hoy económicamente la información.

Y claro, estos actores no tienen hoy una preocupación cívica. La preocupación de ellos, no es de construir sociedad. La preocupación esencial de estas empresas -y no hablo por el momento de ideología, estoy describiendo el mecanismo de formación de estos mastodontes de la comunicación que está dominado por sectores que no tienen que ver con la comunicación en el sentido de intercambio de mensajes- es la rentabilidad.

Por ejemplo, las empresas telefónicas, las informáticas, son actores de la comunicación. Pero también grandes empresas que no tienen nada que ver a priori directa o indirectamente con la comunicación. Por ejemplo, cuando Vivendi era el grupo número uno de la comunicación mundial distribuía agua en los edificios y casas de departamentos.

La idea es la siguiente. Con la revolución digital, usted tiene una estructura de empresa que le permite elaborar un fluido, enviarlo por unos tubos, medir el consumo en cada punto de consumo (casa o departamento). Si usted posee esa estructura, si junta agua, electricidad o TV por cable o cualquiera actividad de la comunicación, es exactamente lo mismo.

Entonces, esta nueva esfera que se ha creado con estos nuevos grupos, son los que hoy día están dominando la comunicación. En estos momentos estamos viendo la inmensa batalla que hay en el mundo por el control de la información económica (Reuters, Wall Street Journal). Es decir, los medios tienen ahora una postura de la rentabilidad, igual que los demás actores de la globalización.

Los medios, aparato ideológico

En este contexto, los medios no aspiran hoy a ser el cuarto poder. No es su preocupación. Pero, curiosamente, al transformarse en actores principales de la dinámica principal de nuestro tiempo, los grandes megagrupos son -como las grandes empresas-, actores principales de la dinámica dominante de nuestra sociedad. En realidad, quieren más. No se contentan con ser el cuarto poder, ahora lo que quieren es transformarse sencillamente en el aparato ideológico de la globalización.

De hecho, son el aparato ideológico de la globalización igual que cuando los conquistadores llegaron aquí tenían el aparato ideológico de la Iglesia, como apoyo a la conquista. Hoy día, a la penetración de la globalización, le acompaña el aparato ideológico de la globalización, es decir el sistema mediático, que efectivamente instala la idea de una manera extremadamente compleja, acompaña esa relación de que la globalización es lo mejor que nos podría ocurrir.

Establece de manera muy inconciente y permanente una idea muy difícil de combatir: que la globalización es sinónimo de modernización, de progreso. Es muy difícil estar en contra de esto cuando en realidad la globalización, para miles de millones de personas, es regresión. Y el aparato ideológico está repitiendo esta idea. Hoy día, el aparato mediático no quiere ser el cuarto poder. Pero de hecho es el segundo poder. Porque la jerarquía de poderes, se ha movido con la globalización. El primer poder es el financiero, el segundo es el mediático y el tercero es el político.

Todos tenemos en mente el modelo (Silvio) Berlusconi, que se transforma en la primera fortuna gracias a la construcción de edificios y en la primera fortuna de Italia, cuando adquiere el primer grupo mediático de Italia. Estos dos poderes, automáticamente y democráticamente, le van a dar el poder político. Por consiguiente, hoy está la idea de que esa pareja infernal entre el poder financiero y mediático no admite cualquier resistencia. La resistencia tiene un nombre: la voluntad política. Todo sistema que opone voluntad política, a la voluntad de dominar el mundo, inmediatamente, se ve sancionada.

Miren lo que está ocurriendo en América Latina. Uno de los pocos ejemplos en el mundo, donde una serie de gobiernos han combatido la globalización, las sociedades han vivido a sus expensas, la aplicación de medidas neoliberales extremadamente depredadoras, se ponen en práctica una serie de decisiones que vuelven aponer en primera línea la voluntad política, de crear la iniciativa a lo político, frente a lo económico y mediático.

Es lo que ocurre en Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador, y miren con qué violencia el aparato mediático está tratando de desacreditar esas experiencias con la temática de que son experiencias no democráticas cuando no lo son, o de regresión, cuando son de progreso evidente.

Golpes mediáticos

El caso de Venezuela ha sido ejemplar. Cuando la guerra mediática, los medios se encontraban en primera línea cuando había sido derrotada electoralmente la oposición política. Y los medios, asumieron no sólo ser el segundo poder, sino la ambición de ser el primer poder conduciendo lo que podemos llamar el primer golpe mediático internacional.

Los medios aspiraron a tomar directamente el poder en 2002. Además, quieren ser el único poder, sin contrapoder. Nosotros, que hemos estudiado y trabajado con Michel Foucault, sabemos que cualquier poder tiene un contrapoder. El poder político, tiene una oposición -estamos hablando en países democráticos- , el poder empresarial tiene un contrapoder que son los sindicatos. Pero el poder mediático no admite contrapoder, porque cualquier crítica con respecto al funcionamiento mediático, es inmediatamente acusada de atentado contra la libertad de expresión; y trata de desacreditar cualquier reflexión que ponga en expresión, que ponga en causa el funcionamiento mediático. Las campañas que se llevan a cabo contra Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador las tenemos ante los ojos.
Para terminar, he lanzado esta idea de crear un Quinto poder que tenga la función del cuarto. Creo que hay una serie de iniciativas, aprovechando esta sensibilidad particular de nuestras sociedades, frente a los abusos, los desvaríos, los disfuncionamientos mediáticos. Creo que hay que dinamizar, lanzar la idea de los observatorios de medios, no solo para producir informes, sino también para movilizar.

Quinto poder

Creo que hay que ser, a la vez, académicos apoyándonos en el saber universitario. Pero, el saber universitario no debe mantenerse en el seno universitario. Debe salir de la universidad. La sociedad en su conjunto necesita del saber que se ha elaborado en las facultades de ciencias de la comunicación para armar a los ciudadanos que sienten que algo no funciona y no saben exactamente qué.

Y hoy, precisamente, hay una misión en el sentido misionero de la palabra, de ir a la sociedad para movilizarla. No solo hay que hacer estudios, sino ser un agitador mediático, un agitador político. Hay que hacerlo. A partir y con el arma de los observatorios, hay que pasar a la denuncia de los medios que mienten y a la protesta popular.

Estamos en una batalla ideológica. Hay que apoyar la creación de servicios públicos. Hemos visto la batalla a propósito de Venezuela con RCTV, la voluntad del Estado de equilibrar el sistema mediático, mediante el desarrollo de servicios públicos como Telesur. También en otros países como Encuentro en Argentina, y otros en Brasil.

Todos estos procesos de transformación económica están teniendo una traducción mediática, porque es una batalla decisiva. Hay que desarrollar la comunicación comunitaria, hay que crear una nueva generación de periodistas –no estar condenados a hacer lo mismo que sus predecesores- porque el mundo mediático está viviendo una revolución radical y esa nueva generación debe utilizar Internet con sentido de la creatividad, con sentido de la imaginación para inventar el periodismo de nuestro tiempo. Una información mejor es posible y entre todos lo vamos a lograr". Muchas Gracias.

*Doctor en Semiología e Historia de la Cultura por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, Paris y catedrático de Teoría de la comunicación en la Universidad Denis-Diderot (Paris-VII).
Especialista en geopolítica y estrategia internacional y consultor de la Naciones Unidas. Actualmente imparte clases en la Sorbona de París. Desde 1999 dirige la publicación mensual Le Monde Diplomatique y la bimensual Manière de voir. Fundador de la Organizacion no gubernamental ATTAC. Es cofundador de la Organización No Gubernamental Media Watch Global (Observatorio Internacional de los Medios de Comunicación) de la que es presidente.
Fue también uno de los promotores del Foro Social Mundial de Porto Alegre.
Ha sido premiado en numerosas ocasiones y es autor de varios libros, la mayoría traducidos a diversas lenguas, entre los que se destaca: Fidel Castro: biografía a dos voces” o “Cien horas con Fidel”.




Sociedad globalizada y medios de comunicación

Miguel Guaglianone
Alterzoom

Que los medios de comunicación de masas son muy útiles para concentrar y manejar el poder sobre grandes conglomerados humanos es algo que fue evidente desde su invención, desarrollo e imposición en una Sociedad Occidental que durante todo el siglo XX se fue constituyendo como urbana y de masas.

William Randolph Hearst acumuló mucho poder usando sin restricciones morales la influencia proporcionada por sus 38 periódicos, lo que le sirvió entre otras cosas (además de para amasar una inmensa fortuna) para llegar hasta la cámara de Representantes de los Estados Unidos, aunque no le fuera suficiente (Gran Depresión por medio) para culminar con sus aspiraciones políticas hacia el Senado y la Presidencia de ese país. Paul Joseph Goebbels descubrió, desarrolló y usó el poder de la radio (y el de los espacios, eventos e imágenes) como una eficiente herramienta para adoctrinar y orientar al pueblo alemán que acompañó fervorosamente al nazismo en su proyecto de 1000 años de dominio mundial germano. La naciente televisión se inició (luego de la Segunda Guerra Mundial) convirtiéndose en el mejor medio de promoción y difusión del "American Way of Life" y la sociedad de consumo.

Alrededor de un siglo después de sus inicios, los medios se han convertido en un factor estructural de la sociedad globalizada, una red coherente a través de la cual se canaliza el control y el ejercicio del poder mundial.

Esta no es una afirmación gratuita. En una sociedad heterogénea y global como la nuestra, la persuasión constituye un factor tan o más importante que la fuerza para mantener el control de unas pequeñas minorías sobre grandes masas humanas. En la actualidad la persuasión se produce y ejerce fundamentalmente a través de ese sistema coherente y globalizado en que se han ido convirtiendo los medios.

La penetración -sobre todo de la televisión- en la vida cotidiana de grandes grupos humanos, permite la existencia de algo así como un "sistema de educación continua", que transmite, no sólo una información parcializada de acuerdo a los intereses de quienes manejan los medios sino también un sistema de valores que determina en estos contingentes de seres humanos, no solamente sus patrones de consumo, sino también los distintos aspectos de su modo de vida, su visión ética y estética, el planteo de sus relaciones, sus objetivos de vida, sus aspiraciones, etc.. En el caso de la televisión, este proceso se realiza a través de un lenguaje audiovisual de altísimo impacto perceptivo cuyo objetivo -más que el sistema racional al cual formalmente apela- va directo a los sistemas emocional e intuitivo-sensible de los individuos, a los cuales afecta y altera sobre todo de manera inconsciente.

La estructura de la red comunicacional global

La situación se torna más grave, cuando analizamos la existencia actual de dos factores estructurales que son parte de este sistema globalizado de "comunicación".
El primero es la concentración . Un grupo de alrededor de una docena de grandes corporaciones (en su mayoría de origen norteamericano) poseen y manejan hoy más del 90% de la comunicación mundial.[1]

Esa concentración es un fenómeno relativamente nuevo, ya que si bien la comunicación tradicional había estado en Occidente siempre en manos privadas, se caracterizaba porque los propietarios de los medios disfrutaban de una cierta autonomía (ejemplificada en su etapa final en el caso Watergate, dónde la independencia del Washington Post provocó la renuncia de Richard Nixon), moderada autonomía ésta que en un tiempo permitió llamar a la prensa el "Cuarto Poder"

Esta no es una característica exclusiva de los medios de comunicación, es un síntoma más del proceso de corporativización que se ha ido tornando una característica fundamental del neocapitalismo. La progresiva concentración del capital y el poder en un núcleo cada vez más reducido de grandes corporaciones (fenómeno que fue previsto por Carlos Marx en el siglo XIX) ha venido avanzando a nivel global desde el final de la Segunda Guerra Mundial y se refleja hoy en todas las facetas de la sociedad.

La concentración y la interdependencia corporativa, permitieron al gobierno de Bush influir en forma directa sobre todo el conglomerado que maneja la comunicación para dar a su guerra en Irak un perfil particular. A diferencia de lo sucedido cuándo Vietnam, en la que la libertad de información de que disponían los medios constituyó uno de los factores para lograr una opinión pública opuesta a la guerra en los EE.UU., el absoluto control que hoy ejercen la Casa Blanca y el Pentágono sobre toda la comunicación que se relaciona con esta nueva guerra, ha mantenido a ese público alejado e ignorante de la realidad cotidiana de esa confrontación.

El segundo factor es que la concentración y la comunidad de intereses entre las corporaciones estimulan y aceleran el proceso de estandarización de la comunicación . El punto de vista desde el cual se comunica y lo que se comunica tienden a ser únicos e unidimensionales. Un ejemplo de esto es la paulatina implantación del concepto de "terrorismo" a nivel mundial. Este concepto, que ha sido utilizado por los poderes hegemónicos a lo largo de la historia para descalificar a los movimientos de resistencia que se oponen al poder imperial, se globaliza a partir de los sucesos de las Torres Gemelas, cuando el gobierno de Bush plantea su cruzada contra este nuevo enemigo. Toda información o comunicación que se realiza en adelante sobre cualquier movimiento de resistencia, está de alguna manera categorizada por los medios corporativizados como una información sobre terrorismo. Inclusive los esfuerzos del gobierno colombiano del presidente Uribe por lograr una calificación generalizada de terroristas a los movimientos insurreccionales que existen en ese país desde hace muchos años, confirman la progresiva imposición mediática del concepto.

Contenidos y consecuencias de la comunicación globalizada

Finalmente, veamos en detalle algo de lo que "comunican" e "informan" los medios:

En principio proporcionan "informaciones", pero esas informaciones están seleccionadas y presentadas de tal manera que responden directamente a los intereses de quienes están detrás (dueños de medios, poder político, poder económico). Existen acontecimientos cotidianos que no tienen cabida en los medios (como por ejemplo la degradación ecológica en toda su magnitud, o las epidemias endémicas en zonas como África o Asia, o aún la promoción de datos tan sencillos de la ONU, como que la mitad de la población del mundo nunca ha hecho una llamada telefónica en su vida). Toda la información que proporcionan los medios está basada en la producción de "noticias". Acontecimientos puntuales que llaman la atención del público, pero que en general no son más que eso, hechos puntuales presentados de la forma más llamativa posible. Es casi una misión imposible hacer a través de los medios el seguimiento de los procesos que están detrás de cada "noticia". Nunca hemos podido enterarnos por ejemplo que sucedió después con los habitantes, las infraestructuras y los parajes que fueron devastados hace algunos años por el gran tifón que sacudió Asia, ya que la reconstrucción o el abandono no generaron noticias "de interés". Igualmente, sufrimos la repetición sistemática de noticias "fabricadas" a partir de esos mismos intereses (por ejemplo las que tienen que ver con la industria de la farándula, los paparazzi, los chismes, etc.). Pero lo más importante es que además los medios están transmitiendo constantemente patrones de conducta (originados por un sistema de valores implícito) que cubren todos los aspectos de la vida de los receptores.

En principio determinan -y esto es lo que se aprecia a nivel más superficial- los patrones de consumo, mostrando cuales son los productos que hay que consumir (creando la necesidad cuando ella no existe), y asociando el consumo de esos productos a confort, popularidad, status, fama, triunfo, etc. Pero también están determinando los patrones de conducta éticos , ya que en cada uno de sus mensajes está implícito (y a veces explícito) que es lo que está bien , y que es lo que está mal, cuales son los comportamientos adecuados y cuales los no adecuados. Aún más, determinan completamente los patrones estéticos (no solo cómo debemos actuar, sino también cómo debemos vernos). Por ejemplo, el prototipo de la mujer caucásica de pelo rubio liso y con un maquillaje impuesto por la moda dictada por las grandes corporaciones de cosméticos, se va imponiendo gradualmente a todos los otros patrones estéticos (basta con ojear los canales de TV del Oriente para apreciarlo). En el mismo paquete, los medios están determinando los patrones de conducta social, que pertenecen sobre todo al modo de vida blanco anglosajón de los países del primer mundo. Estos patrones cubren desde como se imparte la justicia (el sistema de leyes, de policía y el derecho consuetudinario, temas recurrentes en los seriales producidos en EE,UU. se convierten en la propuesta global de justicia) hasta el ritmo de la conducta cotidiana de vida que se parece sospechosamente a la vida de los suburbios en ese mismo país. Proporcionan así los medios, no sólo las normas de comportamiento, sino los objetivos de vida "deseables" a grandes masas humanas, aunque ellas pertenezcan a una matriz cultural diferente.

El "Gran Hermano" está entre nosotros

George Orwell imaginó en "1984" un infierno particular, una sociedad cerrada con control absoluto de la vida de las personas por medio de una televisión de doble vía. A través de ella, el "Gran Hermano" vigilaba y dirigía la vida cotidiana de cada uno de los habitantes de la ciudad.

La realidad actual es bastante menos espectacular pero quizás no por sutil menos terrible. Los medios de comunicación de masas están proporcionando a grandes conglomerados humanos -en su gran mayoría apiñados en inmensos centros urbanos[2]- una "realidad virtual" que puede no tener nada que ver con la realidad "real", pero que está construida al gusto y necesidad de los estamentos que manejan el poder global. Para los individuos atrapados en la rutina diaria y el aislamiento de las megalópolis, esta realidad virtual se convierte en su realidad. Es el más efectivo sistema de control: lograr que los dominados piensen y vean el mundo con los mismos ojos de los dominadores .

Los efectos colaterales son del orden de la tabula rasa . Del mismo modo como los productos transgénicos patrocinados por las grandes corporaciones tienden a eliminar la variedad vegetal del planeta, el mensaje hegemónico y único de los medios tiende a eliminar la diversidad cultural. El habitante de Bangkok y el de Montevideo se van convirtiendo, no sólo en consumidores de los mismos productos de las mismas marcas, sino que van adoptando un sistema de vida estándar proporcionado por los medios.

Si esto puede sonar a apocalíptico o exagerado, vea como ejemplo los informativos de las cadenas Al Jazeera y Telesur, dos loables intentos de los habitantes del Sur por quebrar la hegemonía del sistema comunicacional globalizado. Estudie el formato de estos informativos y analice la estética escenográfica y la personal de quienes informan (generalmente una pareja de hombre y mujer) y constate hasta que punto, una televisora ubicada en Qatar y otra en Caracas utilizan un patrón de formato y un estética estándares creados en los centros de dominación y que no están relacionados con el patrón cultural de los comunicadores (ni tampoco con el de los receptores).

Las esperanzas

En realidad, este panorama que mostramos no es tan desolador como pareciera. La diferencia entre el arte de Orwell y la realidad, es que ni el sistema de comunicación global ni la sociedad mundial son sistemas cerrados, por más intentos que realicen para lograrlo las minorías dominantes.

La lógica del neocapitalismo deja fuera cada vez más grandes grupos humanos. Las cifras respecto a los teléfonos, deben ser muy similares respecto a los televisores (y no hablemos de la palabra escrita). De esta manera, el sistema de control de los medios funciona eficientemente en un número limitado de habitantes del planeta (el de aquellos que pertenecen o son periféricos al primer mundo), número que además tiende a disminuir.

Y es precisamente desde esas masas humanas excluidas desde donde hoy están naciendo los movimientos de resistencia al sistema globalizado. Basta dar una ojeada por Latinoamérica para ver como son precisamente los grupos tradicionalmente marginados quienes están presentando nuevas alternativas de poder. Y esto no es exclusivo de esta región, aún la pauperizada África, o las masas de Medio Oriente cobijadas por el Islam, están agitando las aguas del poder impuesto desde los centros hegemónicos. Más aún, en esos propios centros se van acumulando estallidos de resistencia.

Y esto proporciona nuevas alternativas al sistema de control hegemónico, aunque la tarea (y este es el objetivo de estas reflexiones) es hacer cada vez más conciente como funcionan los medios como mecanismos de control y como podemos enfrentar estos mecanismos ocultos.


[1] Ver artículo de Ernesto Carmona "Medios, los amos de la información" publicado en www.aporrea.org el 07/08/07

[2] Las cifras de la UNESCO proporcionadas por la prensa hace pocos días, dicen que este año hemos cruzado las aguas, y que ya vive en nuestro planeta un número mayor de personas en las ciudades, que en otros sitios.


martes, 29 de enero de 2008

Diccionario de Sociología... con humor



A

Académico. Hombre de mucho talento. No había inventado nada, pero explicaba muy bien los inventos de los demás. Voltaire

Acéfalo. El que ha perdido la cabeza, en sentido no metafórico. Por derivación, el término se aplica a aquellas sociedades que han perdido su gobierno y se encuentran en una situación de confusión y abandono. Durante mucho tiempo historiadores y politólogos sostuvieron que los orígenes de tal analogía se encontraba en las doctrinas organicistas del Estado, que ven en la figura del gobernante la cabeza del cuerpo social organizado. Actualmente se sabe que la analogía fue acuñada en Francia, hacia los primeros años del siglo XIX, período en el que con frecuencia, la condición de acefalía de la sociedad coincidía con la del ex monarca y la de sus colaboradores más cercanos.

Aculturación. Especie de mutación cultural muy frecuente en épocas de colonización. El prefijo 'a' se utiliza en su doble sentido: como adquisición del término que precede (a-burguesamiento, a-sociación) o como pérdida de ese objeto (a-nómico, a-céfalo), dotando así al concepto de dos significados, intercambiables: si da cuenta del nativo se utiliza en su primera acepción; si (por algún fatal accidente) debe dar cuenta del visitante, en la segunda.

Adaptación. Ajuste de nuestra conducta a la definición dominante del entorno. El proceso de adaptación es siempre bienvenido, en tanto caracteriza el obrar de las personas juiciosas y responsables.

Alienación. En cierta sociología, alteración de los sentidos que hace percibir la posición social propia en forma distinta de la percepción que de la misma hace el sociólogo. El concepto de alienación, liberado definitivamente de sus mejores antecedentes filosóficos, ocupó un importante lugar en la terminología de la Escuela de Sociología Profética, de gran influencia en la década del 60. Para muchos científicos sociales contemporáneos el término resulta de dudosa validez, por su ambigüedad y su fuerte connotación valorativa. Contra tales argumentos se han levantado voces de protesta de parte de algunos integrantes de la referida escuela, ejemplo de lo cual son las opiniones del sociólogo mexicano Ramón Sánchez Mejía, quién en 1985 y en oportunidad de celebrarse el III Congreso de la ALAS., se preguntaba ante los participantes cómo podía ponerse en tela de juicio la objetividad y precisión metodológica de la noción de alienación, cuando los propios estadísticos se encargaban de estudiarla y hasta habían formulado un coeficiente para medirla. El argumento causó profundo malestar entre los estadísticos presentes en el Congreso, hecho que en un primer momento desconcertó a Ramón Mejía, pero que luego atribuyó a la evidente filiación imperialista de aquellos.

Antropología. Sociología de zonas tropicales.

Ascenso social. Proceso por el cual un pobre se transforma en lumpem, y un hijo de la clase media se convierte en yuppie. Toda sociedad se enorgullece de estos personajes, ya que constituyen muestras vivientes de que en su seno hay lugar para el progreso y la auto superación.

Fruto de ese orgullo son los variados relatos que narran la vida de estos hombres. La estructura de los relatos es sencilla, y se organiza en tres etapas fundamentales: una completa descripción del triste lugar de donde el personaje provenía, para enseñar las penurias de una vida austera; una detallada exposición del envidiable sitio en donde hoy se encuentra, para instruir sobre las ventajas de una posición encumbrada; y un marcado olvido del proceso por el cual se operó el pasaje de un sitio a otro, para no empañar al acto pedagógico con el relato de acontecimientos poco dignos del elogio y el ejemplo moral.
Ascetismo. Doctrina moral que deduce de una vida y costumbres austeras el medio idóneo para alcanzar la perfección del espíritu y obtener los favores de Dios (en manos de los protestantes la doctrina fue reformulada, aunque no por ello perdió algunas de sus características originales).

La práctica del ascetismo, que antaño orientó la vida de numerosas comunidades, hoy se encuentra prácticamente extinguida, según indican los más prestigiosos estudiosos. Una notable excepción en este sentido la constituye la opinión del Antropólogo americano John O'Connor, quién afirma haber constatado un singular resurgimiento de la doctrina en zonas periféricas de algunas ciudades modernas, donde -siempre según su erudita opinión- sus habitantes, aunque sin conferirle aquél carácter místico, continúan abrazando las reglas de una vida sencilla, los gustos humildes y una práctica alimenticia exenta de abusos proteicos.


B

Bibliografía. Sitio donde se invocan las obras de otros, como último recurso para justificar la de uno.

Bien. Lo que es moralmente correcto, lo que debe procurarse y defenderse, aquello a lo que debe aspirar el espíritu humano Propiedad, lo que le pertenece a alguien, aquello que se encuentra bajo el dominio de alguna persona. Los dos sentidos del término, que en otras épocas tornaron imprecisa su utilización, han dejado de constituir un problema desde que se fusionaron, para economía del lenguaje y legitimidad de la economía.

Burgués. Antiguo personaje que se escondía a la hora de acumular riqueza y se exhibía ostentosamente a la hora de despilfarrarla. Sus descendientes más cercanos realizan esencialmente las mismas actividades de su progenitor, pero se diferencian de aquel por no exhibir su mismo pudor al ejecutar la primera.
Burocracia. Clase social usufructuria de los medios de decisión. Es distinta de la burguesía, ya que no es dueña de los medios que utiliza; es distinta del proletariado, ya que no trabaja.


C

Calidad. Cantidad.

Cambio social. Proceso recurrente en las sociedades humanas, sobre cuya existencia todos los sociólogos coinciden, aunque jamás lleguen a ponerse de acuerdo sobre su ocurrencia empírica. Posee la extraña particularidad de aumentar su visibilidad conforme aumenta su distancia.
Carisma. Don que la naturaleza otorga excepcionalmente a algunos hombres, y en virtud del cual estos pueden gobernar a sus congéneres, sin necesidad de recurrir a los argumentos del terror o del sufragio.
Coeficiente de asociación. Ecuación que aplicada a dos variables discretas asume valores entre 0 y 1, tal que se si se aproxima a la unidad confirma la existencia de una asociación trivial, y si se acerca al valor nulo descarta la posibilidad de una relación interesante.
Competencia. Ingenioso argumento de la empresa para obtener la cooperación de sus subalternos entre sí y con los fines de la primera.
Computadora. Artefacto que transforma una información dudosa en creíble y un texto mediocre en presentable. Le asiste razón a Gilb cuando enseña: No se debe confiar en las computadoras, pero menos aún en los seres humanos.
Consultoría. Transacción en la que A ofrece el dinero que no le pertenece, a condición que B aporte las ideas que no dispone, para encontrar solución a un problema que a ninguno de los dos importa.
Consumo. Zanahoria que atada a la punta de una vara y colocada a una corta distancia de los ojos de un burro, garantiza que aquel transite por la senda del Bien, a buen paso, y sin lamentarse por los bultos que transporta sobre su lomo (los burros más optimistas argumentan que la Providencia ha colocado allí esa carga, para que sostenga la vara que sujeta la zanahoria).

Contador. Individuo que posee la habilidad de contar Persona que cuenta historias de ciencia ficción, redactadas en lenguaje alfa numérico.

Control Social. Ver SOCIALIZACIÓN.

Corrupto. Integrante del sector público que mediante el uso de medios de dudosa moralidad, se apropia de una cantidad desmesurada de riqueza en relación con la que le corresponde por su trabajo. Cuando quien esto realiza pertenece al sector privado, se lo denomina empresario-exitoso. El economista chileno Alejandro Roemmer, ha sostenido en la Introducción de su reciente Manual Práctico de Gerenciamiento para Ejecutivos Ocupados, que este hecho no puede considerarse sino como un argumento más en favor de la economía pura de mercado, desde que resulta siempre preferible a una sociedad de corruptos una de hombres de éxito.
Crisis económica. Situación que se verifica cuando en forma regular y generalizada, al establecerse un intercambio entre dos individuos, quien ofrece el dinero tiene la sensación de haber gastado mucho y quien lo recibe siente que ha obtenido muy poco. Mientras dura el período de crisis, participan de tal situación todos los integrantes del Estado, con excepción de aquellos que integran la clase alta, que por naturaleza se encuentran librerados de experimentar tales sentimientos, y quienes conforman la clase baja, que por definición se hallan destinados a padecer tal sensación eternamente, es decir sin depender de los vaivenes de la economía.

Cristianismo. Doctrina que profesa la solidaridad entre los hombres y la ayuda a los más necesitados, así como la existencia de un Dios único, el juicio divino de nuestros actos terrenales y la vida eterna de las almas justas. Esta doctrina recibe su nombre por Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, quien la difundió sobre el final de su corta vida, hasta que los romanos decidieron prescindir de su existencia, para dedicarse en forma personal a su divulgación. Cosa que hasta el día de hoy siguen haciendo, con singular éxito.
Cuestionario. Instrumento para la obtención de información, de uso frecuente en sociología y ciencias afines. En su versión contemporánea el cuestionario consiste en una serie de preguntas, afirmaciones o enunciados incompletos, que se redactan ordenadamente en una serie de hojas y que son presentadas al cuestionado para que éste conteste, juzgue o complete aquellas inscripciones. La crítica a tal forma de recolección de información en ciencias sociales ha crecido tanto como su uso, de modo que a esta altura ya casi nadie se aventura a defenderlo como instrumento de medición ni se priva de utilizarlo toda vez que sus servicios profesionales son requeridos. Las diferentes posiciones académicas sobre el tema fueron objeto de debate recientemente, en oportunidad del III Simposio de Metodologías Convencionales celebrado en España, evento que reunió a los principales metodólogos de esta parte del mundo. Como era previsible prevaleció la posición crítica. El 4% de los participantes consideró al cuestionario un instrumento muy útil, el 12% bastante útil, el 15% más o menos útil, el 25% poco útil, el 36% nada útil y el 8% no sabe/no contesta.


D

Democracia. (La forma de gobierno que) nace cuando los pobres, después de haber obtenido la victoria, matan a algunos adversarios, a otros los destierran, y dividen con los restantes el gobierno y los cargos públicos, los que son determinados generalmente por sorteo. Platón

La menopausia de las sociedades occidentales, la Gran Menopausia del cuerpo social. Baudrillard

La desesperación de no encontrar héroes que nos dirijan. Carlyle

Departamento Universitario. Factoría de conocimiento integrada por unos pocos patrones y un número siempre variable de obreros. El valor que añaden estos últimos a las escasas mercancías que en el lugar se producen es de tal magnitud, que permite a los primeros no solo aumentar sus ingresos sino además su currículum.

Descentralización. Intento de solución del problema burocrático, consistente en la distribución geográfica de sus incompetencias.

Descubrimiento. Hallazgo o desciframiento de uno de los secretos de la naturaleza con el auxilio del método científico. Para realizar un verdadero descubrimiento es necesario disponer de tiempo, paciencia, experiencia y gran capacidad intelectual.
Empecé entonces a investigar este tema en el año 92 y he continuado haciéndolo hasta la fecha. El año '96 espero publicar un libro con el resultado de estas investigaciones. (...) Una de las cosas que descubrí es que las negociaciones surgen porque existen diferendos. Psic. Clara Coria

Desviado. Individuo lo suficientemente tonto o lo suficientemente oportunista, como para hacer públicamente lo que sus congéneres se esfuerzan en realizar bajo los beneficios de la intimidad. Su destino más frecuente es la cárcel o la fama, respectivamente (o indistintamente, como en la Argentina).

Discriminación positiva. Discriminación.

División del Trabajo. Proceso que acompaña la evolución de las organizaciones humanas, consistente en la progresiva asignación de tareas nuevas a sus integrantes, optimizando así las rutinas productivas e instaurando nuevas formas de cohesión social. En el siglo XVI, por ejemplo, se necesitaba un Miguel Angel para producir un David en casi tres años, mientras que a fines del siglo XVIII se requería un estirador, un enderezador, un cortador, un afilador, un preparador, dos a tres formadores, un colocador, un blanqueador y un empaquetador, para producir 48000 alfileres, en un solo día.
La propia sociología no ha permanecido ajena a este proceso. Así, mientras que en el siglo XIX un investigador precisaba de inteligencia, ingenio y varios años para producir una obra teórica de valor, a fines del siglo XX necesita de un supervisor, un adjunto, un asistente, dos ayudantes, un codificador, un digitador, un desgrabador, un secretario y apenas ocho meses para redactar un paper.











E

Ecologista. Activista verde (y de improbable maduración). Individuo que cuando ve caer un avión debido a problemas mecánicos, le echa la culpa a los pasajeros (y se lamenta por los árboles derribados en el impacto).

Economista. Individuo que por estudiar los aspectos económicos del mundo, se encuentra habilitado para intervenir en asuntos económicos, políticos, sociales y hasta psicológicos de la comunidad. La posibilidad de asumir tan diversas tareas no se funda tanto en su aptitud técnica, como en su solvencia moral, garantizada por la realización del Juramento Hipocrítico, que efectúa al culminar sus estudios. Su texto se desconoce, aunque se presume.

Edad. Medida que nos confirma con certeza la distancia de tiempo ocurrida entre nuestro nacimiento y el presente, y nos sugiere -con angustiosa imprecisión- la que existe entre el momento actual y nuestra muerte. El hecho que a la mayoría de las personas les preocupe su edad no tanto por lo primero como por lo último, prueba una vez más que las mediciones importantes, aunque imprecisas, resultan de común más útiles que las precisas pero triviales.

Empleo. Uso, utilizo, dispongo en beneficio propio. El término designa desde la Revolución Industrial la forma que asumen de las relaciones de trabajo, en donde quién demanda tales favores es designado empleador y quién ofrece esos servicios recibe el título de empleado. Desde aquella época de gloria, en que el concepto gozaba de todas las bondades de su significado, los insistentes reclamos de los empleados, las coyunturas económicas y las torpes actuaciones de algunos dirigentes políticos, han venido alterando su sentido. Y aunque nunca ha perdido su contenido esencial, no existen dudas que ya no designa en forma tan clara lo que antaño. Para evitar esta inconveniente perdida de significado, que enturbia el concepto y dificulta el mutuo entendimiento, se ha sustituido por el de sub contrato, que restituye, con notable claridad, los contenidos genéticos del primero.

Encuesta de opinión. Procedimiento que utilizan los sociólogos y otros científicos sociales para recolectar opiniones (ver OPINIÓN). Una vez que han sido recolectadas (ver CUESTIONARIO) se introducen todas en un computador, donde un experto las ordena y combina. Como resultado de aquél proceso se obtiene una serie de cuadros, porcentajes y gráficas, que se publican en la edición dominical de los periódicos importantes, constituyendo una sana lectura para el ciudadano medio. Además de prestar estos servicios a la comunidad, la aplicación y análisis de encuestas de opinión ha aportado en mucho al avance de la ciencia. Gracias a ellas sabemos, por ejemplo, que en los Estados Unidos un 89% de los hombres desearían pasar una noche con Demi Moore y que en Sud Africa el 93% de los blancos no permitiría que su hija se case con un negro.

Estado. Una de las más ingeniosas abstracciones del poder.

Estadística. Forma de control que opera por conteo y clasificación.
Hace apenas un siglo se soñaba en una ampliación tal de las estadísticas, que permitiera abarcar a todos los hombres en todos los momentos, y a cada uno a lo largo de su existencia. A fin de obtener una representación precisa, la investigación estadística acompaña al individuo durante toda su existencia terrenal. Esta investigación tiene en cuenta el nacimiento del individuo, su bautismo, sus vacunas, su secuela y su aprovechamiento escolar, su diligencia, su salida de la escuela, su ulterior educación y desarrollo; y una vez que el individuo llega a ser un hombre, tiene en cuenta su físico y su capacidad para llevar armas. También lo acompaña en los pasos siguientes de su marcha por la vida; toma nota de la ocupación elegida, dónde establece su hogar y cómo maneja dicho hogar; si ahorró en tiempos de la abundancia de su juventud para la vejez; tiene en cuenta si se casa, cuándo lo hace, a qué edad se casa y a quién elige por esposa (...); las estadísticas lo siguen cuando las cosas le van bien y también cuando le van mal. Si en su vida sufre un naufragio, si padece contratiempos materiales, morales o espirituales, las estadísticas toman nota de todo eso. La estadística abandona a un hombre sólo después de su muerte, después de haber determinado la edad precisa del individuo en su deceso y consignado las causas que determinaron su fin E. Engel.

Afortunadamente se ha reparado en la actualidad sobre la excesiva vigilancia que sobre la vida privada este perfeccionamiento de los registros conlleva, por lo que las estadísticas actuales suelen abandonar deliberadamente la intención del conteo de todos los casos, en asuntos tales como pobreza o desempleo, en aras de la libertad y la comparabilidad internacional de los resultados.


F

Falsación. Acta de defunción de una buena hipótesis, generalmente librada por un individuo incapaz de concebir otra de similar grandeza. No suele poner en riesgo la salud de la primera.
Fin. En ensayística contemporánea, impasse de reciente ocurrencia y probable transitoriedad, en algún fenómeno o institución social de relevancia (v. gr. fin de la modernidad, fin del socialismo, o fin de las ideologías, o más aún fin de la historia). En atención a la calurosa acogida que estas sugestivas actas de defunción vienen recibiendo de parte del público más ilustrado, se han difundido recientemente próximas entregas, entre las cuales se destacan: Para fines del año 2004 se anunciará el fin de la humanidad; para enero o febrero del 2005, el fin de la vida animada en el planeta; para setiembre de ese mismo año el fin del sistema solar y la vía láctea; y para mediados del 2007 el fin del cosmos y sus alrededores, que seguramente se constituirá en el mayor suceso editorial del año.


G

Género. Tejido elaborado con lana, algodón o lino, que se utiliza en la confección de vestidos, manteles, cortinas, delantales y demás enseres domésticos, siendo por ello especialmente conocido entre las mujeres y tema predilecto de conversación en la oficina, en especial a la hora del té.


H

Hecho Social. Toda representación acerca del mundo con capacidad de orientar la acción de los integrantes de un grupo, cuya existencia trasciende la vida de esos hombres, aunque no puedan ser sino en la mente de aquellos. Desde el primer lector apresurado de Durkheim se ha considerado que los hechos sociales son cosas, es decir que comparten con el resto de los objetos de la naturaleza características comunes. Advertido de esta tosca interpretación de sus escritos el propio Durkheim se apresuró a aclarar el disparatado malentendido, hecho que resultó a todas luces insuficiente para desalentar a la gran legión de críticos con los que hasta la fecha cuenta.

Hipótesis. Especulación acerca de la forma, estructura, significado o utilidad de un acontecimiento, o sobre las relaciones de determinación, asociación o simple coexistencia de dos o más propiedades del mundo. Existe un amplio consenso en la comunidad científica acerca de la necesidad de contar con buenas hipótesis, pero persisten ciertas discrepancias sobre los elementos que posibilitan aquella condición. La siguiente anécdota ilustra en buena forma el tenor del debate:

Cuenta Borges que en el Hotel Du Nord, en la noche de un 3 de diciembre, el Doctor Marcelo Yarmolinsky fue brutalmente asesinado. El viejo rabino había llegado ese mismo día a la ciudad, como delegado de Poldosk al Tercer Congreso Talmúdico, y lo habían alojado justo frente a la suite del Tetrarca de Galilea. Y cuenta que dos horas más tarde de haberse descubierto el crimen, se encontraban en la habitación del infortunado, el Comisario Trevinarus y el joven detective Lönnrot, quienes mantuvieron el siguiente diálogo:

- No hay que buscarle tres pies al gato -decía Trevinarus. Todos sabemos que el Tetrarca de Galilea posee los mejores zafiros del mundo. Alguien para robarlos habrá entrado aquí por error, Yarmolinsky se ha levantado, el ladrón ha tenido que matarlo. ¿Qué le parece?

- Posible, pero no interesante -respondió Lönnrot. Usted me replicará que la realidad no tiene la menor obligación de ser interesante. Y yo le replicaré que la realidad puede prescindir de esa obligación... pero no las hipótesis.

En la que Usted ha improvisado interviene copiosamente el azar. Aquí hay un rabino muerto; yo preferiría una explicación puramente rabínica (...)

- No me interesan las explicaciones rabínicas –repuso Trevinarus de mal humor; me interesa la captura del hombre que apuñaló a este desconocido.

El lector práctico puede contentarse con el argumento del Comisario.


Historia. Estado de conflicto y transformación permanente, que visto de cerca asume la forma de una recta, pero desde mayor distancia la de un círculo. Para los comunistas terminaba con el fin del socialismo y para los neo liberales, con el fin del socialismo. Afortunadamente ambos estaban equivocados.
Homicidio. Especie de ofensa contra un integrante de nuestra especie, que resulta generalmente preferible entre muchas otras, por garantizar al ofensor la imposibilidad de réplica de parte del ofendido. Según la famosa clasificación de Bierce 'Hay cuatro tipos de homicidio: felón, excusable, justificable, encomiable, aunque al muerto no le importa mucho si lo han incluido en una o en otra; la distinción es para uso de los abogados'. Si bien estos tipos pueden considerarse universales, las categorías de individuos que ingresan en cada uno de ellos varía históricamente. Así por ejemplo, mientras que en los Estados Unidos hacia 1830 correspondían respectivamente a un vaquero, un negro, un cuatrero y un indio, actualmente corresponden a un judío, un negro, un adicto y un musulmán.





I

Ideología. Forma de conocimiento que construye una representación simplificada del mundo y de sus procesos, representación que parte generalmente de ciertos supuestos sobre la realidad, que no pueden ser demostrados, los cuales permanecen prácticamente incambiados a lo largo de un período importante de tiempo. Debido las posibles confusiones que entre ciencia e ideología pueden derivarse de esta definición, los científicos suelen llamar a los supuestos ideológicos creencias, y a los científicos paradigmas.

Imaginario (social).Comodín, en cierta especie de baraja intelectual francesa de amplia difusión en el occidente latino durante la última década del siglo XX. Como todo comodín resulta particularmente útil para lograr hacer juego en un discurso, cuando se dispone de argumentos escasos. Como todo comodín, no posee un significado en sí mismo sino en el marco del discurso dentro del cual se formula. Este lexicógrafo ha comprobado que sustituye eficazmente términos como creencia, cultura, representación, mito, actitud, idiosincrasia, conocimiento de sentido común e ideología, entre muchos otros, aunque por lo general no sustituye a ninguno, cumpliendo una función ornamental dentro del texto. Además de poseer esta conveniente ductilidad significativa, opera dotando al discurso de un carácter contemporáneo, con lo que permite concitar el interés del lector ávido de una prosa ambigua y novedosa.

Inferencia Estadística. Forma de razonamiento que permite estimar información poblacional a partir de información muestral con probada eficacia, a condición que usted garantice el cumplimiento de una serie de requisitos que por lo general no está en condiciones de cumplir.

Inferir. Derivar de una constatación particular una conjetura general.

Injuria. Antiguo arte bélico, característico de una época en que los aparatos de musculación no habían sustituido aún a las bibliotecas, como objeto de culto en los hogares de las clases acomodadas. El arte de injuriar es, entre todos los artes de la guerra, el más refinado y el que requiere de las mayores habilidades. Constituye un genero bélico autónomo y debe ser estudiado atendiendo a tal autonomía. Es cierto que en su época de esplendor solía preceder al duelo, otra de las formas en desuso de la guerra, pero esto en modo alguno porque se concibiera como simple introducción o invitación al segundo. En realidad este debe entenderse como una desviación a otra forma de enfrentamiento, realizada por quién ha perdido en el anterior. Con todo, los casos concretos pueden generar dudas a este respecto, tal como lo atestigua el suceso que se relata, y que derivaría en una singular disputa de caballeros:

La escena es protagonizada por Giacomo Casanova y el Conde Branitski, quien por aquel entonces cortejaba a la septuagenaria madre del primero. Casanova acaba de visitar a su madre (la Sra. Zanetta), luego de varias décadas de no verla. Acude al camerino de un teatro menor donde, a pesar de su avanzada edad, su progenitora sigue actuando. Transcurridos algunos minutos la Sra. Zanetta lo invita a retirase, ante la inminente llegada del Conde. Casanova abandona el camerino y es interceptado por Branitski, con quien se establece el siguiente dialogo:

- Espere un momento!
Es el camerino de la Sra. Zanetta.
- (Volviendo la mirada hacia el Conde) Estoy de acuerdo.
- Por supuesto!
(Casanova retoma su camino)
- Y Ud. quién es?
- (Volviendo nuevamente la mirada) Giacomo Casanova, a sus ordenes.
Supongo que Ud. es el Conde Branitski.
- Si yo tengo, digo, si yo soy (Branitski no domina bien el idioma)
No tolero intrusos! Me explico?
- (Sonriendo) Claro, créame...Conde... soy el último que se pelearía por ella.
- Charlatán extranjero!
- (Retomando la seriedad) Charlatán veneciano, por favor.
(Casanova intenta retomar una vez más su camino)
- Cobarde veneciano!
(Branitski se dirige hacia el camerino)
- (Volviéndose por tercera vez hacia el Conde, con aire sereno) Conde, un
cobarde veneciano mata fácilmente... a un héroe polaco.
- (Totalmente irritado) Sinvergüenza insolente!
- (Con serena resignación) Aristócrata desafortunado...

Inútil (Ant). Condición o estado de una cosa que no cuenta entre sus bondades la de mejorar mi conocimiento del mundo (v. gr. la estadística es inútil; la obra completa de Guidens es inútil). El camino más frecuente para alcanzar un juicio de inutilidad consiste en poseer una ignorancia absoluta de la cosa en cuestión y experimentar, al mismo tiempo, un deseo imperioso de ocultar ese estado. A similar conclusión se llega transitando el camino opuesto, que es el de procurar un conocimiento abundante de esa cosa, siempre y cuando no se padezca de optimismo.

Dado que por ambos caminos se llega a la misma conclusión y que de los dos el primero resulta el más corto, la legión de fanáticos que habitualmente lo recorre, dispone siempre de buenos argumentos para justificar su elección.

Inútil (Contemp.). Condición o estado de una cosa que no cuenta entre sus bondades la de mejorar mis ingresos.

Interdisciplinaria (La). Murga de heterogénea integración, cuyos intentos de organización son tantos como los de su fracaso. Generalmente cuenta con un director meritorio, un par de solistas algo interesantes y un coro bastante flojo. Suele componer presentaciones dignas del elogio, pero falla siempre en el couplé. Ensaya durante todo el invierno pero nunca llega a presentarse, porque en febrero todos sus integrantes se toman vacaciones (de todos modos no es probable que de hacerlo obtuviera algún premio en el Teatro de Verano, ya que si bien su vestuario suele ser vistoso y creativo, siempre desafina).

Interpretar. Proponer el significado de la acción de un individuo, de acuerdo al sentido que este le asigna y dentro del contexto en que aquella se despliega. La práctica de la interpretación ha sido ensayada por los seres humanos desde el origen de los tiempos y desde Dithley, con escaso éxito, por algunos sociólogos.

Intervalo de Confianza. Espacio definido por una serie de valores en torno a un estadígrafo muestral de los cuales podemos afirmar que uno de ellos es poblacionalmente verdadero, siempre y cuando no sea falso.

Investigar. Proponer interpretaciones dudosas sobre algún aspecto del mundo, con el auxilio y la complicidad de la metodología. Se distingue del acto de teorizar, que implica proponer dudosas interpretaciones sobre el mundo, con el apoyo y la complicidad de los editores.

Investigación participativa. Propuesta cognitiva con intención propositiva. Para preparar este tipo de investigación es necesario mezclar, en su justas proporciones, algunos gramos de método científico y unos cuantos quilos de pretensiones normativas. Para llevarla a cabo, se requiere de un hijo de la ciencia, sensible y comprometido con la realidad social, y de un grupo de tontos en busca de guía.
Instinto. Fuerza causante de casi todas las acciones humanas a las que los psicólogos no han podido conferirles, aún, una causa razonable.


L

Legislador. Individuo que a la hora de cometer un atraco, en lugar de llevar su mano a la cintura, la levanta.

Ley. Artefacto destinado a impedir aquello que exhibe buenas razones para ser realizado o promover lo que sin su ayuda pocos estimarían conveniente ejecutar (ver PROHIBIR).

Liberalismo. Doctrina política que promueve la igualdad de todos los hombres ante la ley. Los hombres más fuertes se encuentran eximidos de este principio, para no entorpecer su función esencial: redactar las leyes.

Libertad. Ideal supremo de todo hombre digno. El problema de la libertad ha sido preocupación de filósofos y monarcas desde el origen de los tiempos. A lo largo de la historia se han sucedido distintos principios sobre la libertad. El principio fundamental del orden burgués, a saber, que mi libertad empieza donde termino con la del otro, ha prevalecido sin embargo desde el tiempo de su enunciación, y esta llamado a perdurar por el resto de los días.

Lógica. Forma de razonamiento que procede derivando de un principio o supuesto conocido, una consecuencia, tal como se muestra en el siguiente relato:

Dos amigos se encuentran en una calle céntrica. El primero de ellos lleva bajo el brazo varios libros de grueso tamaño, que llaman la atención del segundo.

- ¿Qué son esos libros? -pregunta el extrañado.
- Son libros de lógica -responde el ilustrado.
- Ah, lógica...
- ¿Sabes de qué se trata la lógica, verdad?
- Pues...
- Bien, te lo explicaré con un ejemplo.
- Vale.
- Por ejemplo, tu tienes una pecera en tu casa ¿no es cierto?
- Pues sí.
- Entonces te gusta el mar.
- Pues claro... ¿pero cómo lo sabes?
- Es la lógica... Y si te gusta el mar, te gusta ir a la playa.
- Pues sí, hombre, pero ¿cómo es que lo sabías?
- Es la lógica, es la lógica... y entonces te gusta ver a las chicas tomando sol en la arena.
- Jo, hombre, claro que me gusta... ¿pero cómo es que lo sabes?
- Es solo la lógica!... Y bien, entonces a ti te gusta hacer ese tipo de cosillas con las muchachas... tu me entiendes...
- Pues joder hombre, claro que me gusta! ¡¿Pero, como lo has averiguado?!
- Es todo cuestión de lógica! ¿Ves? ¿Entiendes ahora de qué se trata?
- Oye, creo que sí! Vaya que es interesante esto de la lógica!

Los dos hombres se saludan y prosiguen su camino. Esa misma tarde, el segundo visita la biblioteca y retira varios libros de lógica, con la intención de saber tanto como su amigo sobre este genial recurso adivinatorio. A poco de salir de la biblioteca se encuentra con un otro conocido, quién al verlo atiborrado como estaba de textos, no tarda en preguntarle:

- ¿Qué son esos libros?.
- Son libros de lógica.

- Ah, lógica...
- ¿Sabes de qué se trata la lógica, verdad? -se adelanta nervioso.
- Pues... si, creo que sí...
- Bien, por si acaso te lo explicaré con un ejemplo.
- Vale.
- Por ejemplo, tu tienes una pecera en tu casa ¿no es cierto?
- Pues...no. En realidad no.
- Entonces eres homosexual, hombre!

Esta forma de lógica resumida, que no ha merecido demasiada atención en la filosofía clásica, constituye un recurso corriente en el razonamiento teórico en las ciencias sociales contemporáneas.



M

Marxismo. Doctrina de singular influencia entre las clases medias occidentales y las clases altas orientales hacia las primeras décadas de nuestro siglo. Los seguidores de esta doctrina se hacen llamar marxistas, por profesar las ideas de Karl Marx, pensador de inusual lucidez teórica. La obra de este hombre fue prolífica. Escribió sobre filosofía, historia, economía, política y sociología.
Y por si esto fuera poco, en sus ratos libres se dedicaba a arengar obreros para que hicieran la revolución. Uno de los defectos empero de la producción intelectual del teórico alemán, consistió en su obstinada costumbre de matizar sus análisis históricos con gran variedad de predicciones sobre el devenir, la mayoría de las cuales resultaron un verdadero fiasco.

Masonería. Orden integrada por hombres respetables, que comparten una sincera confianza en la racionalidad humana, un marcado aprecio por las instituciones liberales, y un particular gusto por jugar a las escondidas.

Mercado. Héroe mitológico en ciertas sociedades que, en su honor, se autodenominan de mercado. Personaje invisible pero dotado de voluntad, arbitrio y al menos una mano. Su genealogía se ignora. Es protagonista en innumerables leyendas, de similar argumento y desenlace, en donde cierto número de personas, naturalmente organizadas en grupos, deciden intercambiar algún tipo de bien haciendo uso de sus destrezas y posibilidades diferenciales de negociación, arreglo, simulación, manipulación o imposición de sus términos, para lograr así ciertas ventajas en su transcurso. En ese estado de cosas, el héroe irrumpe en escena y con sempiterna sabiduría vuelve a mezclar las cartas en juego, anulando así la incidencia de aquellas potencias grupales y logrando que el resultado de la partida se ajuste a cierta curva que, a la larga, se equilibra en un punto que solo El conoce.

Metodología. Conjunto de prescripciones que calman la ansiedad del investigador ingenuo y le sirven de guía para redactar sus informes, dotándolos de un carácter sobrio y una prosa oportuna Metodología cuantitativa. Instrumento punzante que permite trepanar una naranja, para extraer su cáscara. Se distingue de la metodología cualitativa que permite realizar la misma intervención, con el objeto de alcanzar las semillas. Los debates entre defensores de una y otra herramienta han sido largos y tediosos, por lo que no ha quedado tiempo para inventar una capaz de obtener su pulpa. Mientras tanto, esta operación continúa en manos de la ensayística.

Mito. Lo que por formularse de acuerdo a una lógica distinta a la científica, suele apartarse en sus conclusiones de los resultados estadísticos mejor difundidos o las teorías académicas más recibidas. Los científicos sociales, expertos en su estudio, suelen utilizarlo como sinónimo de falso, lo que ciertamente no colabora en la comprensión de aquellos, pero si en la legitimación de ellos.

Motivación. Lo que hace a un perro mostrarse dócil con su patrón, realizar las tareas que aquél le ordena y al finalizarlas mover la cola en señal de aprobación y agrado. El estudio de la motivación estuvo confinado a las especies inferiores hasta 1924, cuando un grupo de psicólogos de Massachussets. descubrió por error comportamientos similares entre operarias de una planta industrial. Desde aquella época se ha avanzado enormemente en la comprensión de esta fuerza movilizadora de las energías físicas y psíquicas, de la cual puede afirmarse que no es atributo exclusivo de los canes. Sabemos actualmente además que entre la motivación de aquellos y la que afecta a nuestra especie existe una importante diferencia: mientras las fieras realizan sus tareas correctamente y se comportan en forma complaciente, como medio estratégico para obtener alimentos y buenos cuidados por parte del amo, la mayoría de los humanos lo hacen porque lo consideran correcto y además por resultarles altamente gratificante.


Multicausal. Sin causa conocida.


N

Neoliberal. En economía, individuo que abandona las viejas teorías de Keynes para adscribirse a la moderna doctrina de Smith. Todo neo liberal es un evolucionista convencido.



O

Objetividad. Consenso suficientemente amplio sobre la veracidad de un hecho u objeto Confianza colectiva en el sentido de una cosa.
O.N.G. Sitio donde descansan los restos de la antigua voluntad revolucionaria en compañía de las mejores intenciones de sus antiguos enemigos.

Opinión. Argumento o juicio trivial sobre acontecimientos triviales. Difiere de una creencia por su débil articulación, de una actitud por su alta variabilidad, y de una convicción por su improbable capacidad de orientar la acción de quién la emite. La técnica más apropiada para recolectar y clasificar opiniones es la encuesta de opinión.

Optimismo. Estado de decadencia intelectual y moral, que asola a la especie desde sus más remotos orígenes. Sus causas pueden ser exógenas, aunque por lo general la dolencia reviste naturaleza genética. Inhibe a quién la padece para el desarrollo de ciertas actividades sociales, aunque lo vuelve particularmente apto para otras. Se asocia al mal de la ingenuidad, de similar sintomatología y consecuencias para la salud del portador. Esta asociación se verifica de manera unidireccional, en tanto todo ingenuo es un optimista pero no todo optimista un ingenuo (parecería existir una fuerte correlación entre estas situaciones y la condición de clase del paciente; el segundo de los casos se constata en individuos de la clase alta, mientras que el primero se manifiesta entre integrantes de la clase media). La aparición individual o conjunta de ambos procesos mórbidos inhabilita absolutamente a la práctica de la investigación social. Un optimista-ingenuo con pretensiones de comprensión de lo social constituye un contrasentido, o un absurdo, y la reiterada ocurrencia de estos casos un elemento de profunda preocupación para este lexicógrafo.



P

Paper. Papel.

Parentesco. Relación entre individuos de nuestra especie, fundada en acontecimientos biológicos (parentela por consanguinidad) o rituales (parentela por matrimonio o afinidad) y a partir de la cual se definen formas particulares de interacción. Las leyes del parentesco varían considerablemente entre los pueblos primitivos y su estudio constituye un camino probado para el conocimiento de la cultura y la organización de aquellos. El estudio de mayor alcance y profundidad en el tema corresponde al antropólogo australiano S. Baring-Gould (The Great Principies of Kinskip), monumental obra científica que es considerada en algunas partes una síntesis de sus antecesoras y en otras una propuesta original, reveladora y definitiva sobre los verdaderos principios sobre los cuales descansan las relaciones de parentesco entre los hombres. En la conclusión de su obra (Tomo IV. Págs. 128-152) el Dr. Baring-Gould enuncia sus 'leyes fundamentales' (veinticuatro según la última edición), las cuales demuestran no solo la capacidad teórica de su autor sino su amplio manejo de la terminología científica. A los solos fines ilustrativos ofrecemos al lector una trascripción de algunas de estas leyes:

donde: H = hijo - P = padre - M = madre

donde: H = hijo - P = padre - T = tío - He = hermano

donde: H = hijo - P = padre - He = Hermano - Pr = primo

donde: Y = yo - He = hermano

Pobre. Individuo que por el solo hecho de coexistir con otros de similar condición, garantiza la supervivencia de una legión de empleados destinados a la asistencia pública, la vida decorosa de algunos cientos de trabajadores sociales y el buen pasar de unos cuantos jerarcas y consultores encargados de implementar políticas sociales con financiamiento exterior. Si además de ser pobre, trabaja, este simpático personaje asegura también la buena vida de sus empleadores, con lo cual se convierte en el mayor distribuidor de riquezas que haya conocido nuestra especie.

Poder. En tanto mecanismo, toda definición de una situación en virtud de la cual un individuo o grupo puede imponerse a otro individuo o grupo. En tanto relación, toda forma de interacción en la que del total de sus participantes unos pueden imponerse a los otros más de lo que los otros pueden imponerse a los unos. El ejercicio del poder (o de la cuota relacional de poder) descansa no solo en la naturaleza de su ejecutor sino también, y en buena medida, en cierta disposición de parte de su objeto. Se ha sostenido así, que el amor y el temor operan positivamente a la ocurrencia del poder. Pero tales estados del espíritu resultan en todo caso condición suficiente, pero no necesaria, ya que el poder puede, en última instancia, prescindir de esos sentimientos.

Desde tiempos inmemoriales los filósofos se han preguntado sobre la justicia de las distintas formas de poder, y sobre la relación que tal carácter guarda con los estilos de su ejecución. En 1976 el historiador francés Michael Foucault echaba por tierra siglos de especulación filosófica sobre el tema al sentenciar: 'El poder es injusto, no tanto porque ha decaído respecto de sus más elevados ejemplos, sino porque no nos pertenece.' Poder Etático. Término con que los juristas refieren a la capacidad regulativa y punitiva del Estado. Aunque a primera vista correcto, el concepto plantea en esencia un absurdo, desde que supone que es el Estado el que tiene un poder, y no el poder quien tiene un Estado.
Politólogo. Homínido de costumbres gregarias, que invade las ciudades mayores de 10.000 habitantes en época preelectoral. Si bien se esparce rápidamente en estas épocas, se ha observado una concentración mayor de especimenes en redacciones de periódicos y estudios de televisión. Pasadas las elecciones desaparecen rápidamente, hecho que ha preocupado a los hombres de ciencia durante mucho tiempo. Actualmente se sabe (G. Albertini. Vida y Costumbres del Politólogo. Tomo II. Págs. 2-64. Ed. 1988) que en los prolongados períodos que separan a una elección de otra, la especie permanece en un estado de profundo letargo, guarnecida en algunas oficinas del Estado o Centros de Investigación con apoyo externo, donde procura alimento y refugio. Numerosas colonias han sido también descubiertas en ciertos Departamentos universitarios, en donde, además de practicar su quinquenal hibernación, se reproduce (G. Albertini. La Reproducción del Politólogo. Págs. 15-18. Mimeo 1990).
Positivismo. Escuela filosófica que sostiene que en tanto hombres de ciencia, solo podemos decir que vemos aquello que vemos. Limitar de forma tan radical las pretensiones de esta casta de parlantes, siempre dispuesta a opinar sobre lo que no puede probar con las reglas que ella misma se ha impuesto, alentó la crítica más verborrágica que haya tenido noticia la filosofía de la ciencia en las últimas siete décadas.
Post. Prefijo que significa distinto de lo que alguna vez fue bueno. Se opone a neo que significa más de lo que siempre fue malo. La creciente y reiterada utilización de ambos da buena cuenta del carácter de nuestra época.

Prejuicio. (Lit.: juicio anterior, o juicio previo) El término se utiliza como calificativo para designar todo juicio, acerca de una cosa, que se haya emitido sin respetar en su formulación, las reglas del sano juicio (que no son otras que las que dicta la ciencia moderna). Refiere por tanto, bien a juicios que se hallan emitido sin respetar regla alguna (prejuicios de tipo I), bien a juicios que surjan de la aplicación de reglas de conocimiento distintas a las del sano juicio (prejuicios de tipo II).

Los prejuicios han sido y serán combatidos siempre por la ciencia, en su afán de colaborar con el progreso de la humanidad. Todo prejuicio es un juicio no científico y por tanto es falso. En realidad esta última afirmación debiera considerarse un prejuicio, en estricta aplicación del método científico. En efecto, supongamos un fenómeno Z. Sobre él se podrán emitir muchos juicios, siendo la cantidad total, al menos teóricamente, determinable, de manera que exista un número equis (Ji) de juicios pasibles de ser emitidos respecto del fenómeno Z (de los cuales sabemos que solo uno es verdadero [Jv] y el resto [Ji - 1] son falsos [Jf1; Jf2; Jf3... Ji-1]). Siendo así, un prejuicio (PJ) sobre Z no es más que la elección por una de las Ji posibilidades, y el hecho de que el juicio escogido sea verdadero o falso se transforma en una cuestión de probabilidades. Concretamente P([PJ = Jv]) = 1/Ji. La diferencia entonces entre un prejuicio y un sano-juicio radica en que la probabilidad de que un prejuicio sea verdadero resulta siempre menor que 1 (P[PJ = Jv] < align="justify">
Vendedor. Especie de alquimista que con el auxilio de su lengua transforma un tosco producto de la factoría en un trozo del precioso metal ante los ojos de un tonto. Cuando las condiciones de producción son estables y el volumen de la demanda predecible, el vendedor es apenas el Monaguillo en la gran ceremonia de circulación de las mercancías. Cuando, por el contrario, la producción es coyunturalmente excesiva o estructuralmente incierta, se eleva a la condición de Santo.

Voto. Práctica colectiva recomendada por políticos y politólogos para el mantenimiento de la salud del cuerpo social. A pesar de su carácter benéfico los especialistas aconsejan que se realice sólo una vez cada cinco años, en tanto se ha comprobado -como con la vitamina D- que administrado con mayor frecuencia se torna nocivo para el organismo. Como en todas las cuestiones humanas, el exceso resulta siempre desaconsejable.